Es lamentable lo que nos está pasando a toda esa generación, la que para esta década 2020-30 cumplimos más de 70 años de edad cronológica, tanto los que adversan, como los que apoyan al gobierno que actualmente rige los destinos de esta República Bolivariana de Venezuela. Voy a dedicar este escrito para tratar de separar la cizaña del trigo, de hacer aclaraciones históricas que justifiquen los discursos de ambos sectores y para las nuevas generaciones, fundamentalmente las que ahora ejercen el Poder.
Comencemos por llegar a algunos acuerdos, que deben ser previos, para poder hacer las aseveraciones y conclusiones a las cuales he llegado y que son parte del legado que quiero dejar para las generaciones actuales y posteriores, que tienen la responsabilidad histórica de ejercer EL PODER o sea gobernar. El primer acuerdo es Dividir la vida humana, en tres fundamentales etapas: La primera desde el Nacimiento hasta los 20 años de edad, en ella lo que hacemos es recibir Información y Formación para la Convivencia y El Trabajo. La segunda, de 21 a 60 años, la cual es para Trabajar y Producir Bienes y Servicios para satisfacer las Necesidades de todos y la Tercera, de 60 años en adelante, para disfrutar a plenitud lo que trabajamos y produjimos. Un ejemplo el mío, yo nací en 1940 y hasta 1960 estuve recibiendo (bueno, malo, poco mucho, yo era en esencia un receptor). Aun cuando yo comencé a trabajar a los 15 años que hice el 6to. Grado, debí estar estudiando hasta los 20. Hasta el año 2000 estuve como Productor, año cuando fui pensionado por el Seguro Social. A partir del año 2001, supuestamente debería estar disfrutando y de eso nada.
Un segundo acuerdo: Es la aseveración persistente de que, a finales de cada siglo e inicio del siguiente, se producen hechos y cambios históricos en el mundo. Para nuestro ensayo vamos a considerar que a finales de los años 1800 e inicio del 1900, se dieron cambios que podrían ser considerados fundamentales para entender lo que ahora está ocurriendo en nuestra querida República Bolivariana de Venezuela. A finales de 1800 termina el régimen económico esclavista y se extiende el feudalismo en el campo y el de servidumbre en los pueblos y ciudades; llegan los andinos al poder, se debilitan los caudillos regionales y surgen las oligarquías que a partir de ese siglo ha tenido y ejercido EL PODER de la Nación venezolana en sus manos.
Como ya expliqué, estos escritos son autobiográficos y servirán para poder entender cuáles experiencias obtuve en esa vivencia de dos siglos: Mi madre, raza Negra, nació en la primera década de 1900 y me parió a los 30 años de edad; en pleno periodo productivo estuvo pariendo (12 hijos) y trabajando como sirvienta y cocinera en casas de familia y restaurantes de Caracas. Los que nacieron en las décadas de 1900 y 1910 les correspondió la responsabilidad de ser actores en los hechos históricos ocurridos durante los años 1930- 1970 - (desde Gómez hasta Leoni); a mi generación: 1940-50 le corresponde responder por los hechos ocurridos desde 1960 hasta el año 2000, o sea todo el periodo de la 4ta. República del Puntofijismo, hasta la llegada de Chávez al poder. Es a nuestra generación la que le corresponde el mérito de haber parido al Comandante Eterno y la Constitución de 1999.
Debemos aclarar que nuestra generación, nacida en los años 40 y 50, venimos de padres y madres que habían sobrevivido a la barbarie del gomecismo, del más cruel y atrasado régimen de gobierno del mundo occidental, el cual hizo el trabajo de entregar el territorio, sus riquezas y su cultura al naciente imperio norteamericano y para muchos de ellos la dictadura de Pérez Jiménez fue lo mejor que le pudo haber pasado al país.
A los que combatieron a Gómez, al perejimenismo y decidieron optar por la propuesta soviética marxista, le debemos la entrada de las ideas socialistas. Es desde allí en adelante cuando comienza el enfrentamiento al capitalismo norteamericano, el cual ya iniciaba a ejercer su hegemonía imperial en todo el continente suramericano. De esas dos concepciones se genera la división internacional del trabajo, la llamada guerra fría y la formación de dos bloques de poder que se disputaron y disputan el control del planeta y moldearon las mentes de nuestros padres. Ellos siempre buscaron la mejor opción, en base a las experiencias vividas desde 1810 hasta nuestros días. Fueron pasando por las etapas sucesivas de explotación económica del hombre por el hombre expresado por el esclavismo, el feudalismo y el capitalismo en menos de dos siglos, mientras a Europa esto le costó dos milenios.
Nosotros los sectores poblacionales pobres, de la generación nacidos en las décadas 40 y 50, nos criamos durante los primeros 20 años de nuestra vida sin ninguna idea de lo que significaba la Política y su práctica, eso era “cosa de la gente mayor rica y profesional”. Los analfabetos y las mujeres que éramos la gran mayoría, no podíamos ni nos interesábamos en participar en eso, es tal que hasta 1947 no se les otorga el derecho al voto a la mujer y a los analfabetos; para 1943 apenas teníamos 2.5 millones de habitantes y apenas de nuestros suelos se extraían 500 mil barriles de petróleo crudo; éramos un país rural, atrasado en todos los sentidos, que preferimos ser explotados por los empresarios gringos a seguir siéndolo por los dueños de las haciendas que, cuando lo hacían, nos pagaban con fichas.
Con este cuadro, pintado con gruesas pinceladas, estamos en capacidad de comenzar un dialogo para entender lo que nos está pasando y como es que hemos llegado a esta crisis estructural, de la cual unos esperan PODAMOS SALIR el próximo año, cambiando al actual gobierno y otros ejerciendo el PODER mínimamente hasta el 2030.
Comenzamos por señalar que, no es a la generación a la cual pertenezco, la que le corresponda el protagonismo de esta década y de la próxima; eso les corresponde a los nacidos durante los años 60 y 70 del siglo pasado, los cuales heredaron lo que nosotros los nacidos en las décadas 40 y 50 le dejamos. Nosotros hicimos nuestro trabajo, les corresponde a ellos hacer el suyo, así de sencillo. Si el nuestro fue bueno o malo, eficiente o ineficaz no está en discusión. Eso no tiene importancia ahora, pues es muy difícil retroceder el tiempo. Los que ahora ejercen El Poder, tienen todas las posibilidades de rechazar, modificar o aceptar lo recibido, ese es su derecho, como lo tuvimos nosotros cuando nos tocó hacerlo.
En mi diario transitar en encuentro con gente de mi generación, descontento con lo que están realizando desde el gobierno o la oposición, los actuales personeros que en esas instancias actúan; yo les quiero recordar que lo mismo hacíamos nosotros con los que nos antecedieron. Dejemos que ellos actúen y tratemos de disfrutar la cosecha de lo que sembramos. No nos queda otra alternativa. Dejemos que ellos descubran EL AGUA TIBIA, tal como lo hicimos nosotros.
Nota: Para no hacer tan largo este artículo, les prometo a mis pocos lectores, que en el próximo continuaré torturándoles con el mismo tema.