La historia “amistosa” del Toby Valderrama sobre Rafael Ramírez, “el flaco”, los suyos y quienes le adversan

Martes, 11/04/2023 07:05 AM

"Quien se sirve de la corrupción termina sirviéndola".

Luis Britto García

Si mal no recuerdo y no sería extraño que mal recordase, dada mi avanzada edad, lo brumoso que se vuelven los tiempos idos, a él llamaron Toby, por una figura de las cintas calificadas como cómicas o cómics, como decían los gringos, donde un joven gordito como era él, hacía de figura principal.

Le conocí en mis tiempos de dirigente juvenil del recién nacido MIR, siendo Valderrama, militante de la juventud comunista, un tanto menor que yo. Los detalles de cómo hicimos amistad, con exactitud, no los recuerdo. Sólo sé que llegamos a ser amigos, por lo menos, de tanto vernos en los alrededores de la FCU y la afinidad que había entre nuestros partidos.

Todavía le recuerdo de una estatura bastante elevada, pese su todavía corta edad, ligeramente gordito y vestido de pantalón y camisa de caqui o del habitual color en esa tela de moda en aquel entonces.

Solíamos dejar de vernos por un tiempo, dadas las ocupaciones de ambos en el mundo de la lucha clandestina. Mientras en ese entonces yo hacía las veces de secretario Nacional de organización de la juventud del MIR, cosa que él ignoraba, se había incorporado a las guerrillas en los espacios falconianos donde comandaba Douglas Bravo. Y esto lo sabía yo porque él me lo dijo. Pues aquel "gordito", entonces era un joven como ingenuo y lleno de bondad.

Una de las últimas veces que nos vimos, la que recuerdo, quizás la última hasta ahora, habiendo bajado del grupo guerrillero, quizás a cumplir alguna tarea, asunto del cual no comentábamos por razones obvias, le informé que las direcciones nacionales del MIR y el PCV, esta primero que la del otro, habían optado por deponer la lucha guerrillera. ¡Al fin! Se habían percatado que aquello era un esfuerzo inútil y demasiado costoso, sobre todo en vidas y en recursos humanos que, cada día, en buena cantidad, por su personal voluntad se desincorporaban. Eso sin olvidar los muertos y la enorme multitud de detenidos y sometidos a tortura y distintos tratamientos infames. Y sin contar que todo eso ninguna ventaja dejaba, al contrario, las organizaciones, las fuerzas, menguaban incesantemente. Mientras las multitudes apiñadas en los centros urbanos nos habían olvidado y hasta dado la espalda al percibirnos nada competentes para ejercer el liderazgo de antes.

Cuando le informé aquello noté su rostro juvenil vuelto sombrío, propio de un joven que parecía ingenuo. Una tristeza honda de repente se asomó a su rostro. No obstante percibirle ingenuo, me extrañó su reacción, pues sabiéndole vinculado a la lucha guerrillera, tanto como que estaba en "el campo de batalla", le imaginaba algo sabía de la discusión que venía dándose. Creía, sólo le hablaba del desenlace final. Pero luego me percaté que aquello le resultó novedoso. Nada sabía y, de allí, el carácter de su reacción. Creí y creo, era la primera vez que oía hablar de esa discrepancia y debate. Vivía en un mundo, allá en la sierra de Falcón, donde de eso no se hablaba y tenía un comandante de una voz portentosa y habilidades de mago y hasta santo, para captar las señales misteriosas que despejaban las brumas y caminos. Quizás, por eso, desapareció de la faz de la tierra sin dejar huella alguna.

Y esto no es extraño ni nada sorprendente para mí ahora. En cierta izquierda siempre ha existido la idea vanguardista, esa misma que cree que sólo un pequeño grupo de hombres de "acero", incorruptibles, como los dioses tiene el derecho a dirigir y manejar los asuntos. Es la misma idea religiosa del enviado de Dios o los dioses mismos al estilo de los griegos.

Los demás, como él y yo entonces, para quienes así pensaban y piensan, sólo estábamos facultados para obedecer, dado que nuestros dioses eran infalibles. En el MIR, sin que me quepa duda alguna, sólo un pequeño grupo, aquel de la alta dirección, decidió inmiscuirnos en la lucha armada e igualmente sacarnos de ella, al verse que nos quedábamos solos. Eso mismo pasó en el PCV.

No sé si el Toby esto recuerda, sobre todo lo relacionado entre los dos. Estoy seguro que sí, porque tengo muestras y rasguños de cómo olvidó nuestra amistad.

Sé que el Toby, después de aquellas experiencias, se fue al Brasil, eso es lo que luego me informaron, a estudiar y de allá regresó a incorporarse a la ULA como docente. Eran los tiempos del rector Pedro "Perucho" Rincón Gutiérrez y la significativa fuerza de la izquierda en esa casa de estudios. Tanta que llegó hasta Chávez en abundancia y con poder preferencial, como que mucha gente salida de aquella casa de estudios pasó a formar parte del grupo gobernante alrededor del Comandante. Entre estos Rafael Ramírez y Tareck El Aissami.

