Distribuir mejor la riqueza, democratizar el capital, reformismo participativo, socialismo democrático, justicia y paz social, el progreso como tránsito moral económico y social, la modernidad como necesaria no como dominación colonial y neocolonial, el desarrollo, el crecimiento económico, en fin, este paraíso en la tierra, dicen socialdemócratas y progresistas, solo es posible en alianzas con el capital como evolución positiva e indispensable: EL SOCIALISMO DEBE ESPERAR. Dirán un día que el reino del socialismo “No es de este mundo”: El capitalismo es eterno. “El fin de la historia”.
Pero, ¿qué es el crecimiento, el desarrollo, el progreso, la justicia social, la democracia, la paz, la civilización?, galimatías sofismas adefesios y falacias, usados para ideologizar las respuestas. Hasta la plusvalía es señalada como eficiencia, no como explotación. Demos una breve incursión en estos contenidos, por ejemplo, cuando se habla de crecimiento y desarrollo, a qué y a quiénes se refieren. A quiénes benefician los resultados del crecimiento económico. Dónde está y cómo viven la mayoría de la población y dónde y cómo la minoría. Por qué las economías privadas crecen y crecen y las públicas decrecen y decrecen. “La división Internacional del trabajo consiste, en que unos países se especializan en ganar y otros en perder” Eduardo Galeano.
Socialdemócratas y progresistas mienten cuando hacen aparecer al Estado como neutral o como esperanza justiciera y civilizatoria. El Estado nació como represivo, y hoy contiene el monopolio de la fuerza legitimada de la burguesía. La burguesía decide y puede hacerlo cuando le conviene, mientras el pueblo apenas tímidamente cuando vota. Si el Estado fuera cada vez más democrático, dejaría de ser Estado. La violencia es clave para el desarrollo del capitalismo. “Se reproduce lo que se aprende”. La cultura es tan fuerte como el trabajo; se expande, penetra y controla. La cultura es ideología: legitima y naturaliza lo que conviene al poder. Fuerzas visibles e invisibles nos dominan.
El peso del capitalismo lo sostienen los trabajadores, pero intereses, los hacen aparecer mermados, como “naturaleza humana”, como resultados naturales y necesarios de la sociedad, así, la explotación y sus desigualdades, son tenidas como normales, naturales e inevitables. Las leyes endulzan la opresión para que los dominados se traguen las píldoras. El sacerdote francés Jean Meslier en su “Memoria contra la religión”, captó elementos esenciales del sistema capitalista: LA PROPIEDAD PRIVADA. Para que sea propiedad privada, tienen que existir quienes no la tienen. Entonces: ¿quiénes son los esenciales? ¿De dónde sale la riqueza?
Con su plusvalía, el trabajador reproduce su mala vida, pero da buena vida a sus amos. Si la evolución y el progresismo son ciertos, el marxismo estaría condenado a la espera. Entonces, hay que esperar que la burguesía triunfe para LLEGAR al socialismo. Será así como los reformistas buscan ayudar al capital. ¿Como será esa venida? Mientras, qué hacer con la pobreza: CON LA MENTIRA SE DOMINA AL MUNDO. Social demócratas y progresistas son mentirosos compulsivos. “Ni los muertos estarán a salvo si el enemigo fascista vence”. Walter Benjamín.
Nada ni nadie puede negar, que en los últimos veinte años, han crecido todos los peores males en nuestro planeta: más desempleo, más niños y huérfanos en situación inhumana, más hambre, más enfermedades, algunas de ellas que habían desaparecido y cuya etiología es social han vuelto, más inflación, más especulación, menos servicios médicos y medicinas públicas, países ricos por su naturaleza saqueados y empobreciéndose, más deuda pública, menos viviendas y menos posibilidades de estudiar, más guerras, más prostitución, más delincuencia, más corrupción, más inestabilidad de toda índole, MÁS DESTRUCCIÓN DE LA NATURALEZA, más caos ambiental, más fuerza de la naturaleza cobrándose por los males que le han hecho, en fin, más más, más de todo lo malo. Paradojalmente un puñado de mil millonarios, están haciendo fortunas groseras, vulgarmente insólitas, humanamente inaceptables, que no caben en nuestra imaginación. Que uno de ellos tenga MÁS de 300 mil millones de dólares, en un planeta con más de 2000 millones de hambrientos, clama a dios diría mi abuela. Yo diría: he aquí la necesidad urgente de la revolución. Esto desborda la ética, la moral, hasta la ambición humana; son animales bípedos que hablan y monstruosamente piensan. En cuanto tiempo, como se hizo esta fortuna tan impresionante. Quienes mediaron para esta barbaridad. YA SE, LOS SOCIALDEMOCRATAS Y PROGRESISTAS NOS DIRAN COMO FUE ESTO: Creen en el capitalismo.
El proyecto económico y político del presidente Maduro es con el capital; nada que ver con el socialismo ni con Chávez. Las consecuencias sociales se pueden atisbar y sentir. Se aprovecha la barbarie gringa contra nuestro país, para ocultar y avanzar en el proyecto del gobierno con el capital. Este intento de crear una “burguesía revolucionaria” es de vieja data; recordemos las denuncias de Piñerua Ordaz sobre los 12 apóstoles de Carlos Andrés Pérez o la sustitución de importaciones de Caldera. Maduro es más atrevido, va por la calle del medio de manos con el capital. Como lo dijera su hijo: “lo que viene es puro capitalismo”. Maduro será arrollado por las contradicciones insolubles del capital. Pero… buena parte de la izquierda solo se está moviendo en el ámbito electoral, como si esto no fuera parte de la ideología capitalista.
Ideología es encubrimiento; ocultamiento de la verdad y legitimación de la mentira. El verdadero socialismo no tolera a la ideología. Socialdemócratas, reformistas, populistas, progresistas, demagogos, bonapartistas, saben que están haciendo ideología. Mienten más, cuando hacen creer a sus seguidores, que el capitalismo tiene un lado humanizable y con él hay que trabajar. FINAL DE ESTA SERIE DE ARTÍCULOS.