Fidel nos dijo: “Revolución es sentido del momento histórico”. Es una enseñanza cardinal. Sin sentido del momento histórico, sin ubicación en el aquí y ahora, no es posible la victoria, sólo podemos cosechar movimientos inútiles. Intentemos ubicar nuestras luchas en el aquí y ahora venezolano.
Partamos de la tensión fundamental y desde allí tendamos líneas de relación. La tensión principal en el momento, es sin dudas, la contradicción entre Socialismo y capitalismo, entre chavismo verdadero y las diversas corrientes capitalistas, dentro y fuera del país. Todos los movimientos políticos en Venezuela, o en relación con ellas, están signados por esta contradicción. El asesinato de Chávez es la expresión más cruenta de esta tensión. La posterior traición se explica dentro de este cuadro de lucha. El capitalismo ha salido triunfante de la confrontación, aunque sólo en lo material; en lo principal, que es la espiritualidad, aún no ha consumado la victoria, el espíritu de Chávez aún recorre a civiles y militares.
El capitalismo nacional triunfante, tiene una fuerte sumisión al capitalismo imperial, se puede afirmar que actúa como un apéndice de los centros imperiales, su suerte depende de la voluntad de estos centros, su soberanía está hipotecada a ellos. En este momento sus movimientos tienen como fin conseguir la aprobación de los imperios, concretamente de los gringos que son los dueños de este patio trasero. La fracción que consiga este beneplácito será la triunfadora.
Los gringos son pragmáticos, el capitalismo se guía por su ganancia, esa es su divisa. En pos de la ganancia puede llegar a guerra, a genocidio, a todo. Entonces, la pregunta de ¿a quién apoyará? será a quién más ganancias les garantice. El madurato les garantiza todo, es la política sin filtros, son capaces de privatizar a Pdvsa en un “juacata”, sin espabilar, sin escrúpulos. Además no aguanta presión, lo demostraron las guarimbas, le abrieron las puertas de Miraflores al capitalismo, las medidas le facilitaron la entrada en el petróleo, presionar es la política de la banda de trump. En su contra tiene no haber podido enterrar al chavismo, dejar viva su espiritualidad; cambiaron el color, ocultaron los ojos, deformaron a Chávez pero no pueden enterrarlo, condenarlo, acusarlo, de Chávez aún maltrecho depende la justificación del madurato, sin Chávez se derrumban.
En la acera de enfrente, pero en la misma calle, encontramos a la oposición gringa, entregada total, aunque con un poco de mesura, disimulo, en su seno hay discusiones sobre privatizar a pdvsa. Tiene a su favor la posibilidad de enfrentar a la espiritualidad de Chávez, no tienen problema en atacarlo de frente, destruir su imagen, borrarlo, sacarlo del Cuartel de la Montaña, condenarlo al olvido.
Todo dependerá de la corriente que prevalezca en el gobierno imperial. Si son los moderados, que buscan los mismos fines que los radicales, pero con más paciencia, más lentamente, negociando, cambiando rehenes.
Y ¿dónde queda el Socialismo, dónde queda Chávez? El chavismo, el Socialismo, ya lo vemos por lo anterior, ha sufrido una dura derrota… en lo material. Ahora le queda la fuerza espiritual, Chávez vive en el corazón y los altares de los humildes, aún se recuerda el poder de la unión alrededor de objetivos altruistas que hicieron posible triunfos sobre golpes y sabotajes, no han podido borrarlo. Esa es su fuerza.
Es desde allí, desde lo espiritual, que debe arrancar la resurrección, convertirse en fuerza material. Podemos concluir que es en lo espiritual que se escenificará la batalla decisiva.
¡CHÁVEZ, FUERZA ESPIRITUAL!