A falta de ideología y ética socialistas bueno es el opio

Martes, 16/05/2023 04:49 AM

Critican a un pendejo de la oposición porque fuma mariguana, pero ellos entran "en trance" con el ¡Aleluya! de los evangélicos, y trafican con él. Decía Marx que la religión es el opio de los pueblos. Pero hay algunas religiones son más opio que otras, por ejemplo, aquellas que son protegidas por el Estado y se hacen cómplices de las confabulaciones de sus gobiernos. Un Estado más o menos avanzado no debería ser parcial con ninguna fe religiosa, y mucho menos con ninguna iglesia, pero el gobierno de Maduro financia a una parte de la iglesia evangélica, cagándose encima de otros creyentes y creencias, de otros cultos, y de los ateos… Ahora resulta peligroso ser ateo y declararlo, te podría costar la vida.

La noticia dice: "Con el objetivo de profundizar la unidad, afianzar la paz y potenciar las atenciones hacia las familias más vulnerables, fue instalada la comisión de asuntos religiosos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), en el estado Sucre", luego "El acto estuvo presidido por el vicepresidente de Asuntos Religiosos de la dirección nacional de la tolda roja, Nicolás Ernesto Maduro Guerra, en compañía del gobernador Gilberto Pinto."

Ya hemos visto en Carabobo a madurito "poseído" en un acto evangélico saltando junto al farsante de Lacava. El entusiasmo que está ganando la yunta Gobierno-iglesia evangélica para nosotros nos resulta tan peligroso como novedoso. ¿Por qué el hijo del presidente de la República, que debe ser un profesional en algo, es el "vicepresidente de los asuntos religiosos" del PSUV?... Otra pregunta ¿Desde cuándo existe en el PSUV una "vicepresidencia de asuntos religiosos" y por qué apoya a la iglesia evangélica y no al Islam o a la comunidad hebrea o católica o la fe yoruba?

El PSUV habiendo perdido su capacidad de persuasión política, ahora prueba con la superchería.

Ya vimos cómo en el acto del primero de Mayo, la propuesta de bonos indexados del presidente Maduro fue rechazada con un contundente NO por los trabajadores, en vivo y en directo, y cómo el mandatario grita ¡aprobado!, en un gesto de desprecio absoluto por la respuesta de los trabajadores presentes. No se puede sostener por mucho tiempo un engaño tan tosco, por eso ahora intentan ensayar la vía de la hechicería cristiana "protestante", lo que para nosotros equivale decir, repotenciar la vía de la ignorancia, el fanatismo, el "encantamiento".

Decía Bolívar que un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción, "Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza", decía, y esta verdad le ha servido a los líderes maduristas de herramienta para aplicar la ignorancia como medio de sometimiento de la masa, la manera astuta que tiene el poder de "reciclar" las ideas revolucionarias y ponerlas en su contra. Agotados los argumentos políticos desmentidos por la realidad, ahora apelan a la fanatismo cristiano y evangélico, a los pícaros "pastores" que se hacen ricos a costa de la idiotez de la gente, y disfrazándose ellos mismo de "pastores", colocando la salvación del espíritu por encima de la salvación del cuerpo, dejándola en manos de lo divino, en el "más allá", a cambio de la paz, o más bien, de la esclavitud y la mansedumbre en el "más acá".

En el PSUV aprenden de las palabras de Bolívar justo lo que les conviene saber para hacer lo contrario a Bolívar: manipular la ignorancia de la masa para destruir su resistencia, minar su voluntad, para domeñarlo y resignarlo a través de sortilegios, de la superchería cristiana evangélica, degradando la política a niveles primitivos – "no esperes nada de tu esfuerzo y tu trabajo, no dejes nada para esta vida, deja que Dios y maduro con sus mendrugos te den la salvación; ¡hasta ahí llegará tu suerte!".

Tanto esfuerzo el de Chávez por divulgar las ideas de Bolívar y Simón Rodríguez, las ideas y pensamientos de Marx, de Lenin, de Gramsci, István Mészarós, José Saramago, Noam Chomsky, para que el Delfín, hijo de Maduro, termine recorriendo el país divulgando la palabra de un evangelio madurista, del Señor de los negocios, saltando exaltado, gritando – "¡Aleluya! ¡Que hoy contamos con el dólar y el capitalismo!", …para vencer al capitalismo, ¡tamaña chifladura!

Se trata de Maduro y su ralea de contradicciones. Se trata de Maduro y su metamorfosis en sacerdote, pastor, piache, babalawo, ¡en un dictador megalómano! porque no pudo, o no quiso llegar a ser un verdadero líder político de convicciones. Para sostenerse en el poder sin argumentos políticos hay que drogar al pueblo, confundirlo, envenenarlo con el opio de los pueblos: la religión.

Ahora más que nunca, educación y conciencia revolucionaria ¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!

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