El presidente colombiano Gustavo Petro regresó nuevamente sobre sus fueros y volvió a embestir como un toro bravo. Con mejor intensidad que en el anterior resurgimiento; se percató de los “votos de confianza” que le llegaron los lados de la canalla. Recordó a Leopoldo López, que por cierto fue recibido en su oportunidad con bombos y platillos por su archí oponente Alvaro Uribe; Ahora sale abogando por él; diciendo que también lo inhabilitaron en Venezuela; pero mete en el saco del olvido, que fue el mismo señor de las guarimbas de los años 2015, 2016 y 2017 y de cuanto acto desestabilizador y terrorista había aquí. Luego se mete en la calle del medio a defender a la inhabilitada, que si patati, que si patata. A sabiendas que la inhabilitada sabía de la imposibilidad de ser candidata; faltando horas para el proceso nombró a sus sustituta para la inscripción en el proceso del 25 de marzo por el CNE; que tampoco se presento para su respectiva inscripción; lo que si hicierón los restantes 12 candidatos. Salió, luego victimizándose en los espacios internacionales, señalando que le estaban negando sus derechos; mientras que los otros opositores, que de pendejos no tienen un pelo, lo hicieron sin ningún obstáculo. Recordemos que en el 2022, cuando María Corina se percató de su triunfo salió diciendo: “El proyecto de Petro es muy peligroso, pero derrotable. Lucharemos unidos colombianos y venezolanos por nuestra libertad”. Ahora usted que tiene memoria frágil, acoge el llamado de esta señora y junto a ella quiere luchar en nuestro país por una democracia diseñada por quienes nos tienen acogotados de sanciones y bloqueos. Además Petro pasa por ignorante al decir que le pusieron obstáculos para la inscripción a la Machado y “otros” candidatos que estando inhabilitados se les dejo participar. No dijo nada de los inhabilitados de otros países, que les negaron su derecho a participar.
Habla del gastado argumento del Departamento de Estado gringo de la falta de confianza de la comunidad internacional en el proceso electoral venezolano. Con esto, lo que busca Petro , como lo señaló el canciller Yvan Gil es complacer los designios de los gringos. Ya la inhabilitada, no sabe dónde colocar a Petro, con carantoñas de los más dulces por su gesto de salir en su defensa. Mañana o pasado cuando la oligarquía colombiana suelten sus amarras y le digan hasta aquí llegamos; como hicieron allá en el Peru con el pana Castillo, que nada quiso acercarse a los presidentes compañeros de ruta; sino que se dedicó a abrir espacios con la oligarquía peruana y en las primeras de cambio lo declararon en vacancia y le montaron a una audaz dama amante de los finos relojes rolex. Pero esta es otra historia.
Si vamos a los anales de la historia colombiana, de ese país hemos recibido traiciones y zancadillas de todo tipo y nada menos las recibió Bolívar de su mentor Francisco de Paula Santander; que dentro de su abultado accionar está el de ser el autor intelectual del asesinato del Mariscal Sucre y del coronel Nicolás Infante. Luego al gobierno colombiano, después de una retahíla de sátrapas de la peor especie, llego Gustavo Petro y ahora quiere limpiar su pasado de guerrillero y transformarse en un niño de bien, arrepentido para que lo dejen entrar por todo lo alto en el Departamento de Estado gringo. Los gringos pasan factura tarde o temprano