Hace no menos de 15 años, en pleno apogeo revolucionario, el maestro Britto García publico una genialidad titulada “los matavotos”. Solo mentes lucidas, como las de este hombre, han tienen la capacidad de vislumbrar el futuro con tanta precisión. Más allá que esos matavotos, no lograran sus fines por aquellos días, hoy vemos como sus engendros se convirtieron en sepultureros de un proceso político de apenas 25 años.
Basta leer como cierra aquello para confirmar hoy, 15 años después, la precisión con que ese hombre que no dudo en cuestionar públicamente la Ley Antibloqueo y muchos otros desvaríos, pero que ya no vemos en canales del Estado defendiendo el “proyecto”, quizás porque ya no hay proyecto que defender o quien sabe porque.
“Funeral infalible de cualquier elección es el matavotos alcahueto, capaz de sepultar en las urnas a las más gigantescas mayorías electorales ¿Qué votante respaldará al fiscal que no fiscaliza, al procurador que no procura, al contralor que no controla, al defensor que no defiende, al legislador que no legisla, al juez que no juzga, al Conatel que no aplica la ley a las comunicaciones?
Matavotos hay de todos los sexos, edades y tendencias, pero en realidad forman un solo partido político que como plaga de langosta acaba con cuanta organización los admite o postula sin exigirles ideología, trayectoria ni obra”
Quizás vivimos en el reino de los matavotos, porque ni siquiera a la categoría de República llegamos. Un reino donde el propio rey ejerce monárquicamente su derecho infinito de matar la mayor cantidad de votos posibles persuadido de que es su derecho divino e incuestionable. Ese rey, como el Luis XVI de Francia, parece estar enterrando con sus acciones no ya su candidatura, porque inevitablemente seguirá gobernando, pero se convierte junto a toda su corte en el sepulturero de toda una época.
Ya aparecerán quienes como Robespierre, Marat o Danton cumplan su papel en esta historia que apenas comenzó hace unos pocos años, solo el tiempo dirá.
PD: los gobernantes de finales de la 4ta., nunca entendieron la reacción popular del 27F y la explicaron de mil maneras erróneas (sin hacer autocriticas), quizás los gobernantes de hoy tampoco tengan la capacidad de explicar reacciones que, en algún momento, el pueblo lleve a cabo.