¡Seguid el ejemplo que Argentina dió!

Domingo, 26/11/2023 05:26 AM

Por el título es de esperar que sea juzgado y condenado a priori sin el beneficio de la duda pero que más se puede esperar.

No pretendo con estas líneas hacer un análisis cuantitativo del resultado electoral en Argentina y su impacto emocional en Venezuela, pero si aspiro que este modesto esfuerzo sea un aporte para la formulación de un análisis cualitativo que nos permita comprender el movimiento de los sectores populares hacia opciones "menos malas" que las actuales, de acuerdo a la experiencia política, económica y social de cada país.

La primera interrogante que nos debemos hacer para entrar en detalles es la siguiente: ¿Quien es menos malo entre Alberto Fernández y Nicolás Maduro? Y tener en consideración el referéndum consultivo sobre el reclamo histórico del territorio Esequibo y "el prestigio" que gozan la dirigencia del gobierno y la oposición venezolana.

El zigzageo de Fernández, electo por la base política de apoyo del peronismo organizado y movilizado primero por Néstor Kirchner y luego por Cristina Fernández de Kirchner, le dió una aureola al Presidente saliente por el antecedente de los gobiernos liderados por Néstor y Cristina, caracterizados por la protección del pueblo y radicalismo contra los poderosos agrupados en los dueños de los medios de comunicación con estrecha vinculación con factores ligados al poder económico y político mundial.

El resultado fue que este personaje gris pasó el período tratando de preservar su posición en una sistemática ambigüedad que sumergió al pueblo en una profunda crisis económica que no se la perdonarian en la primera oportunidad.

El asunto es que no tuvo suficiente hombria para firmar el indulto y Milagros Salas continua presa. Pero lo que ellos mismos no entienden es que igual le pasó al sandinismo cuando fueron derrotados por Violeta Chamorro, dicho posteriormente por un dirigente sandinista qué: "fueron derrotados porque perdieron la humildad".

Si miramos desde una perspectiva de águila encontramos detalles lapidarios de como fue llevado el pueblo argentino a elegir entre dos malos el menos malo, con un plomo en el ala para el candidato oficial de no tener nada que ofrecer, lógico, venía de formar parte del gobierno ambiguo de Fernández mientras qué, en la acera del frente estaba un paciente psiquiátrico imitando la retórica irracional de Donald Trump.

Con ese estilo de guapetón de barrio ofreció todo aquello que lesiona el estado de bienestar del pueblo argentino hasta el punto de animarlos a votar por su propio verdugo en una acción de rebeldía que Pepe Mújica definió como un error del pueblo justificando que los pueblos también tienen derecho a equivocarse.

Las cabezas de todos los analistas fueron fundidas con la victoria de un candidato que él mismo sabía que no tenía opción, tanto así que está improvisando la conformación de su equipo de gobierno.

Pero visto desde otro ángulo, el día D transcurrió con normalidad, el factor sorpresa de la victoria de Milei tiene su epicentro y justificación dentro de la estructura del partido oficialista porque Milei no contaba con un partido con estructura nacional, solo tenía presencia en tres provincias. Quiere decir esto que la ultraderecha ganó en Argentina con la base política de apoyo del peronismo, aunque suene escandalosa está afirmación no existe otra posibilidad.

¿Como se parece a nosotros el caso argentino? No digamos tanto que puede producir el efecto dominó porque el primer elemento que muy pocos o nadie considera es el salto cuántico que se aceleró con el surgimiento de la pandemia, cuarentena, vacunas y la guerra de Rusia contra Estados Unidos y la OTAN en Ucrania, no pretendo entrar en detalles y repetir algo que todos sabemos que siguió al bloqueo contra Rusia y su efecto boomerang dentro de los países bloqueadores, el calentamiento de las calles como resultado del impacto de las sanciones contra Rusia, los golpes de Estado y las salidas violentas de gobernantes como el cambio en menos de dos meses de 1er ministro en Reino Unido, golpes de Estado en África y las elecciones de los últimos tiempos en cuyos resultados no están ganando los favoritos de las encuestas ni los que tengan más recursos, es un fenómeno global, es un estado de ánimo general que está moviendo todos los cimientos, incluso está pugna llegó a estadios superiores por el control de la hegemonía mundial y el desprestigio de los organismos multilaterales.

Ese fenómeno no escapa de nuestra realidad que se parece mucho a la de otros países con el agravante de que aquí fue y es peor, de tal manera que la dirigencia del gobierno y la oposición se disputan en un empate técnico el más alto rechazo popular que nos lleva por el camino de la reedición de lo acontecido en Argentina.

Si es igual o peor ya veremos lo que pasa en las elecciones, creo particularmente que la estrategia de hacer un referéndum consultivo sobre una materia que de acuerdo al artículo 5 de nuestra Constitución Bolivariana define el concepto de Soberanía como irrenunciable e intransferible, por eso creo que la viveza criolla de los leguleyos mercenarios que asesoran a Maduro tenían el objetivo de "refrescar" la imagen agotada del gobierno y hacer control de daño tratando de usar "un posible" resultado favorable como símbolo del respaldo popular al Presidente con más rechazo en la historia del pensamiento de la raza humana.

Por lo menos Fernández puede vivir tranquilo porque allá no judicializaron los partidos políticos, esa práctica es propia de la extrema derecha, incluso Cristina en Argentina, Lula en Brasil, Evo en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador fueron judicializados como hicieron aquí desde el TSJ por orden de Miraflores y PSUV para escamotear las direcciones políticas de los partidos de izquierda que no estaban de acuerdo con la política económica y social desarrollada por el gobierno y su proceso reformista que nos hizo retroceder al periodo más oscuro de la cuarta república agravado por la cantidad de recursos económicos robados por la oposición apátrida vinculada a gobiernos extranjeros que nos sancionaron, bloquearon y robaron pero también por la impunidad y permisividad que facilitó el enriquecimiento súbito de una dirigencia del gobierno bajo auspicio de los poderes públicos.

Bajo estas condiciones vamos la próxima semana a un referéndum consultivo que nos obliga a pensar, ¿Que pasaría si la opción ganadora es 5 veces NO? Porque tenemos que aprender a interpretar lo que no dicen los dirigentes y los medios, por ejemplo: a los únicos que les conviene un conflicto bélico con Guyana es a la dirigencia del gobierno para despertar un falso sentimiento patriotero porque si lo que se quería era recuperar el Esequibo, solo había que seguir el ejemplo del General Marcos Pérez Jiménez cuando le dio un plazo de 10 minutos al gobierno de Colombia para desalojar los monjes o les bombardearia Bogotá, esas son las bolas de un verdadero patriota que no se va por las ramas de la retórica en un país donde la mayoría no le cree.

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