En tres palabras

Luis Acuña QEPD

Lunes, 28/08/2023 07:09 AM

En ESCOLAG lamentamos la partida de todo ser humano, aunque hay poblaciones en el mundo que se alegran por la partida de sus seres queridos.

En este caso, nos hacemos solidarios con las manifestaciones de pesar por la partida de Luis Acuña . Quien fuera, además de gobernador de Sucre, Ministro de Educación Universitaria.

Me siento obligado a decir porque son de esos dolores esporádicos que gravitan en mi corazón que Luis Acuña , conociendo la propuesta del proyecto ESCOLAG, siendo ministro de educación universitaria, no solo se negó a conocerlo y apoyarlo sino que cuando el siempre recordado profesor Antonio Castejón, para entonces Director de la Oficina de Planificación del Sector Universitario ( OPSU) me presentó con el señor Ministro Acuña. Este se limitó a preguntarme si era una fundación pública o privada. Al responderle que era una fundación privada sin ánimos de lucro, se voltió me dejó con la palabra en la boca y se fue con Antonio a otro espacio y no tocó más el tema. Sencillamente, ignoró al proyecto ESCOLAG. Hoy, debo decirlo públicamente, porque esas mentalidades extremistas, polarizantes, dialógicas, dialécticas y seudo socialistas, le han hecho mucho daño a los proyectos verdadera y profundamente revolucionarios. Como es el caso de ESCOLAG .

Pareciese que decirle a un funcionario público que algo o alguien es empresario o del sector privado y no público, es una maldición, una etiqueta diabólica. Por eso, sin resentimientos, en honor a la verdad histórica. Debo decir que en ESCOLAG no contamos con Luis Acuña para apoyar el proyecto ESCOLAG. Esa es la verdad verdadera.

Por eso hemos insistido en decir que perdimos 25 años desde que en enero de 1999 le enviamos comunicación al presidente Hugo Chávez sin recibir nunca respuesta oficial.

Por el contrario, ni Héctor Navarro, ni Luis Acuña, ni Yadira Córdoba, ni Jorge Giordani, ni Elias Jagua, ni María Cristina Iglesias, ni Marian Hanson ni Rafael Ramirez Carreño ni muchos ministros o ministras que pudieran haber ayudado, en lugar de hacerlo, entorpecieron el proyecto ESCOLAG

Hoy con serenidad y con la paciencia que nos ha acompañado siempre podemos decirles como diria aquel triste hombre de bancos : Aquí estamos y aquí seguimos. Hasta vencer.

Por eso, cada vez que vemos a alguien que pudo habernos ayudado y no lo hizo, como Luis Acuña, y que parte de nosotros, sin riquezas, sin poder y, a veces, sin glorias, recordamos aquella frase bíblica que, de vez en cuando, recordaba el.presidente Chávez y que hoy podemos decir con dignidad y reciedumbre.

Que los muertos entierren a sus muertos.

Nacimos para triunfar y triunfaremos.

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