Sólo volví a saber de él, cuando la columna que compartía con Antonio Aponte y, según tengo entendido, otros tres más, lo que era coherente con las frecuentes contradicciones que en esos trabajados quedaban reflejadas, se volvió por demás leída y prestigiosa; tanto que la PDVSA de Rafael Ramírez cuidaba que saliese en cuanto diario le "diera cabida de manera muy particular", como salen los remitidos y no en la página dedicada a la opinión. Hasta Chávez, quizás por los cuidados de Ramírez, las leía en "Aló presidente", como cura, sus sagradas escrituras.

Pero también recuerdo como Tareck W. Saab, hoy Fiscal General, a quien Valderrama llama "el poeta", siendo gobernador de Anzoátegui, hizo un por demás elogioso reconocimiento a Valderrama y Aponte, por un libro que recién había editado PDVSA, que no era más que un selección de varios artículos que habían aparecido, como siguen apareciendo, con la firma de ambos.

A este Toby, quien hasta ahora ha sido un pertinaz defensor de Rafael Ramírez, y sus razones para ello parecen por demás sobrarle, como la solidaridad y distinción que éste le brindó, sigue creyendo en "la revolución y el cambio" de un modelo a otro, al viejo estilo de los estalinistas y los guerrilleros del pasado, pese la historia haya sentenciado otra cosa, como también, a todas luces, está demostrado que al zar del petróleo, antes ni ahora, por su discurso, cultura revelada por distintos medios, en nada está ni estuvo interesado, como es obvio que al hoy Fiscal, quien fue gobernador de Anzoátegui, eso tampoco ha desvelado. Y esto no lo censuro, lo entiendo, más cuando uno sabe acerca de la escuela.

Ahora mismo, ha dicho el Toby, "Una Revolución genuina, que vaya más allá de lo declarativo, transforma la propiedad privada de los medios de producción en propiedad social, la propiedad capitalista en propiedad Socialista". Cosa que no hicieron Ramírez y los suyos, pues más, esa propiedad que es del pueblo, el petróleo, como todo lo que está en subsuelo, le convirtieron en buena parte en propiedad privada y medio para vivir lujosamente. Pues la vida de exiliado de Ramírez, no es en nada parecida a la de los viejos robles revolucionarios.

Anteriormente, en un artículo del año pasado, había dicho Valderrama, que el cambio es "concerniente a una "fuerza", que "no es numérica, viene dada por el establecimiento de una conexión directa de los militantes del cambio con el inconsciente colectivo, es un relámpago, una acción que establece el enlace entre los revolucionarios y el inconsciente colectivo".

https://www.aporrea.org/actualidad/a315495.html

Concepto este que me parece como copiado de Kleiber Ramírez y acerca del cual antes he hablado. Pero si creo, por lo que sé, formaron parte de la misma escuela.

Pese todo lo dicho anteriormente, algo así como para recrearme en un escenario y hacer más soportable al lector lo que escribo, lo importante ahora es señalar cómo todavía hay quienes creen el tránsito del capitalismo al socialismo, que de paso "estaría como de ante ojito", sólo es asunto de chascar los dedos, "transformar la propiedad capitalista en propiedad socialista". Para gente como el Toby, los trabajadores, la gente toda, no crearían nada en el nuevo modelo, todo le sería dado por la vanguardia.

Es una idea que expresa la expropiación y ya, en lo inmediato y que sugiere que es un simple asunto de voluntad de una vanguardia y al frente del Estado. "No es fuerza numérica", es una consciente, "clara como la luna llena", tal que un "relámpago" o una lluvia de estaño derretido, un imán enorme, atrae y pega al pueblo inconsciente y le arrastra a la tarea que aquella demanda. Es un sancocho hecho sin fuego, tiempo ni condimentos, basta la voluntad del cocinero. Es decir el pueblo, "el inconsciente colectivo", no tiene ningún rol que jugar, porque no tiene conciencia. Y, al no tenerla, no hará cambios en el modelo sino tendrá que asumir lo que por él hagan, le ordenen e impongan, sobre todo esto último. "Los militantes del cambio", se encargarían, como "El Flautista de Hamelin", de encantar a las ratas, llevarlas tras de sí y hacerlas que hagan, actúen y hasta vailen según el son de su flauta.

Lo anterior revela, como he dicho tantas veces que lo que el Toby cree, es exactamente lo mismo que la gente del gobierno y siendo así, como también he señalado antes, se trata de "quítate tú para ponerme yo" y un Ramírez presidente.

Aunque debo reconocer lo acertado del Toby cuando dice, "Se puede afirmar, sin riesgo de parecer exagerado, que todas las revoluciones han caído víctimas de ellas mismas, se han derrotado desde sus propias entrañas. Este fenómeno lo conocen los imperios y lo usan".

