Simón Bolívar en Afroindianidad

Viernes, 26/04/2024 05:16 AM

Este título pudiera parecer extraño y atrevido, sin embargo el polémico columnista venezolano Ibsen Martínez el 22 de junio de 2020 escribió un artículo para el Diario El País de España titulado: "Bolívar y sus negros" donde habla de un Bolivar zambo, también utilizado para nuestro emblemático personaje, el zambo José Leonardo Chirino, expresión esta que según él no entraña desdén racista y solo designa familiarmente al mestizo de negro e indio, como algunos tipos de animales (gallo, caballo, etc.) diciendo textualmente lo siguiente:

"Muchos historiadores que conozco, reaccionarios y progres por igual, habrían titulado "Bolívar y los afrodescendientes" sin pensárselo mucho, arrebatados por el revisionismo crítico de la memoria que para bien o para mal circula ya, anaeróbicamente, desde hace décadas."

Por otra parte, la obra Simón Bolívar, del historiador alemán, Gerhard Masur, publicada en el año 1948 por la Universidad de Nuevo México y considerada por reconocidos latinoamericanistas europeos como una de las mejores obras escritas en idioma inglés, al año siguiente se publicó en alemán y como muchas veces ocurre, traducida al español en 1960 por una editorial mexicana y casi 40 años después, en el año 1987 se publicó en Caracas, con prólogo del carupanero Dr. José Luis Salcedo-Bastardo, personaje que ocupó destacados cargos en la docencia, la política y la cultura, fue Fundador de la Cátedra Pensamiento Social del Libertador, en la Universidad Central de Venezuela; fundador y rector de la Universidad Santa María; vicerrector de la Universidad Central de Venezuela. Presidente de la Comisión Presidencial para la Celebración del Bicentenario del Nacimiento de Simón Bolívar, en 1983. Curiosamente en ese prólogo y siendo diplomático destacado en Inglaterra, dice textualmente:

"En nuestro < Bolívar: un continente y un destino > examinamos esa relación que el Libertador quería íntima. Ante la iniciativa de Santander en pro de la participación británica en el Congreso del Istmo la respuesta de Bolívar--un político de realidades--es circunstancial y provisionalmente favorable--"por ahora"--en relación a los beneficios < positivos, próximos y sensibles > que la alianza con la Gran Bretaña prometía de inmediato, cuando se temía una agresión de incalculables proyecciones desde ultramar"

De las memorias de la Insurgencia publicadas en 2010 como un esfuerzo del Centro Nacional de Historia y el Archivo General de la Nación en una recopilación de 245 personajes, todos y todas interesantes que dan cuenta de personajes que han sido invisibilizadas por la historiografía tradicional, siendo tratados con desdén clasista, sexista y racista hacia las culturas populares constitutivas de la venezolanidad con los que originalmente ocuparon estos espacios, los que invadieron desde Europa y quienes fueros secuestrados del continente africano, como se manifiesta en el artículo 100° de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

El 2 de junio de 1816 el Libertador Simón Bolívar, en ejercicio de la autoridad que concentraba en lo ejecutivo, legislativo y judicial y que emanaba de su nombramiento como Jefe Supremo de la República, emitió en Carúpano el decreto de "libertad absoluta de los esclavos", con el propósito de hacer justicia a la masa de mujeres y hombres sometidos como propiedad de otro, y con el claro objetivo político de sumarlos a la causa independentista.

El 4 de julio de 1825, Bolívar, Encargado del Supremo Mando, proclamaba en el Cuzco los derechos del indio como ciudadano y prohibía las prácticas de explotación a las que se lo tenía sometido desde los siglos anteriores. El decreto tenía vital importancia y magnitud si entendemos que, incluso, se llegó a temer por la extinción de la población indígena, sujeta a servidumbre en las minas por parte de las clases parasitarias del Alto y Bajo Perú, que habían gobernado hasta entonces.

De haberse logrado hacer cumplir este decreto, se hubiera dado un paso fundamental en la revolución social. Pero lejos se estaba de resolver la cuestión social si no se podía resolver la cuestión nacional -unidad nacional, revolución industrial y revolución democrática- que liberaría a la sociedad colonial de su atraso productivo y de sus desigualdades civiles en general. Como el propio plan de unidad y federación, aquel decreto socialmente revolucionario no se podría efectivizar en una sociedad atrasada desde todo punto de vista, sin desalojar antes a las oligarquías enquistadas en el poder real.

Sin embargo los libertadores consideraban que los indígenas eran un obstáculo para el desarrollo nacional y creían que «la autonomía que habían heredado del régimen colonial debía terminar mediante su integración a la nación».

Finalmente, se hicieron importantes las alianzas ente los indígenas o pueblos originarios de America (Abya Yala) con los venidos de África en condición de esclavizados conformando y fortaleciendo el proceso del cimarronaje, como en el caso de los indios Tomuzos o Tomuzas de la hoy subregión de Barlovento, Los Valles del Tuy y parte del Estado Guarico, avanzando el proceso del llamado "mestizaje".

(*) Ponencia presentada en LA IV CONVENCION NACIONAL DE ESTUDIOS Y FORMACION AVANZADA D E LA UBV

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