Sobre el tema de hoy, el triunfo de Javier Milei en Argentina, evidentemente que genera mucha preocupación en la región. Estamos hablando el avance de la ultraderecha en la región. En una de las economías más fuertes de la región. Un país donde gobernaba la izquierda, un gobierno que decía tener tendencia socialista, pero que luego de cuatro años la población decidió votar por el otro extremo, por el radicalismo de derecha, que compró de manera claro la reducción del Estado y sus programas sociales, la propuesta de privatización de todos los servicios públicos y empresas privadas, eliminación del Banco Central argentino, es decir, donde la mayoría de los electores compraron la idea que "el Estado es el mayor enemigo de la riqueza", es un empobrecedor, es un confiscador y es un mal administrador del erario público.
Eso fue lo que decidió Argentina el pasado domingo 19 de noviembre. Javier Milei un economista libertario o liberal, cuyo pensamiento económico se aproxima al anarcocapitalismo, una visión filosófica-política y económica que proviene de la Escuela económica austriaca, que propone la total abolición del Estado en favor de la soberanía individual a través de la propiedad privada y el libre mercado. Pero su plan se parece en un 90 % a los programas neoliberales.
Es necesario analizar sus "propuestas" de Estados y Económicas, que realmente no son nuevas en el planeta y mucho menos en Argentina. De hecho, es un modelo que ya ha fracasado y ha sido muy costosa para la población. Sólo 3 propuestas de Milei puede decirse son originales, que no hay patrón de referencia en Argentina, como lo son eliminar el Banco Central, eliminar la coparticipación e implementar los vouchers educativos. Incluso, varios analistas coinciden que su programa es parecido al de Cavallo, Menem, de La Rúa, Macri, Martínez de la Hoz y la dictadura. Es decir, es un retorno al pasado malo.
Pero la población argentina más bien aplicó el voto castigo, porque se cansó de esperar que la llamada izquierda lograra cubrir las expectativas de la población, incluso, no pudo controlar el dólar paralelo ni la inflación que genera, y por tanto, el empobrecimiento colectivo en crecimiento, a pesar que los indicadores macroeconómicos de Argentinas son de los mejores a nivel regional y su economía se ubica entre las más importantes del continente americano.
Estas medidas económicas repetidas de Milei, que ya tienen malas experiencias en las economías donde se aplica se encuentran:
• Privatizaciones de empresas y servicios públicos, como salud y educación.
• Apertura financiera: que es aquella que conduce a la especulación financiera, la fuga de divisas y la crisis de balanza de pagos, entre otras.
• Apertura comercial: que conduce al déficit comercial y la desindustrialización.
• Eliminación de la política fiscal como instrumento de política macroeconómica (Keynes):
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Que conlleva a reducción de impuestos, que siempre genera más desigualdad, inflación y fuga de capitales.
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La reducción del gasto, que tiende a peores servicios públicos y privados, a la usura, especulación de precios y por tanto, más inflación.
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Un Estado mínimo, sin mayor control de los mercados, que implica peores servicios públicos, mayores costos de salud y educación, menos ciencia y más fuga de cerebros.
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Implementará la flexibilización laboral, que lleva a empleos precarios, inestables, inseguros y mal pagados.
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Aumento de la iniciativa privada y el emprendimiento, similar a Ecuador, El Salvador, Colombia y Venezuela, donde la tendencia es más bien conformar empresas familiares o microempresas para el comercio de bienes y servicios importados que redes de empresarios conectados a sistemas industriales endógenos.
• Eliminación de la política monetaria, para controlar la liquidez monetaria y aplicar una dolarización de facto, que ya en el pasado llevó a una economía con alto niveles de desempleo como en los tiempos de Menem que alcanzó el 14 %, con de la Rúa el 18 % y que conllevó a la famosa crisis de 2001, donde el desempleo alcanzó 21 %.
Esas son algunas de las medidas macroeconómicas que piensa implementar Javier Milei. Aún muchos economistas no logramos explicarnos como una sociedad vuelve a entrar en ese ciclo de pasar de un extremo político-ideológico a otro cada cierto tiempo.