El madurismo, en concordancia con su condición ideológica, al no más capturar el poder comenzó a construir un tejido que le permitiera permanecer en el gobierno por “las buenas o por las malas”, en su visión estratégica no cabe dejar el poder, su existencia está ligada al gobierno, fuera de allí no son nada, se les quema el rabo de paja.
Hoy tenemos al madurismo dueño de todo, paga y se da los vueltos: tiene a la fiscalía, al cne, al poder judicial, al legislativo. De esta manera, construye leyes a la carta de acuerdo con las circunstancias, inhabilita, crea falsos positivos, potes de humos, con su poderoso aparato de deformación crea realidades virtuales, un día la culpa de los males son las sanciones, y el otro dice que no importan que el país creció, ocultan que quienes crecen son los capitalistas, los depredadores del petróleo. Es así, tienen una “legalidad” a su imagen y semejanza, un país secuestrado.
En estas condiciones, dentro de esta “legalidad” del pranato, con leyes cambiantes, que crecen de la noche a la mañana, no hay posibilidades de salir del madurismo, no hay amanecer posible. Y si a estas circunstancias le sumamos el miedo, el chantaje, la represión brutal a cualquier disidencia llegamos a la conclusión de que la solución está fuera de esa legalidad, y será violenta. No es un deseo de individualidades, es una realidad histórica, que debe ser dicha con valentía: el madurismo ha creado las condiciones para una salida violenta. El peligro ahora es el signo de esa salida. Mientras los factores políticos juegan a una paz boba que solo existe en la ficción, la realidad real se encamina a territorios de violencia. Aquí todos están con un pie fuera de la legalidad del madurismo.
El complejo de dominación capitalista, gobierno y oposición gringa, no ha sido capaz de estabilizar su dominación, al contrario, cada día pierde más credibilidad. Las encuestas no mienten, el madurismo no sube de un dígito, la oposición marigringos enredados en sus ambiciones pierden apoyo, faltaría ver los números de la abstención, aunque ya tuvimos un adelanto con el referéndum del Esequibo, con las elecciones bufas del domingo 21, y con los millones empujados al exilio.
Es esfuerzo vano hacerse ilusiones con las elecciones en estas condiciones, no sirven para sacar al madurismo-capitalismo, ni siquiera sirven para acumular fuerza para un cambio futuro, son instrumento para atornillar al madurismo. El centro de la actividad política hoy debe estar fuera de esa legalidad ficticia. Preparar a la masa para el desenlace de lo que ya ella ha prefigurado, que haga consciente el desacato a la legalidad madurista, que en la práctica, en la vida ya ha hecho.
Las fuerzas revolucionarias, los patriotas, los justos, debían entender esta situación y actuar en consecuencia, pedir la renuncia del ejecutivo y sus satélites, debe ser el primer paso. Luego, que el aparato del Estado sea recompuesto, que el espíritu colectivo de la masa, la conciencia de pertenencia a la sociedad sea reconstruida, que la organización social sea rescatada, que la verdad impere de nuevo en los directivos, entonces, se debe convocar a unas elecciones libérrimas, límpidas, con participación de todos, con discusiones y debates públicos, que todos se enteren de lo que piensan todos. Estamos seguros que de unas elecciones así, la Revolución saldrá victoriosa.
¡CON CHÁVEZ ES LA SOLUCIÓN!