Dado el manifiesto rechazo del país al madurismo enquistado, dado el desastre de este gobierno que tiene secuestrado al partido de Chávez hasta convertirlo en ministerio de apoyo al madurismo, es necesario abrir la discusión dentro del chavismo comenzando por el candidato presidencial: si es un candidato de la continuidad del desastre o es un candidato de la rectificación.
No se puede tolerar que la cúpula del partido secuestrado imponga un candidato que, de antemano, por las encuestas y por la acción de gobierno, está quemado. Se debe discutir la candidatura y el programa. No hacerlo sería un duro golpe para el chavismo, quizá definitivo.
Nosotros, el PSUVCH, proponemos que se abra un periodo de presentación de programas y candidatos del chavismo. Sin trampitas de sindicaleros chuecos, sin inhabilitaciones. Nosotros tenemos candidato y tenemos programa, para las elecciones y también para fuera de las elecciones. Estamos dispuestos a dar la pelea dentro del partido y también, si las circunstancias obligan, afuera del partido. Lo presentaremos oportunamente. Por ahora, pedimos la oportunidad de luchar por la consigna inmediata: "No al continuismo, Rectificación".
Sabemos que la cúpula que secuestra al partido se opondrá a esta discusión, no le interesa quedar al descubierto. Recordamos que Revolución que no discute se transforma en su contrario, y la Revolución de Chávez no se puede suicidar, debe discutir. La negación de las oportunidades de deliberar dentro del partido, la negación a esta petición, son la mejor y mayor prueba de la necesidad de una Revolución dentro de la Revolución, de un remezón dentro del partido secuestrado.
Desconoce esta dirección que las fuerzas sociales, las tensiones sociales, no se detienen con censura, represión, con llamados chimbos a la unidad, que en realidad son llamados a no discutir, a la unanimidad impuesta, se olvidan de la consigna de Chávez: "irreverencia en la discusión, lealtad en la acción". Que hoy sería: "irreverencia en la discusión, lealtad al legado de Chávez."
El legado de Chávez, su recuerdo luminoso, no puede ser ahogado por la conducta de una dirección desleal. El PSUV, hoy secuestrado, debe superar esta nefasta etapa, ser rescatado. El madurismo no es chavismo, es su contrario, y debe abandonar el poder, y al partido. Si la costra dirigente se opone a la discusión, esta debe darse en secreto, la gente en la base debe discutir, ya eso será un paso importante. Entender que discutir no es malo, que la unanimidad impuesta con el miedo es nefasta, que la unidad sin discusión es aplanadora; la negativa a discutir, estigmatizar la discusión, indica que hay algo podrido en esta situación. La negación a discutir, las discusiones bufas, de utilería, como esa de discutir sólo con los bates quebrados de la oposición gringa, esas falsas discusiones son la ruina del partido. La unidad sin discutir, es embrutecedora.
Aquí dejamos esta propuesta, esta inquietud. Nosotros seguiremos discutiendo, convencidos de que sólo así encontraremos las respuestas a esta terrible situación.
¡Chávez, irreverencia en la discusión, lealtad con su legado!