Salvo los que mienten y los que prefieren dejarse mentir, pero el boletín del CNE no es más que un relato de embustes con claros propósitos de ocultar lo que está a los ojos de todo el mundo, que el referéndum el pueblo venezolano lo aprovecho como un plebiscito para decirle al madurismo, ¡queremos que se vayan! Casi la totalidad de los venezolanos pudieron demostrar, en los hechos, que el pueblo tiene ya la suficiente convicción y voluntad política para derrotar a su enemigo inmediato, el madurismo y a todo el chiripero de partidos por el creado. El madurismo quedó completamente solo, ya el pueblo no lo quiere, debe irse.
Ya no es posible para el CNE mentir sobre los resultados, ya no es posible para ningún opinador del gobierno tratar de ocultar una realidad que está a la vista, el pueblo está en contra de la continuidad del madurismo en el gobierno y lo sacará a la primera oportunidad que se le presente. Lo mejor que pueden hacer, si algo de responsabilidad y sensatez les queda, es restituir el derecho a la participación democrática establecida en la constitución.
Nadie podrá argumentar que el pueblo fue inducido por algún partido para que no fuera a votar, porque aquí se estableció una santa alianza, que va desde la derecha más antinacional y progringa como la de maría machado, pasando por la pseudoizquierda neurótica, hasta el mismo madurismo, que coincidieron en desplegar su mejor neopatriotismo burgués para tratar de convencer al pueblo venezolano que saliera a votar, por lo mismo que votó hace más de veinte años, que está plasmado en la constitución, pero que ellos no han sabido o no han querido cumplir; defender la soberanía nacional. El pueblo con su humilde sabiduría supo que hacer.
La derrota sufrida por el madurismo y su chiripero de partidos que ha creado a su antojo, es la antesala de la derrota en el 2024. Las cuentas de la participación el madurismo las tiene, saben que no superaran los 2 millones de votos con chiripero y todo.
La clave de lo que está ocurriendo en Venezuela, es que atravesamos por una crisis hegemónica u orgánica de la dominación del madurismo, para decirlo más sencillamente, el madurismo como la facción más exitosa de la contrarrevolución capitalista, ya no cuenta con el apoyo político suficiente del pueblo para mantenerse por más tiempo en el poder.
En tal sentido, seguimos insistiendo que ese pueblo huérfano de dirección política se sobrepuso y utilizando la táctica del silencio, envío un mensaje contundente: este gobierno esta técnicamente caído, en consecuencia se requiere construir un gran frente social-comunitario unido, de todos los trabajadores victimas de la explotación capitalista y avanzar hacia la construcción de un nuevo estado que garantice a toda la sociedad la libertad de oportunidades, y eso se puede lograr combinando la razón histórica con fuerza política.