"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto". Georg C. Lichtenberg.
Se acercan las primarias para elegir el candidato de la oposición, el próximo 22 de octubre 2023, y el año entrante 2024, serán las elecciones presidenciales en Venezuela, y de verdad que es vergonzante el observar, sin pudor alguno la manera como en nuestro país, los que ambiciosamente desean llegar o mantenerse en el poder, se valen de los elementos mas arteros, buscando en el arsenal putrefacto del basurero de la politiquería, declaraciones obsoletas, descalificatorias, y fuera del contexto de la real política, para difamar, injuriar, y descalificar, al candidato que le vean la opción de ganar ese magno evento electoral en el 2024, como lo es la elección del próximo presidente de Venezuela.
Cuando se pretende judicializar la política, utilizando elementos descalificatorios, y pueriles tan bajos, y cínicos, dirigiéndose en mayor parte a exponer las penosas, y lamentables acciones de corrupción; cuando unos alacranes cínicos, hablan mal de los otros alacranes hipócritas, como viejas rameras chismosas de prostíbulos, y como se dice vulgarmente en el argot popular venezolano cuando: "se sacan los trapitos al sol", usando en contra de sus adversarios los nefastos actos de corrupción cometidos por ellos mismos, y lo peor aún es que ni siquiera fundamentan o demuestran lo que dicen, de ellos, y de los otros, ¿Será de esta manera que pretenden demostrar porqué no merecen ser elegidos como candidatos alacranes por esos ciudadanos que los detestan, porqué en las encuestas de opinión ya están eliminados, y creen se les debe otorgar por consenso o vía de gracia la candidatura opositora, por la que se pelean como hienas hambrientas de poder?
Que tristeza la del pueblo venezolano, inmerso en esta terrible crisis económica, el observar que unos politiqueros candidatos de baja estofa en pleno siglo XXI. Sean tan inútiles en el acudir a presentar sus ideas y propuestas que pretenden llevar a cabo en sus planes de gobierno, al cual muchos analistas de políticas publicas, les tocará revisar, y estudiar, que en vez de eso lo que están pendiente es del chisme, y la trampa, ya que sus propuestas de existir, es lo que verdaderamente, le debería importar a los analistas, y a los electores.
Y es mas, que no se dediquen a fomentar, y alimentar una "guerra sucia" que con el desarrollo de las tecnologías, y las redes sociales, eso ya no tiene validez ni cabida en la opinión publica, porque la población venezolana sabe los origines de este caos socio económico. Por esa vía no van a conseguir sus fines politiqueros, faltándole el respeto, descalificando, injuriando, y difamando al candidato que se empiece a perfilar como ganador.
Me atrevería a señalar que entre unos alacranes, con otros alacranes se tapan las corruptelas que hicieron, y las súbitas riquezas que exhiben, si nunca en sus putas vidas, pegaron un bloque que justifiquen esos dólares mal habidos, que les restriegan en la cara al pueblo pobre, impunemente esperando el mejor momento para ventilarlos a su conveniencia. Así como las cagadas en el pésimo manejo que le dan a los recursos, y la corrupción que tanto han afectado al país, porque parece que sus bolsillos, y cuentas bancarias no tienen llenadero, ni ellos vergüenza para dejar de robar a quienes los posicionaron por equivocación en esos lugares tan privilegiados y codiciados para ellos, ¡claro, quien querrá abandonar o dejar ir la vaca que más le da leche, así tengan que venderle el alma al diablo! Y es por eso que se atacan como fieras al contrincante que ven con más opciones de triunfo.
Ahora bien estos alacranes opositores cuando no se dedican a la "guerra sucia" y a la "descalificación soez", entonces crean falsas necesidades en los ciudadanos, prometiendo cosas que no serán capaces de cumplir; actualmente mientras unos basan su politiquería sucia, y barata con la paz, otros lo hacen con la guerra, pero lo que no saben es que la gente ya los conoce como tramperos de la politiquería ramplona.
No tendría nada de extraño que el día de las elecciones opositoras veamos a los alacranes en los diferentes centros de votaciones de Venezuela, especialmente en los sectores populares, porque ¡claro, como son más los pobres que los ricos! Pues es a ellos a quienes se dirigirán, y pretenderán comprarles sus votos con unas limosnas, ese día los llevaran y los traerán, pero el pueblo los conoce, y saben que son unos ladrones, le agarraran lo que les den, y les aceptaran las colas, y después le cagaran el, mapire, votando, por el que realmente ven como ganador para superar sus crisis.
Los ciudadanos saben que se acuerdan de ellos durante el periodo que duran las campañas políticas, pero una vez se encuentran montados en el poder, se olvidan de ellos el resto del gobierno, pero en ese periodo de gobierno también se encargan de sacarles vilmente esa limosna y transporte. Que frustración tan grande se siente al ver como usan de una manera tan absurda, asquerosa y descarada, al pueblo, sin ninguna vergüenza ni pudor.