La penetración y soporte reaccionario fascista contra Venezuela y el pueblo venezolano

Lunes, 22/07/2024 05:35 AM

Es complejo y difícil hacer un análisis lo más amplio posible explicativo del por qué en Venezuela el fascismo logró presentar en este proceso electoral que culmina 28 de julio de este año una “supuesta” candidatura presidencial forjada autoritariamente por una figura femenina fascista (innombrable) decisión tomada por el poder imperial de EEUU. Esta “supuesta” candidatura y figura femenina son expresiones y representaciones exactas de actuaciones perversas hechas en varias décadas que conviene especificar adecuadamente para evitar confusiones en ambos casos. 

En caso de la “supuesta” candidatura se quiere presentar como un antiguo “diplomático” que fue embajador de Venezuela sin que se muestre para nada cuál fue su desempeño en este sentido. Además es un auténtico desconocido como ciudadano que haya tenido determinada actuación pública, cuestión que en absoluto importa a quienes decidieron lanzarlo a cumplir un papel de individuo enteramente manipulable como candidato para este proceso electoral. Pero este “candidato” tiene una historia oscura (oculta) que no interesa a quienes lo impulsan sea conocida por la población venezolana. 

En cuanto a la figura femenina innombrable (por el contrario) su actuación perversa contra Venezuela y el pueblo venezolano si ha sido pública, notoria, continua y persistente durante más de veinte años (2002-2024); que inició cuando apareció respaldando el golpe militar y autoproclamación de Pedro Carmona Estanga el 12 de abril de 2002 en el Palacio de Miraflores hasta el presente. Trayecto en el que ha protagonizado y promovido actos de todo tipo violentos y terroristas, exigiendo la aplicación de las mayores acciones imperiales contra nuestro pueblo, al país, proclamando y jurando a sus amos y protectores continuar luchando contra Revolución Bolivariana liderada por Presidente Hugo Chávez Frías y continuada por el Presidente Nicolás Maduro Moros.  

Esta “supuesta” candidatura, la femenina innombrable y funestas fuerzas que los respaldan constituyen hoy, sin duda alguna, la forma más peligrosa que tiene la República Bolivariana de Venezuela para continuar existiendo como Nación libre, soberana e independiente y en paz, como igualmente para el pueblo para que continúe manteniendo su lucha con vocación, conciencia y lucha emancipadora para tener y conquistar el máximo bienestar y seguridad posibles tal como fue el deseo que convirtió en proclama nuestro Libertador Simón Bolívar y asumió como política radical de concreción el comandante Presidente Hugo Chávez. Estas fuerzas por el contrario han representado ser avanzada imperialista de EEUU, países de la Unión Europea (UE), el sionismo israelita (Israel) y factores de la extrema derecha terrorista a nivel mundial; cuya última expresión es el perverso presidente de Argentina Javier Milei.

Varios factores se pueden ubicar desde el punto de vista socio-histórico, político, económico y cultural que convergen en esta realidad, como una primera aproximación analítica en este aspecto de la penetración y el soporte reaccionario fascista en Venezuela.

Los hay si tomamos diferencias históricamente claras a partir del 23 de enero de 1958 con el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez (1952-1958) e instauración de la democracia representativa en Venezuela para comparar la forma de hacer y confrontar políticamente; periodo que ubicamos  de 1958 a 1998 año en que ganó Hugo Chávez Frías el 6 de diciembre la Presidencia de la República y la asume constitucionalmente 2 de febrero 1999. De 1999 al 2024 la confrontación sociopolítica opositora asumida por las fuerzas contrarias al proceso de Revolución Bolivariana ha sido sustancialmente distinta a la que tuvieron los gobiernos de los partidos del Pacto de Puntofijo que por cuarenta años hegemónicamente gobernaron en Venezuela (1959-1999); Pacto firmado en 1958 por los partidos y máximos representantes de Acción Democrática (AD), Unión Republicana Democrática (URD) y Copei. Fueron los gobiernos electos de Rómulo Betancourt (1959-1964) y Raúl Leoni (1964-1969) de AD, Rafael Caldera  (1969-1974) de Copei, Carlos Andrés Pérez (1974-1979) (AD), Luís Herrera Campins (1979-1984) (Copei), Jaime Lusinchi (1984-1989) (AD), Carlos Andrés Pérez (1989-1993) (AD) y Rafael Caldera (1994-1999) en una convergencia y confluencia de partidos llamada el chiripiro que surgió como especie de ruptura con el Pacto de Puntofijo pero que terminó aplicando la orientación económica neoliberal seguida en las últimas décadas del siglo XX por los gobiernos de Herrera C., Lusinchi y Carlos Andrés Pérez. 

