Tengo un amigo, a quien conozco desde hace años, aunque no personalmente sino a través de sus cartas, notas, opiniones y artículos, y con quien mantengo un fructífero intercambio político sobre la realidad del país y de su gente. Se trata de Sixto Ramón Brito, un luchador social de toda una vida, quien hoy cuenta con bastante más de noventa años de edad y sigue activo en el oriente del país, concretamente en el estado Monagas, reuniéndose con su gente, discutiendo y analizando distintos temas nacionales e internacionales, junto con un grupo de venezolanos también preocupados por la situación de la Venezuela actual.
Me escribió hace poco, para relatarme la realización de un viaje terrestre de más de 30 días, en el cual visitó los estados Guárico, Carabobo y Lara y tuvo la posibilidad de reunirse, en muy significativas asambleas, con personas de tendencia opositora pero también con simpatizantes del gobierno, todos interesados en discutir y tratar de saber si Venezuela saldrá y cuándo de “esta espantosa crisis económico-social”. De todas esas reuniones, el amigo Brito y sus compañeros sacaron una serie de conclusiones, que me pareció interesante comentar públicamente, a objeto de que nuestros políticos, no siempre cerca del pueblo trabajador, se enteraran de sus apreciaciones.
Nos escribe Sixto Ramón que todas las asambleas concluyeron en que sí se saldrá de la crisis, pero que “Maduro y su combo no tienen autoridad moral para actuar en recuperar un país que tienen arruinado e hipotecado ante los gobiernos chino y ruso”. Aseguran que “la inversión extranjera en combinación con la nacional, creará empleos rentables, sustentables, con el ahorro de divisas para el país”. Además, consideran a “la sustitución de importaciones en diversas áreas, fundamental para reactivar la economía”. Y a continuación afirman que “un país prospera con inversión privada”.
En el campo de la política piensan que “el nuevo Presidente que se instalará en febrero del año 25 saldrá de la oposición”, lo que ya es conocido por el gobierno pues “Maduro y sus asesores saben, por las encuestas que ellos mismos realizan, que pierden por mayoría absoluta las próximas elecciones presidenciales”. Entre los asistentes a las reuniones que realizaron, “María Corina ganó por paliza”, por lo que para ellos “es una realidad que la mujer arrasa”. Y adicionalmente señalan que “los amigos y algunos familiares maduristas aceptan en privado que pierden las futuras presidenciales”.
Sobre la inhabilitación de María Corina creen “que podría colocar a un candidato a la presidencia no inhabilitado y, una vez instalado éste en la presidencia, ella asumiría la vicepresidencia”. Sobre el diálogo: comprobaron “que hay talibanes de lado y lado. Del lado del madurismo desean matar a los de la oposición y éstos quieren comerse vivos a los del oficialismo”. Dicen que sin diálogo (entiendo que se refieren a sin acuerdos) “el madurismo hará elecciones presidenciales a su manera y ganará”, lo que desataría una protesta multitudinaria, enfrentamientos muy trágicos y costoso en vidas humanas, incluso de dirigentes opositores. Señalan que “¡No! ¡Sería horrible! ¡No queremos muertes!”.
Reconocen que las bolsas CLAP ayudan a la gente a alimentarse, por lo que se quejan de lo mal atendida que está la provincia en este sentido. Por ello señalan que los “3.200 millones de dólares que están por allá en algunos bancos de Estados Unidos y de Europa, se apliquen para que las bolsas de comida se entreguen completas en el resto de nuestro país”. Y proponen, como vigilantes del uso de dichos dólares, “a los presidentes de la izquierda moderna, tal es el caso de México, Colombia y Brasil, conjuntamente con los integrantes de la Mesa de Dialogo”.
Finaliza nuestro amigo pidiéndome que escriba sobre la necesidad de continuar dialogando, pero preferí que fuera él quien lo hiciera directamente, pues no es sólo su opinión personal sino la de más de un centenar de personas, que lograron reunir en San Diego y Los Guayos en Carabobo, en Valle de La Pascua y en Barquisimeto. Por ello escribí este artículo con sus posiciones. Desde Caracas, les envío mis cordiales saludos y mi admiración por el trabajo que realizan, en una situación tan difícil como la que hoy tenemos.