La Venezuela posible y necesaria

Jueves, 29/02/2024 04:50 AM

Cuanta pertinencia tiene recordar la afirmación de Marx, expuesta en las Tesis sobre Feuerbach, acerca de que: "Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo". Ya que, no basta con revelar las razones y causas que dan explicación a la realidad vivida en determinadas sociedades. Sino que, es necesario pensar en lo que nos proponemos alcanzar, para lograr su transformación.

Debemos partir del hecho de que, después de superado el capitalismo rentístico, como modo de estructuración de la formación social de nuestro país, hay un ideal imaginado en proceso de construcción; por lo que, es una falsedad afirmar que el capitalismo sea el único modelo existente en la realidad nacional. Frente a él, viene fraguándose una nueva formación social venezolana, cuyos principios fundamentales descansan en la construcción de una economía y sociedad solidaria y sostenible; la cual hemos denominado: Socialismo Bolivariano del siglo XXI.

Modelo de sociedad que, sin ser perfecto, encarna lo positivo de una nueva realidad histórica para nuestro país. Cuya construcción es realizable si tenemos presente que, las posibilidades de lograr nuestro sueños y propósitos, es teniendo presente que toda transformación tiene en su haber "un espíritu constructor y un utopismo creciente que no teme a la realidad, sino que la trata como problema"; porque, es esa realidad la que despierta -y da fuerza- a la posibilidad de alcanzar las metas trazadas.

Ahora bien, la probabilidad de hacer posible la edificación del Socialismo Bolivariano del siglo XXI, depende de la conducta de sus constructores ante las limitaciones impuestas por quienes venían ostentando el poder con sus prácticas políticas obstruccionistas, desestabilizadoras y golpistas. Pero es necesario, asimismo, hacer de esa oferta alternativa una propuesta creíble, realizable. Porque, el Socialismo Bolivariano del siglo XXI es una utopía llena de esperanzas, que cuestiona los valores, los conceptos existentes, las verdades infalibles, los modelos que se han establecido para la organización social de nuestros pueblos.

Es una propuesta de cara a los nuevos tiempos. A la nueva realidad que se vive en el universo. Que rompe de manera radical con los programas de reajuste estructural impuestos por las instituciones financieras internacionales, que hicieron del "consenso de Washington", una suerte de nueva tabla de Moisés.

Pero es, al mismo tiempo, un proyecto político que rompe con el negacionismo y el negativismo, tanto de derecha como de "izquierda", como conducta sociopolítica. De aquellos que niegan "al otro"; que creen que sus ideas son las únicas ideas validas, verdaderas, racionales. Que han hecho de las tecnologías de la comunicación y la información su único medio de comunicación con el "pueblo". De aquellos que, trazan líneas imaginarias sobre su lienzo, pero, nunca encuentran su "punto de fuga".

A diferencia de lo afirmado por aquellos que cuestionan el redimensionamiento de la Revolución Bolivariana, los cambios que se están produciendo son para su consolidación. Para edificar: La Venezuela posible y necesaria.

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