Estos gobiernos de la democracia liberal representativa tuvieron fuerzas políticas que los confrontaron abiertamente bien de forma democrática o por la violencia armada (de guerrillas) como ocurrió de 1962 a finales de los años setenta del siglo pasado. En un principio, en 1960, la lucha entre los partidos opuestos al Pacto de Puntofijo fue democrática pero a partir de 1961 la confrontación asumió un carácter violento sobre todo de los partidos de izquierda predominantes en ese momento: Partido Comunista de Venezuela (PCV) y Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) como una respuesta a la política represiva del presidente Rómulo Betancourt. Luego estos partidos asumieron la lucha guerrillera combatida y derrotada por estos gobiernos en una tenaz lucha militar antiguerrillera y antisubversiva en 1966. También hay que señalar que hubo la oposición y el enfrentamiento de otros partidos distintos a los existentes en 1958 surgidos de la división de AD: primero el MIR, luego el ARS y finalmente el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP); la constitución del Partido Revolucionario de Integración Nacionalista (PRIN); del PCV el Movimiento Al Socialismo (MAS), Causa R, y Vanguardia Comunista que llevaron adelante una lucha y confrontación democrática con gobiernos de turno y entre si y buscaron alcanzar la Presidencia de la República de esta manera de 1968 a 1998.

Lo que interesa destacar aquí es que esta lucha opositora y de confrontación entre gobiernos, partidos y fuerzas opositoras en cualquiera de ellas fue asumida principalmente con base a diferencias y discrepancias radicales o no de carácter político, ideológico y programáticos, sustentadas en el socialismo por los partidos de izquierda; la socialdemocracia y el liberalismo de AD y el socialcristianismo-liberalismo de Copei; en el caso de otros partidos por razones de orden programático o intereses de otro tipo. De la misma manera las protestas y manifestaciones que hubo en Venezuela realizada por el pueblo, estudiantes, obreros, sindicatos y gremios fue por razones legítimas, válidas y en demanda de reivindicaciones socioeconómicas, de lucha política, social o contra la muerte y asesinato por represión gubernamental de una persona en particular o colectivamente como fue el caso de muchas muertes en este sentido. Pero desde el punto de vista político e ideológico no hubo un fundamento basado en el odio, la destrucción de Venezuela como país libre y soberano o radicalmente de lucha contra el pueblo, fuerzas de organización popular o ir contra la Constitución Nacional de Venezuela aprobada por el antiguo Congreso Nacional en 1961. 

La lucha y expresión fascista en Venezuela se manifiesta claramente a partir del 2002 por la unión de todas las fuerzas opositoras al Presidente Chávez: partidistas, organizaciones empresariales como Fedecámaras,  Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), cúpula de la iglesia católica venezolana, las empresas y medios de comunicación social (prensa, radio y TV.), con el respaldo obtenido de EEUU y gobierno de España de José María Aznar para derrocar al presidente Hugo Chávez con el golpe militar del 11 de abril 2002 y posterior retoma del poder presidencial dos días después: el 13 de abril de 2002. 

En diciembre de este mismo 2002 estas fuerzas habían iniciado su estrategia de derrocamiento del presidente Chávez convocando a un paro nacional llamado cívico; perpetraron el golpe de militar del 11 de abril, fracasados y ante la respuesta del Presidente de la República una vez restablecido en su cargo de perdonar a los principales comprometidos en el golpe, que Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) mediante decisión mayoritaria resolvió absolver a los oficiales golpistas retomaron su estrategia conspirativa y a finales del año 2002, a partir del 2 de diciembre, declararon el golpe petrolero contra PDVSA paralizando criminalmente todo su funcionamiento hasta que de nuevo fueron derrotados por el pueblo, Gobierno Nacional en unión cívico militar y lo suspendieron en febrero 2003. Estrategia conspirativa, subversiva con todo tipo de acciones y actos terroristas sigue ejecutándose del 2002 al presente 2024 por máximos representantes y partidos de extrema derecha fascista como: Enrique Capriles R., Leopoldo López, Julio Borges, María Corina Machado, Antonio Ledesma, Manuel Rosales y Juan Guiado, Primero Justicia y Voluntad Popular con el apoyo abierto de la cúpula de la iglesia católica, el poder imperial de EEUU, UE, OEA y gobiernos vasallos de América Latina que crearon el fenecido grupo de Lima, además del máximo apoyo obtenido con la decisión del presidente Barack Obama en 2015 de declarar a Venezuela “un peligro inusual y extraordinario para EEUU”, decisión imperial continuada y profundizada por los presidentes Donald Trump (2016-2020) y Joe Biden (2020-2024) aplicando el mayor radicalismo intervencionista posible. Toda esta arremetida imperialista respaldada y aupada, entre otros, por los dirigentes y partidos fascistas mencionados se creó una situación desde el 2015 al presente año dirigida a provocar y producir los mayores daños a la economía nacional; destruir el bienestar y la seguridad social del pueblo; provocar muertes de personas en acciones terroristas; impulsar con apoyo económico-mediático de organizaciones internacionales la salida de miles de venezolanos/as del país; y desestabilizar políticamente para generar caos y situaciones impredecibles conforma una realidad difícil de detallar en este artículo, pero que el pueblo venezolano conoce suficientemente por qué ha sido el principal afectado en múltiples y diversas formas, manifestaciones y consecuencias.

