El Arado y el Mar

Lo que ocultan las elecciones del 28 de julio

Miércoles, 03/04/2024 06:24 AM

Luego del magnicidio de Chávez, se desató dentro del chavismo una feroz lucha interna que el liderazgo del Comandante mantenía bajo control, amortiguaba. En ese momento, aflora con fuerza la corriente oportunista, de ideología marginal, que irrumpe con hambre de poder y se mueve para asegurarse el dominio absoluto; rápidamente, el poder los embriaga y los asusta. Se encuentran en medio de una gran riqueza, con un inmenso apoyo heredado, también rodeados de peligros, y frente de un camino que no conocen. Su miedo y su ambición los lleva a dejar el “peligroso” y desconocido Socialismo, a maridarse con el capitalismo conocido y seguro. Y comienzan a enriquecerse, a formar una “caco-burguesía”, que entra a saco en la riqueza nacional, y persigue al chavismo originario, al auténtico. Nace, así, el madurismo.

Esta caco-burguesía, con el correr del tiempo, se enfrenta a la burguesía gringa, la tradicional, que propugna el mismo saqueo de la riqueza nacional, el mismo despojo de trabajo, pero “con orden”, con visos de legalidad. Estos se comportan como un parásito exitoso que protege la vida del parasitado, y el madurismo como un parásito tosco que elimina al parasitado, acaban con el país.

Lo que hoy vive Venezuela es la lucha de estas dos fracciones de la burguesía: las guarimbas, los pedidos de invasión, los supuestos y los verdaderos atentados, las cárceles llenas de presos políticos, los exiliados, el éxodo. Las privatizaciones, las alianzas internacionales, las sanciones. La trácala electoral, todo es manifestación de esta puja. Por supuesto, las raras elecciones también.

La puja entre las dos burguesías va llegando a su culminación, la caco-burguesía, el madurato cumplió su papel de desmontar al ensayo Socialista, y en el empeño se transformó en una caco-burguesía, que al enriquecerse pone en peligro la existencia del sistema capitalista y de la nacionalidad. Ellos mismo decretaron su extinción, mientras más éxito tienen en robar, más se acercan a su fin. Hoy, no encuentran cómo dejar de ser lo forajido que son, transformaron al país todo en un instrumento a su imagen y semejanza, desde una humilde alcabala, hasta un ministerio se rigen por la doctrina del saqueo, de la apropiación de lo que sea y a costa de lo que sea, en todo hay matraca, todo se puede transar, todos son predadores de todos. No hay legalidad, todo puede pasar, nada es seguro.

Por supuesto, esta caco-burguesía choca con la burguesía más inteligente, que come hoy y come después, que protege a la víctima para poder expoliarla, que crea una red de leyes para protegerse entre ellos, que nadie se pase de vivo; para protegerse de los explotados, de los despojados, leyes que deben ser cumplidas por el bien del sistema. El madurismo, fácil es de entender, tiene los días contados, no tiene futuro. No es Socialista y no encaja con el capitalismo, no es confiable para nadie.

Las elecciones del 28 marcan el fin del madurismo, pase lo que pase allí, el madurismo saldrá debilitado. Si gana maduro, como está previsto, saldrá tan ilegitimado, tan inocultable su debilidad que la cúpula más íntima del madurato quedará aislada, y se desatará una epidemia de búsqueda de salvavidas, una verdadera estampida de desesperados que se agarran de cualquier hierro caliente, para no ser arrastrados por la derrota real, inocultable.

¡CHÁVEZ, FUTURO!

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