(Caso Mérida, no sé si en el resto del país es igual)
El solo pensar que posiblemente fuimos Nosotros, los Mayores de 70 años de edad, los que moldeamos la conducta de la mayoría de los actuales gobernantes y funcionarios públicos, que hoy están al frente de la Administración Pública Nacional, Regional y Municipal, dan ganas de ponerse a llorar. Lo primero con lo cual uno se encuentra, es la arrogancia que muestran ante nosotros los Adultos Mayores, la forma despectiva con la cual nos tratan, eludiendo darnos información para ayudarnos a realizar el trámite que nos llevó a esas oficinas, donde ellos se creen que son seres superiores y nosotros miserables lacayos y que cuando nos atienden, están haciéndonos un favor que debemos agradecerles.
Para muchos funcionarios de la Actual Administración Pública, con los cuales tengo que toparme diariamente, actúan como si ellos llegaron a esos cargos y puestos que ocupan, por la Gracia de Dios Padre Todopoderoso y/o por sus elevadas condiciones de liderazgo personal que poseen. Para Ellos, Nosotros los Adultos Mayores de 70 años, nada tuvimos que ver con eso. Ellos se creen que son los primeros y únicos que han ejercido los cargos y puestos que ahora ocupan, que son innovadores de los programas y servicios que prestan al público y que nunca antes alguien lo había hecho.
Que usted tenga 90 años de edad y encima un carnet de discapacidad, que usted ande con muletas, bastón o en sillas de ruedas, o que no pueda hablar, sea sordo o sufra de incontinencia urinaria, eso no es problema del funcionario público que le corresponde atendernos; después de obligarnos hacer nuestra cola como Raymundo y todo el mundo. ¿Que debía traer 20 fotocopias y trajo 19?, ese no es su problema. “Váyase y venga mañana y me la trae”. Mire, que yo vivo muy lejos y tengo que agarrar dos busetas para llegar aquí. “¿Y yo que hago?, ese no es mi problema, le falta una fotocopia y por eso no le puedo recibir la documentación y por favor, despeje, que hay otras personas esperando detrás de usted.”
¿Piensa el lector que estoy exagerando por lo que le estoy contando, o no es verdad? Solamente los que tenemos más de 70 años de edad y sufrimos de alguna discapacidad, podemos dar fé de ello y certificarlo. Los más jóvenes, que seguramente están en esos puestos palanqueados por recomendaciones de sus progenitores o familiares jubilados, son de los más altaneros y se creen con derecho humillarnos, haciéndonos ver nuestra ignorancia, por el desconocimiento que tenemos de los nuevos sistemas operativos implantados para obtener los servicios y que ahora, casi todos se realizan a través de las redes e internet. “Tiene que bajar un formulario, llenarlo y traerlo con copia”.… ¿Hijo, tu podrías hacerme ese favor? ¡No señor, ese no es mi trabajo!, vaya a un Cyber para que se lo hagan. Y el pobre viejo o señora mayor, que no tiene laptop, ni internet, ni un carajo, sale de esa oficina, con el rabo entre las piernas, humillado y maldiciendo por dentro. Los funcionarios que más tiempo tienen en la Administración Publica, algunos todavía quedan de la IV República y militan en la oposición, por dentro se alegran, pues saben que ese anciano(a), si puede ir a votar lo hará en contra del gobierno.
Antes, uno llevaba o introducía un escrito en algún ente de la administración pública y obtenía repuesta escrita. Ahora ¡NO!. Ahora con los nuevos métodos, hay que buscar una página web en las redes, llenar y enviar un formulario por correo electrónico a la dirección indicada y ellos supuestamente te responderán por la misma vía. ¿Ahora qué porcentaje de Adultos Mayores de 70 años pueden hacer eso? Nuestros nietos, cuando nos ven salen huyendo, porque ya saben que venimos a pedirles ayuda. Antes, cuando Nosotros éramos chicos, nos alegrábamos cuando el abuelo llegaba de visita, pues nos traía chucherías para degustarlas.
Para cobrar los bonos, a los afortunados Adultos Mayores que nos llega, es otra historia de humillaciones y “choreo” por parte de algunos hijos o nietos que nos hacen el favor de pasarlos a nuestras cuentas de ahorros y luego hay que darles dinero o brindarles cuando nos llevan al banco a cobrarlas. Hay un porcentaje de un 40% de adultos mayores de 70 años que son capaces de hacer todo ese proceso sin ayuda, pero un 60% tiene que ser apoyado por alguien que puede ser familiar o no, que sabe hacerlo y hay que darle algo.
Les he contado todo esto, para que los planificadores de Estrategias Electorales, lo tomen en cuenta, cuando estén planificando los mensajes que lanzaran al público, por los medios de comunicación y redes, con el fin de ganarse el voto hacia sus candidatos en los próximos comicios del 2024. No quisiera que les tomara de sorpresa el surgimiento sorpresivo de otro MILEI “made in Venezuela”.