Recientemente el periodista español Pascual Serrano, ha publicado un artículo por el portal "rebelión.org", titulado "El Nuevo Macartismo" (https://rebelion.org/cancelado-el-nuevo-macartismo-de-carmen-domingo/), aunque en el artículo en mención, el lo que hace es presentar a un libro de la cubana Carmen Domingo que lleva por título "Cancelación: El Nuevo Macartismo"; en donde ella ve como mucha preocupación como desde la izquierda también hay discriminación; la esencia del tema que es a la vez la esencia de lo que expone Carmen Domingo en su libro, lo dice Pascual en este párrafo:
"En los últimos años han aparecido determinados movimientos muy loables, justos y necesarios. Desde el Metoo denunciando las agresiones sexuales y el acoso, al Black Lives Matter en defensa de la vida de la población afrodescendiente en Estados Unidos y contra la violencia que sufría. Se fueron sumando movimientos: de apoyo al colectivo LGTB, ambientalistas, anticolonialistas… Todo bien. El problema surge cuando, en un determinado momento, y en nombre de esas buenas causas, comienza la caza de brujas, la persecución de los que no las comparten, los que no ajustan a esas bienintencionadas cruzadas. Y digo problema porque ha resultado que no se sabe dónde está el límite de la intolerancia. Es evidente que debemos ser intolerantes al racismo, al sexismo, a la injusticia, pero ¿hasta dónde debe llegar esa intolerancia?, ¿cuál es el límite de lo que no debemos aceptar?"
Este párrafo y me imagino lo que dice la cubana autora, allí resumido van "con piquete" a la "ley contra el odio" de Venezuela; aunque eso es harina de otro costal.
Debo reseñar lo que se entiende por "Política de la Cancelación" que no es cualquier discriminación o exclusión; es algo muy grave que han revivido y desempolvado los anglosajones de la Roma Imperial de hace milenios lo que se llamaba la "Capitis Deminutio" que era una decisión política y no comercial como nos enseñaron en la escuelas de derecho que era cuan do persona por deudas se sometía a la esclavitud; era un decisión política en donde las personas, por razones de rebeldía o tan simple disidencia, mientras no pasaren a los hechos porque si lo hacían la pena era la crucifixión; perdían todos los derechos y libertades y se les condenaba al ostracismo algunos sufrían extrañamiento, eran condenados a vivir fuera de la ciudad y no entrar en contacto con nadie, prácticamente no existían. Esa es la política de la cancelación que han revivido los anglosajones que tiene su base en rusofobia y en la chinofobia. La cancelación es el primer paso, dijéramos la primera fase para imponer la guerra cognitiva por parte de los organismos de inteligencia y mediáticos de la globalización neoliberal del imperialismo anglosajón; la política de la cancelación lo desaparece, lo invisibiliza y la guerra cognitiva lo convierte en un monstruo y todo esto sin que la victima tenga ningún tipo de derecho a la defensa.
La causa que no se explica Carmen Domingo, la autora del libro, aquí mencionado, es que su origen es la izquierda marxista o estatista, el socialismo de estado que también se le denomina "socialismo autoritario", ya que ello lleva implícito una autoridad y ahí está la razón de los males, al haber una autoridad, no hay igualdad, verdadera o relativa, porque la absoluta no existe y si existiera fuera mala, pésima, la autoridad implica la dominación de unos por otros como la riqueza y la pobreza implica la esclavitud salariada y hay que acabar tanto con el estado como con la burguesía para que exista una democracia directa, una anarquía.
Igualmente pasa con el fascismo, claro que existe un "fascismo de izquierda" porque existe "un estado de izquierda" y el estado, el aparato de dominio de unos por otros, es el padre del fascismo; sin estado no surge el fascismo, inclusive con "poco estado" tampoco surge el fascismo, el fascismo, sea de izquierda o de derecha, ya que ambos estados corren el riesgo de ser defenestrado por su mal proceder, si no haya estado o hay poco estado no surge el fascismo para que surja tiene que haber un estado rayano a lo absolutista que cuando revienta el fascismo se transforma en absolutismo ya que la ciudadanía pierde toda clase de derechos y manda una sola persona acompañado de una macolla o mafia.