El resultado perverso y destructivo de esta estrategia imperialista y fascista contra la Nación, para el pueblo venezolano, al desempeño y gestión de los gobiernos de los presidentes Chávez y Maduro ha sido evidente y notorio que en cierta medida para sus impulsores y ejecutores pudieran decir que les ha sido favorable por sus objetivos. A pesar de esta realidad provocada por esta estrategia criminalmente planificada y ejecutada las fuerzas representadas electoralmente por “supuesto” candidato presidencial Edmundo González y figura femenina innombrable y respaldo del poder imperial de EEUU-UE, han emprendido en redes sociales y medios electrónicos masiva campaña de engaño y manipulación para hacerse aparecer como pacíficos y compasivos personajes con buenas intenciones hecha para atraer como posibles votantes a descontentos del gobierno por el deterioro y empobrecimiento en sus condiciones de vida y servicios básicos a la población; como también mostrar una imagen electoral ficticia basada en mensajes y realidad mediática y de contra información. A este respecto hay que asumir asimismo una actitud crítica legitima diciendo que esta situación social y económica no sólo se debe a la estrategia fascista imperial ejecutada sino también es producto de errores cometidos por el gobierno, como ejemplo: implementación de una política económica de corte neoliberal; mal desempeño e ineficiencia a la hora de enfrentar oportunamente problemas fundamentales del pueblo; en la aplicación de la justicia; ausencia al pleno respeto y comportamiento ético revolucionario de honestidad en el ejercicio de Poderes Públicos; y mala administración, uso y mantenimiento de bienes, recursos y propiedades de la Nación. 

La penetración y el respaldo de fuerzas fascistas en Venezuela para planificar, cometer y llevar adelante por todos los medios posibles acciones violentas y terroristas cargadas de odio y afán destructivo de todo lo público y popular (golpe militar 11 de abril de 2002, paro contra PDVSA 2002-2003, guarimbas 2004-2014-2017 para mencionar algunas) constituye un proceso subversivo contra un sistema constitucional y gobiernos democráticos sin precedente en nuestro país. Son igualmente reiteradas y suficientes demostraciones que el pueblo y población venezolana tienen como referencia y testimonio real por lo que han visto, sentido y sufrido en carne propia las consecuencias producidas por la totalidad de los hechos y sucesos cometidos por tales fuerzas y dirigentes fascistas. 

Esta penetración y respaldo fascista en Venezuela es producto de:

1.El completo respaldo que ha obtenido durante veinte cinco años del poder imperialista de gobiernos de EEUU, de UE; de sectores de la extrema derecha internacional y de los gobiernos de Colombia bajo las presidencias de Álvaro Uribe V., Juan Manuel Santos e Iban Duque; de la OEA en la persona de su perverso Secretario General Luís Almagro, y gobiernos vasallos de América Latina todo ello en contra de la República Bolivariana de Venezuela. 

2. Que en nuestro país esta fuerza fascista y trayectoria desestabilizadora se originó por surgimiento a finales de los años noventa del siglo pasado de dirigentes y partidos que emergieron de los partidos AD y Copei que fueron desplazados por ellos como partidos dominantes en elecciones de 1998. Fortalecidos estos dirigentes y partidos y teniendo el control de importantes gobernadores de estado y alcaldes electos en comicios celebrados en 2000 a partir del 2002 se unieron en una estrategia subversiva dirigida a derrocar al presidente Hugo Chávez en una alianza que integró a Fedecámaras, CTV, cúpula de la iglesia católica, medios de comunicación social (prensa, radio y TV.) contando para ello con la formación ideológica y cohesión política cumplida desde la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) cuyo personaje más visible es y fue su ex rector Luís Ugalde, así como también a la estructura de poder y control que tenía la élite tecnocrática en PDVSA.   

