Todo este proceso de inhabilitaciones de personas y partidos, impedir legalizar organizaciones, intervención anticonstitucional de partidos, etc. ha sido creado para quitar del camino a opositores del gobierno que representaran alternativas de cambio de presidente. En las circunstancias actuales este cambio es una condición necesaria, para que regresemos a la Constitución y a la Ley, y al ejercicio de los derechos civiles y políticos de los ciudadanos, incluido el derecho a elegir democráticamente.
Estas inhabilitaciones y otros procedimientos dejarían sin representar a una cantidad numerosa de ciudadanos y, según los cálculos del Psuv-gobierno, produciría la abstención favorable al actual presidente a fin de mantenerse en Miraflores. Aunque todos sabemos eso, existen unos pocos opinadores “distraídos” que declaran que tal proceso es una respuesta revolucionaria a las medidas coercitivas unilaterales (es decir de las sanciones) y, llegan a decirnos, que las mismas nos están protegiendo del imperialismo gringo y del capitalismo.
Tal proceso es obra de la exclusiva autoría de unos distinguidos ciudadanos que viven bien y visten muy elegantes con zapatos muy bonitos, tienen una nevera repleta provista de carne, huevo, pollito, queso y exquisiteces y, hasta tienen camioneta 4x4 último modelo. No se vaya a creer que usan el transporte público que usamos los trabajadores para ir a ganarnos el salario mínimo de 130 bolos. La élite misma, pues; la que decide todo en Miraflores, en el CNE, TSJ, Fiscalía, etc. “Casualmente”, la misma que congeló las convenciones colectivas y mantiene a los trabajadores en condición de esclavitud muriendo de hambre.
Como parte de tal proceso, recientemente Jorge R. le pide al Presidente del CNE que le retire la invitación a la Unión Europea ─cosa que ya estaba prevista con anterioridad─ que vendría a ver cómo es nuestra límpida elección presidencial. Uno se pregunta en qué estarán pensando.
En virtud de estas realidades y de todo el castigo que hemos recibido ¿Qué hacemos el 28?
Nos quedan estos caminos:
(A) Votamos por el candidato que garantiza que todo seguirá igual, por ejemplo:
-Igual servicio eléctrico … o peor … ¡Ave María Purísima!
-Igual salario mínimo durante 6 años mas con las implicaciones en vacaciones, aguinaldos miserables y fraccionados y nuestras prestaciones en el bolsillo de unos vivos.
-Igual servicio de agua … ¡Cristo aparecido!
-Igual servicio de internet, es decir, sin internet.
-Igual servicio de salud pública. No nos enfermemos ni nos muramos en estos 6 largos años en los que todo sería igual o peor, pues endeudaríamos a nuestros familiares. Tendríamos que aguantarnos 6 años mas para no arrastrar a la ruina definitiva a quienes dejaremos en este valle de lágrimas en que nos han convertido a nuestro país. (Digo nuestro, aunque por el momento el país sea solo de ellos y de los vivitos de Fedecámaras y afines).
-Violaciones masivas de la Constitución.
(B) No votamos, es decir, nos abstenemos. Justo lo que desea el actual gobierno y para lo cual nos ha diseñado este proceso electoral con tantas restricciones e inhabilitaciones. Absteniéndose, usted está haciendo precisamente aquello que el gobierno-Psuv ha programado que usted haga para favorecerse. No se abstenga, recuerde los últimos tres 1°s de mayo y los cortes de luz que nos reducen el tiempo de vida que aún no nos han expropiado.
(C) ¿Votar nulo?
Hasta el sol de hoy al CNE no ha dispuesto esta posibilidad y, si existiera, sería en las circunstancias actuales lo mismo que abstenerse. El 80 % de los ciudadanos y ciudadanas queremos votar y castigar al mal gobierno.
(E) Concentrar el voto en un candidato que tenga posibilidad de éxito.
Así pues, recuerde a la hora del voto y del castigo los apagones y los aparatos dañados, los tres últimos 1°s de mayo, y el monto del salario mínimo; verá todo clarito, como si saliera de un corte de luz.