"El Ser O No Ser" de Omar Kheyyam

Viernes, 09/08/2024 06:29 AM

El verdadero poder capitalista, jamás entrega su poder por las buenas. Dispone de un arsenal de artificios y recursos para su defensa, existencia y supervivencia. Por las buenas o las malas pondera sus intereses. Solo una revolución verdadera lo desplaza y anula, y esto, solo el pueblo puede hacerlo. Para este sustancial cambio histórico, el pueblo deberá pasar de "la consciencia en sí" a su "consciencia para sí", esto es, de la ideología que lo domina, a la consciencia revolucionaria de clase que lo libera; es tarea de la praxis, que articula la realidad temporal concreta, con sus intereses clasistas históricamente revolucionarios. No es la conciencia "ideal" hegeliana, es la conciencia material y concreta materialista.

"La anatomía de la sociedad civil, está en la anatomía de la economía política". Estructura y superestructura constituyen el sistema capitalista. Entre ambas, hay vasos comunicantes. "La estructura", son los espacios donde ocurre el proceso productivo de la sociedad: dónde los hombres trabajan diría Marx. Por lo tanto, Marx parte de las condiciones como ellos laboran. La superestructura la constituye la complejidad jurídica/económico/político del todo social, que contiene la carga ideológica jurídica, cultural y social dominante, esto es; donde se legitima la dominación. Que muchos, trabajen para enriquecer a pocos, aparecerá en la superestructura como algo normal y natural. Estructura y superestructura están comunicadas. Las dos impulsan la reproducción y la dominación constante y permanente de todo el sistema capitalista. Quienes pretendan modificar la superestructura, sin cambios sustanciales en las estructuras se equivocan. Quienes pretenden cambiar el mundo con reformas: ¿A quién sirven? Las reformas, pueden simpatizarle al capital. El capital las tolera, siempre y cuando sirvan a sus intereses. Estructura y superestructura constituyen una unidad dominante. Marx filosofa, no para reproducir la realidad (ideología o falsa realidad), sino para radicalmente cambiarla. Progresistas y socialdemócratas propagan la mentira, que con simples reformas todo cambia, que los cambios permanentes (LOS DE LAS TECNOLOGÍAS) SON LOS CAMBIOS HACIA LA JUSTICIA SOCIAL: el progreso. Todo en la superficie, nada en sus sótanos.

La revolución es un asunto muy serio de "lucha de clases". Asunto que progresistas y socialdemócratas no quieren. Una revolución, si en verdad lo es, debe develar, combatir y exterminar todas las relaciones jurídicas, económicas y sociales que el capital contiene y usa. Los progresistas quieren que estas relaciones continúen. El capital busca sustanciar con sus leyes, los conflictos sociales. Los progresistas y socialdemócratas, sostienen por doquiera, que se deberán respetar estas leyes, para amainar los conflictos sociales; a los que le temen. El capital habla de "sus" derechos, haciéndolos aparecer como derechos públicos de todos, como derechos naturales, y los galvaniza con elementos religiosos, así, toda la dominación social aparece como algo natural e inevitable; un mandato divino del creador de todo. Los progresistas comparten estos criterios. El reformismo progresista está al servicio del capital, se disfraza de alternativa para engañar al pueblo. El imperio quiere una seudo izquierda domesticada: LA TIENE. No extraña que ellos no hablen contra el capital ni contra el imperialismo. Sus peleas con el capital son en verdad "picadas" de ojo a sus amos: son sus cómplices. En esto andan.

Dada a conocer esta frase de "Ser o no ser" originaria del poeta persa/iraní Omar Kheyyam, por un plagio del inmortal inglés W Shakespeare, fue una práctica de definición política, que una vez tuviera la izquierda mundial: "ser" revolucionario "cabeza caliente". Hoy, sus cabezas reformadoras y progresistas están en el congelador. Las justificaciones de sus deslindes son "las circunstancias" orteguianas. Buscan falacias que se adapten a su felonía. Minúsculas cuotas de poder burocrático les apasionan. Algunos llaman justicia social a su beneficio personal.
La tarea de ataques, resquebrajamiento y debilitamiento a la teoría marxista, fue ocupación predilecta de Eduardo Bernstein desde la socialdemocracia europea. El proceso de industrialización capitalista, además del proletariado, parió una clase media, que adicta al consumismo, son mayoritariamente aliados del capital nacional y foráneo. Aun así, por doquiera, el neoliberalismo está acorralando también a la clase media, le está bajando sus humos; el capital tiene sus intereses. La clase media, políticamente se ubica de la socialdemocracia a la ultraderecha. Acorralada por una revolución, se acomodaría a "sus circunstancias". La pequeña burguesía, busca acomodos….

La izquierda mundial, hoy está pálidamente viva pero en el foso. Abjuraron de sus cánticos revolucionarios pasados. Engañan a sus víctimas, con CONSIGNAS COMO DEMOCRACIA, JUSTICIA, Y PAZ SOCIAL, QUE LES PUEDE SERVIR PARA ENGANCHARSE EN EL APARATO BUROCRÁTICO DEL ESTADO. Son pequeña burguesía y clase media que se creen burguesía. Les encanta saltar en "la cuerda floja". Dicen que "las circunstancias" obligan y es mejor parecerlo que serlo.

Ciertamente, se mimetizaron entre revolucionarios/conservadores y revolucionarios/sensatos. Maestros en el timo, avanzan henchidos de esperanzas en procura de peldaños burocráticos. Con términos movedizos, encubridores y descoloridos, proclaman una esperanza justiciera con la continuación de "más de lo mismo" pero "humanizado". Sus éxitos personales no serán muy grandes, pero si será grande el engaño a sus creyentes. Estos, extraviados en el laberinto de la mentira, pudieran tomar rumbo a la derecha extrema; ya ha ocurrido. El ejemplo más necrofílico fue el de Adolfo Hitler. Desconectados del pueblo, CON "SUS" personales ideas CONCILIATORIAS, militan en pequeños espacios, QUE ESTÁN DESAPARECIENDO. SON CHACUMBELES….

"El Moro", señaló las necesarias condiciones pre revolucionarias para LOS PROCESOS REVOLUCIONARIOS POPULARES. Desde hace décadas, estas "condiciones" están presentes (la pobreza está creciendo. SON EN VERDAD "LAS CONDICIONES MATERIALES DE VIDA" LAS DETERMINANTES), pero, para los marchantes y marchistas progresistas socialdemócratas, las "luchas de clase" ya no existen, mejor es la EVOLUCIÓN política PROGRESIVA, CLARO…con ellos dentro. Fingidores, hacen creer que la burguesía es pendeja y no se da cuenta, pero ésta lo tiene claro: LOS USAN PARA SUS PROPÓSITOS DE ENGAÑO AL PUEBLO Y DOMINIO DEL PAÍS. Estos intereses se buscan.

El capital creó la democracia burguesa, y ésta su propio Estado con sus partidos y votantes adentro. La hacienda pública paga los gastos; la burguesía se apropia del lomito, y sus defensores lo de menor cuantía. En este juego oprobioso, el pueblo pone el sudor y el pellejo con su sufrimiento a cuestas, hasta que su consciencia de clase telúricamente despierte y se lleve en sus fauces a todos los culpables. La historia marca el rumbo de las sociedades; es "la lucha de clases" en marcha. No lo veremos, pero en nuestros herederos, estará el júbilo triunfador: NOS RECORDARÁN. CONTINUARÁ.

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