3. En Venezuela históricamente movimientos y fuerzas de corte fascista fue muy escasa, por cuanto no se puede decir y calificar que hubo gobiernos y partidos claramente de este tipo. Pero si existieron pequeños núcleos u organizaciones como el grupo fascista Tradición, Familia y Propiedad muy activo en el derrocamiento militar y muerte del Presidente de Chile Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Este grupo en los primeros años del siglo 21 figuró como su principal militante Pedro Esclusa que también se unió a esta estrategia subversiva para derrocar al presidente Chávez. De la misma manera en el seno de Copei en la Juventud Revolucionaria Copeyana (JRC) existió en los años sesenta y setenta del siglo pasado un grupo de jóvenes dirigentes con orientaciones fascistas como fueron Oswaldo Álvarez Paz, Gustavo Tarre Briceño, Delfín Sánchez y Elías López, entre otros. De estos Álvarez Paz y Tarre Briceño tuvieron destacada actuación, al igual que  Ramón Guillermo Aveledo, en apoyar y fundamentar la estrategia contra la Revolución Bolivariana y la República Bolivariana de Venezuela.  

4. Igualmente al papel desempeñado por rectores y autoridades de las Universidades autónomas en apoyar esta estrategia de la extrema derecha fascista, en especial de parte de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Los Andes (ULA) y Universidad de Carabobo (UC). Respaldo dado a lo largo de diez y seis de permanencia indefinida en sus cargos electos en 2008 a los mayores actos de desestabilización y confrontación contra el gobierno nacional y el pueblo venezolano incluso llegando a reconocer la pantomima de Juan Guaido en 2019. Han sido a jóvenes universitarios y profesionales egresados de estas instituciones a los que la fuerza fascista ha tomado y utilizado como el núcleo central para concentrar, captar y de movilización en sus actos de todo tipo contra la Revolución Bolivariana y el pueblo venezolano y generar toda suerte de opinión totalmente negativa de Venezuela en el extranjero, como influir en la difusión y formación de actitudes en función de estos sectores y fuerzas fascistas. 

5. En toda esta penetración y respaldo de las fuerzas y dirigentes fascistas hay que decir que también han querido explotar electoralmente a su favor el descontento y malestar que existe en amplios sectores de la población por el deterioro y pérdida del poder adquisitivo y congelación de los sueldos y salarios de trabajadores/as; en particular de profesionales de la medicina, de docentes en todos los niveles de la educación apoyados y estimulados en su posición frente al gobierno por organizaciones profesionales y sindicales ocultando la responsabilidad que en tal sentido han provocado y tienen con su estrategia de guerra y desestabilización. Esta situación aprovechada por la pésima reacción y repugnancia expresada por voceros sindicales y diputados a la Asamblea Nacional para descalificar y atacar a quienes han asumido una crítica legitima por esta lamentable situación económica-social y exigiendo los correctivos al respecto.

6. Finalmente, hay que agregar entre los factores que han contribuido a dar respaldo y mantener presencia y protagonismo político a estas fuerzas y  determinantes dirigentes fascistas es la impunidad y serie de beneficios procesales que les ha dado el Estado venezolano, bien por el Presidente de la República o decisión del Ministerio Público (Fiscalía General de la República), organismo que también por omisión o mirar para otro lado ha carecido de manera determinante en aplicación de una verdadera y efectiva aplicación de justicia a sujetos y personas que como ellos y ellas han perpetrado, cometido y estimulado los mayores actos de traición a la Patria, contra la República Bolivariana de Venezuela y el pueblo. Al término que todos esos personajes y sujetos están unos en libertad en Venezuela y otros viviendo en el extranjero disfrutando de condiciones de vida a pleno placer y comodidad; cuestión que por estos mismos actos cometidos en los EEUU o cualquier país de Europa estarían presos e inhabilitados para siempre aspirar ejercer cualquier cargo público, máxime si se trata de la Presidencia de la República.

Sirva, pues, este artículo como un análisis que contribuya a clarificar y forjar clara conciencia de una situación tan grave para la existencia y predominio de una Nación, una República como Venezuela y un pueblo libre, independiente y soberano como el nuestro ante la amenaza que representa presencia de estas fuerzas fascistas dispuestas a acabar con todo ello y sumergimos en la condición de reales colonias a disposición de poderes imperiales y poderosas empresas económicas multinacionales de destrucción de pueblos, países, naturaleza y hasta la misma humanidad. 

 

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