(Una opinión en el contexto del debate desarrollado por Juan Barreto, Jesús N. Pastrán, entre otros)

La izquierda en Venezuela: entre ortodoxias, sectarismos y mitos

Sábado, 08/04/2023 01:56 PM

La trayectoria de la izquierda venezolana, siempre estuvo signada por errores y derrotas consecutivas, tanto en el campo armado, como en la lucha electoral.
La experiencia guerrillera en nuestro país fue un verdadero fracaso. Cuando repasamos la historia del movimiento guerrillero, reconocemos que siempre estuvo aislado de la ciudadanía. Operaba en las zonas rurales de una sociedad petrolera, donde la migración proveniente del campo, era una constante desde finales de la segunda década del siglo XX. Financieramente dependió siempre de la ayuda externa y se subsumía con la presencia de jóvenes universitarios en sus filas, que lo oxigenaban y respaldaban. En ningún momento, ni en sus comienzos y a lo largo de los años 60, las fuerzas guerrilleras representaban algún peligro real para el poder político establecido. No obstante, la persecución, muertes y detenciones de sus militantes y cuadros estaban a la orden del día.

Pero no solo la debilidad de sus fuerzas en la lucha armada, el fantasma de la división y el sectarismo mantuvieron totalmente disminuidas a la izquierda. También los paradigmas internacionales como China y la Unión Soviética incidieron de manera determinante en los enfrentamientos entre las mismas organizaciones y profundizaron sus adversidades y contradicciones.
En ese entonces, toda participación electoral de los sectores llamados "socialistas" (caso del MAS, MIR, PCV) era cuestionada. La Liga Socialista-OR, Bandera Roja, RUPTURA y las demás organizaciones, se debatían entre ser partidos electorales o mantener una dualidad entre lo clandestino y lo legal.
A partir de 1973, comienza la izquierda a intervenir, de manera más abierta, en las elecciones. Para 1978, uno o dos diputados conformaron la representación del sector identificado como izquierda revolucionaria.
Años más tarde, cuando el teniente coronel Hugo Chávez Frías, saltó a la palestra pública después del intento de golpe de Estado contra el presidente Carlos Andrés Pérez en 1992, se abre un nuevo escenario político en Venezuela, y una gran parte de la izquierda se manifiesta a favor del carismático líder popular. Su discurso prometedor de igualdad, inclusión y desarrollo económico, activó la expectativa del cambio en los venezolanos, y Chávez triunfa en las elecciones presidenciales de 1998.
¿Qué pasó?
Los líderes de los antiguos grupos de izquierda pasaron a formar parte del gobierno de Chávez envueltos en los mitos de la equidad en el reparto de la riqueza nacional y la eliminación de la pobreza. Los ortodoxos del marxismo pensaron que al fin en América se derrotaría al capitalismo. Cuestión que ha sido siempre una estupidez, pues china y Rusia están participando en el mercado mundial capitalista y hoy en 2023, está surgiendo un nuevo proceso civilizatorio, caracterizado en primer lugar por la tecnología cibernética, el trabajo digitalizado y la información al instante y masivamente.
El marxismo dejó de ser un paradigma de ensueños para convertirse en un idealismo hegeliano al que tanto enfrentaba Marx.
Desaparecen los micros partidos "revolucionarios" y hoy, en Venezuela no existe una voz con liderazgo que pueda aglutinar el gran descontento de la ciudadanía. Ahora los acomodados, otrora "guerrilleros", guardan silencio y forman parte de las élites encumbradas y corruptas, represivos y fascistas que condenan las protestas y las huelgas, calificando de terroristas a los estudiantes y trabajadores rebeldes. Pero todo este miserable cuadro, se ejecuta a nombre del pueblo.
Y a pesar del oscuro panorama, la esperanza del cambio siempre estará presente.

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