Pero pasa por alto que, esas "revoluciones" que concibe, como muy fáciles, han fracasado, en buena medida por seguir su receta.

Pero Toby también incurre en el error de insistir, en ignorar, de manera deliberada que, la causa fundamental está en creer que el sancocho se hace con esa fórmula y estilo que él concibe. Como que una vanguardia toma el Estado, no importa el modo y medio, empieza a disparar decretos y ya todo está listo. Ya, ahora mismo, hay que apagar la candela y bajar la olla y cada quien se sirva su plato.

Aunque es verdad lo que dijo anteriormente. Esas "revoluciones del pasado", si es válido llamar revolución al simple zaperoco y cambio de manos de las manijas y armas, unas derrotadas y puestas en el camino del capitalismo nuevo como la China, la Rusa, una encunetada en el capitalismo de Estado como la cubana y un proceso que no sé si es acertado llamarle revolución como la venezolana, con el retroceso puesto y la chola pisada a fondo, fueron "víctimas de ellas mismas", fueron derrotadas en sus "entrañas". Lo que el Toby no hace, al contrario, evita, es mencionar personas y, sospecho, lo digo así porque nadie mencionó, que entre esas personas, por su propia voluntad y agradecimiento, excluye a Rafael Ramírez y su corte. Ésta y aquél que hicieron lo mismo y hasta fueron los primeros, como unos adelantados, que le abrieron el camino a quienes después de ellos se copiaron o emergieron por herederos; estos que ahora se les abre juicios e investigaciones y a quienes, por ahora, cuesta denunciar exhibir por el golpe político que eso significaría. Pero ese día va a llegar, de no hacerlo, el costo sería más alto. Pues la gente pudiera, en veces, ser pendeja, pero no tanto. Y a lo mejor no exponerlos, encubrirlos, como se hizo con Ramírez por un largo tiempo, pudiera generar, si no que esa revolución inventada, en uno mismo genere esperanzas, si sirva de salvavidas a quienes pudieran, por ahora, ser cómplices, por lo menos por omisión.

Hoy, Ramírez, por tantos años protegido por EEUU, lo que ya de por sí lo denunciaba, pese el Toby de nada de eso se percataba, aparece no en la mira, siempre lo ha estado, sino en boca de los denunciantes que antes le estuvieron utilizando, por un proyecto que terminó en el fracaso, https://www.costadelsolfm.org/2023/04/04/rafael-ramirez-entro-en-el-radar-de-la-justicia-norteamericana/

Aunque Toby para eso tiene otra lectura, heroica, como que Tareck, "el poeta", "En su extravío persecutorio, acepta las acusaciones que la justicia gringa hace al Ministro Ramírez, certificando así, a la justicia gringa y a las acusaciones que imputan a sus jefes de Miraflores"· y además agrega que "Y, el poeta, persigue al Flaco, su maestro, y persigue a los muchachos que denunciaron la corrupción, y persigue a todos los que mande Miraflores".

Todos esos muchachos, los de antes bajo el mando de Ramírez, que le abrieron a éste, el camino y los espacios en Europa, son injustamente perseguidos, como también los de ahora que, vienen siendo de la misma escuela y patota

Con lo que cree que los demás, quienes no hemos estado nunca en Miraflores, ni entre los grupos dominantes, tampoco en la escuela de la ULA, sino entre los de la calle o "de a pie", para decirlo con un lugar común que, para nada me agrada, viviésemos en la luna o fuésemos un arrume de idiotas.

Debo ser justo y admitir que lo dicho por el Toby, como que "el núcleo de lo que ahora llamamos corrupción, y siempre ha sido la ambición capitalista, éticamente aceptada, o es que olvidamos que detrás de toda fortuna hay un crimen", parece como una sutil, delicada y hasta escrupulosa manera de distanciarse de Ramírez, más cuando a éste, los gringos, parecieran haberse cansado de encubrirlo. Y digo querer distanciarse porque no creo al Toby tan "caído de la mata", para creer que Ramírez vive en el "ostracismo", que en nuestro lenguaje coloquial, no sólo significa destierro sino hasta en estado de miseria, cuando es obvio que sus íntimos, hasta familiares suyos, se fueron, habiendo antes depositado fuertes sumas en la banca extranjera. Y es como un lugar común decirlo, la riqueza como la gripe cuesta esconderla.

Pero como la vida vive en busca del equilibrio, no temo admitir que, comparto lo que dice Valderrama: "Es la historia de cómo la Revolución produce a los verdugos que se comen a sus mejores hijos", salvo que, como en todo, hay excepciones, la verdad es que los verdugos y los mejores hijos, no suelen ser quienes a cualquiera se le antoje. Y en Venezuela no es tan fácil hacer magia para que la gente se confunda.

https://www.aporrea.org/ideologia/a320920.html

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