Fusión y Convivencias

Despolitización de un país, y el mal arbitraje religioso que trae su desconstrucción industrial y social

Sábado, 04/05/2024 07:07 AM

Hay una difusión clara y precisa de la mala fe. En Literatura implica opresión, un asunto muy diferente a lo que creemos. El imperativo moral se viene descubriendo desde siglo atrás, por lo estético. Por ejemplo, el sentido de libertad se presenta como una fuente que nos da el terreno de la generosidad, pero, en oportunidades se centra en el ejercicio de libertad de los hombres.

Es triste observar la ignorancia en el campo ideológico por la militancia consciente e intencionada de lo que se cree, desde Las Asambleas Evangélicas hasta el campo político es la misma línea de opresión para los hombres, y dominación hacía las damas que se dignan en reunirse en un recinto político u cristiano.

Es claro, la mala fe es una evasión de la conciencia, hacía la condición de respeto que debe existir en lo conducente a la libertad. En el presente, nos encontramos en un subjetivismo que se descubre a sí mismo para establecer una hipótesis, pero, muchos cristianos lo reflejan como revelaciones, y los políticos como una extensión del poder dado por el César en el universo greco- romano, y por los sultanes del imperio carolingio en el mundo medo- persa hasta hoy.

Bajo esta visión, nos damos cuenta que no hay coherencia en el concepto espiritual y político, solo le vemos como un mundo inmanente. Bajo esta visión, nos damos cuenta que no hay coherencia en el concepto espiritual y político, solo le vemos como un mundo inmanente. Todo se dio, como la producción que se ha escrito, y como se ejecutan sus formulaciones.

Evidentemente, estamos involucrado en un proceso de análisis de identidad. Esto, ha traído contradicciones entre los personajes que desean regir el campo político y espiritual de los venezolanos.

La percepción y mala fe, no son hechos aislados. Se abren interrogantes que se han propagado por Europa con sus conflictos hacía el Este asiático. En 1839, Fermín Toro denunciaba el individualismo que caracterizaba al pueblo venezolano y americano en general, son fenómenos aislados en el tiempo.

Veníamos respondiendo a un proceso de desarrollo, que fue anclado para desconstruir un país, tanto por un grupo de civiles y militares que dañaron su industrialización, como lo indicado en el sistema integrado nacional de energía eléctrica, como religiosos que se adaptaron al Estado benefactor para aplicar manejos de mala conciencia y fe. Esto, trajo desigualdad en el manejo de las ideologías, que eran sustituidas por el materialismo histórico y dialectico, que nada tenían que ver con el manejo de la estructura mercantilista, estructuralista y, el mismo capitalismo

Cualquiera sea el razonamiento, el proceso socioeconómico de nuestro país ha sido alienado, y lo referente a la realidad, todo carece de legalidad, porque la relación de trabajo viene siendo mal pagada, lo que trae disolución social cuantificada. La sociedad venezolana, gracias a la mala interpretación espiritual de su dominio religioso, y a su contexto social ha sido despolitizada, y supone que la verbalización en el ciudadano es muy escasa.

La ideología jamás ha justificado un estado de hecho en el seno de los grupos dominantes y dominado. América Latina, ha reflejado una gran debilidad, porque existe una ineptitud para el cambio, y una incapacidad para asumir el control absoluto del gobierno. Los militares y muchos civiles, no les interesa la política en el Cono Sur, solo la autopercepción para apoderarse y controlar sus riquezas.

Se tiene ideología, cuando hay una conciencia en sí. Nadie puede cabalgar sobre los espectros sociales, porque se originan crisis en el desarrollo histórico contemporáneo

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