Usted también es pueblo

Lunes, 22/07/2024 06:35 AM

En el fragor de la campaña presidencial para este 28 de julio de 2024, la imagen difundida por las redes de un gallo pinto tricolor sometiendo a un águila imperial es más que elocuente. Refleja, entre otras cosas, que no se ha perdido de vista al verdadero adversario. Fíjese que no se trata de pueblo contra pueblo. Los chavistas no promueven violencia ni enfrentamientos entre hermanos, como sí lo promueven, estos de aquí, mal llamados, representantes de la libertad: su libertad, la que ellos quisieran, aquella libertad de hacer lo que les da la gana.

Fíjese bien, aquí se ha respetado la opinión y la libertad de expresión, incluso llegando al extremo de la ilegalidad, desde el desconocimiento de las autoridades jurídica y legítimamente elegidas por la mayoría de los venezolanos, hasta la autoproclamación presidencial, pasando por promover magnicidio e intervencionismo militar; apoyar sanciones violatorias de derechos humanos, saboteos, secuestro y robo de activos venezolanos en el extranjero y odio hacia sus compatriotas que no lo merece nadie. Y cuando el Estado actúa, en el colmo de la seguridad y el orden público, difunden en sus medios que "no hay libertad".

Sabemos quiénes son los verdaderos adversarios; usted, no es el contendiente, estimado compatriota. Su opinión merece respeto. Si usted opina a favor de la derecha o comulga, acepta o simpatiza con la derecha: asúmalo. Pero asúmalo, conscientemente. Diga, soy de derecha, creo en el capitalismo, en el liberalismo, en el libre mercado, en cero intervencionismo del Estado; por lo tanto, estoy de acuerdo con la privatización de la salud, la educación, la empresa petrolera. Privatizar todo, eliminar seguro social, servicio y asistencia médica gratuita, viviendas, pensiones, las bolsas de comidas del CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción), los bonos, eso que llaman emprendimiento, consejos comunales, participación protagónica y popular, derecho social y de justicia. Son dádivas y hay que eliminar todo para eliminar a los pedigüeños y acabar con la pobreza. Diga, soy de derecha y reaccionario, no creo en la solidaridad y la cooperación, mucho menos en igualdad social; no creo en el pueblo, creo más bien, en una minoría de los mejores para gobernar y sacrificar lo que se tenga que sacrificar: como siempre, incluido yo, por supuesto. Creo en el libre mercado, en las transnacionales que llamamos "inversión extranjera" y en el imperio representado por el gobierno de los Estados Unidos que son nuestros benefactores, paladines de la justicia, la democracia y la libertad… Después repita: libertad! Libertad! Libertad…!

Dígalo conscientemente… Convencido, no porque lo engañen. Al fin y al cabo, es una manera de pensar. Pero dígalo usted, dígaselo asimismo, porque aquellos que lo representan no lo dicen, ni lo dirán. Lo enmascaran, no lo asumen, porque están convencidos de que usted es un tonto, sin criterio e incapaz de tener madurez o comprensión "política" como la tienen ellos, pues ellos se consideran los mejores, según también su criterio compartido. A diferencia suya, que honestamente se reconoce como de Derecha, por las razones que sea, sus representantes, por el contrario, no se dicen ni se reconocen públicamente como tal, porque creen que usted e incluido los de izquierda, es decir el pueblo, por el cual sienten un profundo desprecio, son una masa manipulable e ignorante a la que se puede confundir y engañar fácilmente.

Crea usted en la Derecha, en el señor Capital, en el imperio estadounidense, como si no fueran responsables de los males del planeta y de la humidad. Usted sinceramente le profesa amistad; el mismo Chávez, noblemente, le tendió la mano a Obama, "Quiero ser tu amigo"; pero ellos lo han dicho y lo reiteran con sus acciones, "Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses"… Crea usted en ellos, en sus representantes aquí en Venezuela, que no son suyo, por cierto, sino de aquellos, se lo aseguro… Pero, en este país, usted es libre de creer en lo que quiera…

Pero nosotros, los de izquierda, los zurdos, como nos llama aquel lacayo en clara alusión de menosprecio; nosotros, los socialistas, que nos reconocemos orgullosamente así, estamos aquí para impedirlo. No contra usted compañero, compatriota, porque usted también es venezolano, venezolana, usted también es de este pueblo y se merece respeto como nos lo merecemos todos. Sus ideas, tanto auténticas como engañosas, aunque no compartidas, son democráticamente respetadas. Pero nosotros, somos de izquierda, de pensamiento socialista. La educación, la salud, gratuitas; el CLAP, los bonos, con los que exitosamente se ha paliado el bloqueo económico criminal, el petróleo venezolano para los venezolanos, no son dádivas: son nuestro derecho. No es de nadie en particular, es del pueblo: mío y suyo, nuestro, de los venezolanos, aunque usted por creer en aquellos, quiera eliminarlos. Defendemos y defenderemos nuestro derecho, nuestra independencia, y la suya, porque usted también es pueblo.

 

roimanguzman@gmail.com

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