Los análisis que se vienen sucediendo sobre los resultados de las primarias antinacionales, han servido tanto al madurismo y por supuesto a la oposición progringa para entablar una especie de reality show verbal por demostrar ( mejor dicho, para distraer a la población, ya que no tienen nada que decir sobre salario, precios y ganancia) quien fue el que ganó y quien perdió, ocultando que lo verdaderamente cierto es que las dos oligarquías delincuenciales responsables de que el país esté destruido, han sido ellos, que quedaron al desnudo en medio de esta patética jornada. Y digo ellos, porque entre ambos hay una relación funcional, o sea, te odio pero te necesito y todo lo que haga uno afecta sentimentalmente al otro. Digámoslo con otras palabras, es irrefutable que ninguno cuenta con el apoyo popular, no consiguen establecer un dial de aprobación del pueblo venezolano. No obstante la indigencia de aceptación popular en la que han quedado ambos siguen ganando. Porqué carrizo todavía se sostienen en el poder, veamos porqué sucede este fenómeno.
A pesar del rechazo que tienen tanto el madurismo como la oposición progringa, siguen paradójicamente manteniéndose en el poder porque hay dos cosa que los obliga a estar en unidad contradictoria; una, la defensa de sus intereses de clase, no debe olvidarse que el madurismo y la oposición son dos oligarquías delincuenciales, gerentes criollos de las grandes transnacionales capitalistas. La segunda, el miedo que ambas sienten de saber que si los empobrecidos del chavismo y los empobrecidos de la oposición se atraen por la gravedad de la física social y regresan a reconstituirse como una sola clase social desposeída y se dotan de una organización política propia, hasta ese día estarán usufructuando el poder.
Por eso, una fracción burguesa podrá destruir a la otra pero nunca llegarán a destruir al estado burgués, que es, al fin y al cabo, la herramienta que les sirve de dominación sobre los empobrecidos. Por consiguiente, va quedando claro, que cualquier iniciativa que parta del pueblo, que se plantee la destrucción de tal estado, pero pretenda llevarla a cabo en los marcos de la legalidad burguesa sin tener la suficiente fuerza para imponerse, será impedida por estas clases dominantes al servicio del capitalismo.
En este sentido, es estratégico para la asunción al poder de las fuerzas revolucionarias socialistas y patrióticas, acabar con la dicotomización del pueblo entre chavistas y opositores, porque esa fórmula política es la que mejor le ha servido al madurismo y a la oposición progringa para conservar el poder aun cuando hoy no cuenten con el respaldo de la gran mayoría del pueblo venezolano.
Es primordial entonces unificar tanto al pueblo empobrecido del chavismo como al pueblo empobrecido de la oposición bajo un solo estandarte (escúchese a Alí Primera), con una sola dirección estratégica, en una sola organización, porque la política en términos crudos, nos agrade o no, se reduce a favorecer a quién tenga mayor fuerza y tenga mejor organización de esas fuerzas.
No podemos seguir contribuyendo a dividir al pueblo, creyendo que con el chavismo de hoy nada más es suficiente. Es necesario construir un instrumento político-organizativo donde tengan espacios todas las experiencias y expresiones sociales de la resistencia contra el sistema de los explotación de los dominadores, es urgente, es una necesidad reunir todas las energía contrahegemónicas y antisistémicas en un solo partido, movimiento o simplemente en un frente a toda la población que ha sido victima (80%) del actual capitalismo desastroso desarrollado por el madurismo con el apoyo de la oposición progringa.
Y por supuesto, que estamos de acuerdo con las primarias popular como una herramienta de la democracia, pero siempre y cuando incluya a los chavistas empobrecidos y traicionados por el madurismo y a los opositores traicionados por las cúpulas de la oposición progringa. Pero divididos, ni un tantico así, divididos los enemigos del pueblo seguirán venciendo.