A tan solo 9 días del sufragio presidencial el panorama nacional luce sombrío, tomando en consideración las declaraciones de voceros calificados de los extremos, cargadas de amenazas, y advertencias, lo cual vislumbra escenarios de violencia y de choques, que involucran a partidarios de los bandos extremos en pugna, el propio presidente, señala al candidato de la PUD de ser el representante del fascismo, para luego afirmar que sí gana el fascismo habrá guerra civil, y Pillieri vocero de la PUD, dijo que ellos solo reconocerán el resultado expresado en las actas de las mesas electorales y no lo que diga el CNE, es decir desconociendo al árbitro oficial electoral.
Por otro lado, al decir del Madurismo, sostienen que su candidatura no baja del 55%, del otro lado, y duplica a la plataforma unitaria, y la PUD habla de una diferencia a favor de más de 30 puntos a favor de Edmundo González, sobre su competidor Nicolás Maduro; otros actores tal es el caso de Claudio Fermín, plantean que los venezolanos no deberíamos caer en el juego diabólico de la polarización, pues hay otras opciones con planes y programas para gobernar al país, completamente distinta al proyecto chavomadurista, y también al proyecto llamado " Tierra de Gracia", propuesto por la dirigente Maria Corina Machado, y asumido por el candidato Edmundo González Urrutia.
Parte de la izquierda no chavista está cerrando filas con la candidatura de Enrique Márquez.
Por todo lo dicho en este escrito, estamos en presencia de un cuadro complejo e incierto que tendrá su desenlace los días 28 y 29 de Julio, nos referimos en lo electoral, ya que sabemos que en cuanto a la economía no habrá cambios, pues el modelo neoliberal compartido por las élites, es el mismo en el caso de los candidatos de mayor opción; a pesar de todo lo expresado, podemos afirmar que afortunadamente el pueblo venezolano es pacifico, partidario de la paz, y nuestra fuerza Armada consciente de su responsabilidad constitucional, está llamada a mantener el orden institucional, no vinculada a parcialidad partidista alguna, y más aún en el contexto del actual proceso electoral, donde el mundo tiene la vista puesta, los pronunciamientos de Gustavo Petro y de Lula Da Silva así lo testimonian.