Marx Idealista

Lunes, 08/01/2024 05:12 AM

Entre los numerosos textos que el Filósofo italiano Diego Fusaro (Turín, 1983) ha regalado al lector en lengua española, éste que hoy reseño, Marx Idealista (El Viejo Topo, 2020), es uno de los más útiles para comprender la trayectoria del gran pensador que es Fusaro (el linaje es: Fichte, Hegel, Marx, Gramsci y Preve). Pero la utilidad del libro se debe cifrar más allá: el libro también y sobre todo es útil para llevar a cabo una revolución interpretativa de un clásico entre los clásicos: Marx, supuesto padre de cosas como el "materialismo histórico", en realidad ¡era idealista!
Marx fue un idealista. Más aún: fue el último gran representante de la tradición idealista alemana, tradición que ha de estudiarse como un ciclo grandioso que abarca prácticamente todo el siglo XIX: el último ciclo de la Metafísica europea a partir de cuyo derrumbe no se hizo más que revolver fragmentos, pulverizar sistemas y barrer el polvo resultante.

Afirmar de manera abrupta que Marx fue idealista, contradiciendo al "marxismo" y a las propias declaraciones del filósofo, puede parecer un acto provocativo. Ahora bien, Fusaro no provoca inventándose las etiquetas y las filiaciones. De manera mucho más académica que su genial maestro Costanzo Preve (véase mi edición De la Comuna a la Comunidad, Fides, Tarragona, 2019, único libro en español, hasta donde yo sé, con textos de y sobre este autor), Fusaro documenta con enorme aparato bibliográfico esta especie de "reorientación gestáltica" de Marx, como le gustaba decir a Preve.

Preve (1943-2013), al igual que Fusaro, sostiene que el de Tréveris era uno de los más grandes pensadores comunitaristas. Su comunismo es, ante todo, un comunitarismo que sigue la misma hebra del pensamiento clásico que parte de Aristóteles y prosigue con Fichte y Hegel. El comunitarismo es la filosofía que sostiene que el individuo humano solamente puede realizar sus posibilidades en el seno de una comunidad formada por otros individuos, de los cuales el individuo depende y a cuyas necesidades auténticas sirve, como ser social que es. El comunitarismo de la polis griega ya resultó agredido por las constantes tendencias individualistas y egoístas de los poderosos de entonces.

En la Edad Moderna, especialmente de la mano de Locke, surge el pensamiento liberal, vale decir, la metafísica del individualismo: hoy en día esta metafísica ha hecho estragos, y es la base espiritual del capitalismo. En las propias aulas de la Escuela Pública enseñamos a los niños a "empoderarse" o a tomar lecciones de "emprendimiento". Preve y Fusaro coinciden en mostrar que el mayor peligro para el individuo (o persona, un ente apto para desarrollarse únicamente en el seno de una Comunidad y tomando en cuenta esa Comunidad) es el individualismo, un "ismo" que la ideología neoliberal ensalza con todos sus atributos: aislado, desarraigado, insolidario, egoísta, monádico.

Me permito recomendar al lector que revise de su mano las famosas Tesis sobre Feuerbach, una a una, y siga las pautas que en Marx Idealista se ofrecen. La clarísima influencia fichteana -antes que hegeliana, aunque también hegeliana- ofrece las pistas para esa "reorientación gestáltica" que nos propone Fusaro.

La raíz fichteana de las Thesen, su polémica contra el materialismo de Feuerbach, así como el estudio de pasajes clave de la Ideología Alemana, en los cuales se anuncia triunfalmente la aparición del mejor producto de la ciencia alemana, nos habla de un Marx netamente filósofo (no científico en el sentido positivista). Esa "ciencia alemana" quintaesenciada es un perfeccionamiento del idealismo de Fichte y de Hegel, no es ciencia en el sentido positivista inglés (baconiano, newtoniano). La ciencia alemana, dicho de una manera sucinta es, a) por la parte recibida de Fichte una Filosofía de la Praxis (Gramsci), y b) por la parte heredada de Hegel, un Saber de la Totalidad, y no del hecho atomizado. Se equivocó de plano Althusser: las declaraciones antifilosóficas de Marx, su "superación de la Filosofía" no iban encaminadas a la creación de una ciencia positivista, sino a relanzar la propia Filosofía entendida como ciencia total de la praxis, que comprende el mundo y lo transforma de manera revolucionaria.
Excelentes las notas de J. Miras, el traductor, que ayudan a comprender al lector los complejos términos hegelianos.

 

*Reseña de Diego Fusaro: Marx Idealista. Para una lectura herética del materialismo histórico (El Viejo Topo, Barcelona, 2020). Traducción de Joaquín Miras

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