Acta Mata Votos, fué la frase recurrente de acción práctica que al estilo "Jalisco" ejerció la otrora maquinaria electoral del partido Acción Democrática, con el silencio cómplice de sus socios menores Copey y el MAS de la llamada Democrácia Representativa en la cuarta república, una operación fraudulenta en la que se repartían los votos de los electores que preferían los partidos pequeños, grupos de electores y candidatos independientes, es decir, se despachaban y se daban el vuelto, siendo las actas manuales de entonces las que expresaban el resultado final con las que burlaban la voluntad popular, hablamos de un partido puntofijista de corriente socialdemócrata de derecha que le ofrecía al pueblo: pan, tierra y trabajo con su "revolucionaria" declaración de principios "por una venezuela libre y de los venezolanos", que nunca llegó.
Pero fué contradictoria en sus prácticas electorales con el robo de votos a través de la operación ACTA MATA VOTOS. Acción Democrácia fué un partido que desde sus gobiernos ejerció pleno poder ejemonico con el que no dudó en resolver sus dificultades electorales con la aplicación pragmatica de lo que mejor supo hacer, escamotear votos y robar elecciones para quedarse con el coroto al margen de los hábitos democráticos y desconociendo la voluntad popular, lo que parecía ser una normalidad del juego democrático que casi nadie cuestionó. Una absurda historia que la juventud venezolana de hoy con menos de cuarenta años de edad quizás la desconozca, dónde el abuso de poder adeco se manifestó cada vez que sus líderes aspirantes a cargos de elección popular no eran favorecidos por la voluntad popular de las mayorías.
Aquella perversión del puntofijismo de la cuarta y su relación con la actual situación en absoluto no es mera coincidencia con lo que ocurre actualmente en nuestro país a raíz de las elecciones presidenciales del 28J, NO, se trata de la puesta en marcha de un proceso regresivo de restauración política del pasado asumido por la "nueva" corriente neoliberal de derecha del madurismo, ya no simplemente por conservar el poder de manera autocrática, sino también por su necesidad de defender a cualquier costo y modo sus intereses creados como nueva clase oligarquica en su paso concluyente del cuál no habrá vuelta a trás y cuyo deslinde ideológico con Chávez, el chavismo patriótico-revolucionario y la izquierda socialista es definitivo, así ellos digan lo contrario y sigan utilizando el camuflaje discursivo para engañar a sus seguidores de base todavía confundidos o con miedo, pero sus acciones políticas de corte neoliberal y de gobierno antiobrero en la práctica evidentemente los delatan.
No fué un hecho casual el que Nicolás Maduro hace tres años haya desenterrado la sepultada Acción Democrática, para revivirla y oxigenarla en un notable gesto solidario expresado a los jefes de ése partido a modelar ahora como su referente político por tener la máxima experticia en trampas electorales, y porque indudablemente existe una empatía que determina plena identidad para retomar con propiedad el rescate y la actualización la operación ACTA MATA VOTOS, es AD el partido con mayor tradición y experiencias en divisiónes, golpes de estado y autogolpes, y en esto no es difícil comprender que todo madurista de la dirección nacional del psuv tiene un adeco por dentro, creanlo y quien no quiera entender lo que aquí decimos, que le pregunté a Andrés Velásquez cuando ganó las elecciones presidenciales del año 1993, quién condujo la operación Acta Mata Votos para relegarlo a él y a la Causa R al cuarto lugar?, claro era el campo electoral del estado burgués y su falsa democrácia representativa ahora reforzado por el madurismo-psuv lo que todavía predomina en venezuela.
Ésto se veía venir y llegó, así lo indicaban los mensajes descifrados y señales políticas de los últimos tiempos emitidos por Maduro y sus lazarrillos voceros del gobierno y el psuv en la AN-VTV, quienes ante el terrible miedo a perder el poder como su único seguro o garantía de vida frente al desafío de competencia y amenazas de la ultraderecha que no los perdonaría y lo saben perfectamente, pero también por el catastrófico desastre hecho por el gobierno madurista, en lo que habían prefigurado la huida hacia delante por la derecha en un proceso de metamorfosis ideológica para a partir del 10 de enero próximo (o antes según circunstancias imprevistas) quitarse definitivamente la careta democrática y asumir abiertamente y con todos los juguetes, incluída la mano de hierro su nueva modalidad de gobierno cívico-militar de facto a cambio de satisfacer las necesidades energéticas de los imperios, hay una alta probabilidad de que ése sea el escenario futuro, aunque actualmente no ha cesado y siguen en pleno desarrollo la persecución política, los allamientos al estilo de la seguridad nacional perejimenista y Bentancourista, y detenciones arbitrarias e ilegales como una pequeña muestra en adelanto de que vendría donde los magistrados de la sala electoral del TSJ tendrían parte de la responsabilidad, mientras tanto la cúpula madurista por conveniencia mantendrán el discurso "revolucionario en nombre de Chávez" el referente demócrata en el que nunca creyeron y aún traicionan a cada rato, hasta que finalmente se declaren ser una dictadura con el signo neoliberal de derecha y reconozcan su única verdad existencial ante el mundo para completar la tragedia histórica de un pueblo mancillado en su honor con derecho a vivir dignamente en paz con bienestar social.
La desesperación política sigue acompañando al presidente Nicolás Maduro y a su gobierno cada vez menos legítimo luego de haber recibido la enorme paliza electoral del 28J, lo que todo el mundo conoce y reconoce menos ellos por ser los afectados en su propia tragicomedia que los obligó a trasladar el escenario del teatrillo electoral al TSJ para sustituir y usurpar las funciones del CNE, judicializar el resultado cantado e imponer el viejo y despreciable método adeco ACTA MATA VOTOS y de paso convertir al victimario en víctima, y quedó claro que el interés del presidente Nicolás Maduro de interponer un recurso contencioso electoral ante el TSJ el pasado 31 de julio, sin tener ningún derecho conculcado demuestran que la única finalidad de ésa demanda es imponer la tesis del Tribunal Supremo para su reelección presidencial desconociendo la decisión del soberano por voluntad popular.
Habida cuenta del estado de perversión putrefacta al que han degradado la llamada institucionalidad del estado burgués venezolano, invadido ahora por la politiqueria y la corrupción han descategorizado el marco dialéctico de la política seria y responsable para anteponer el interés personal, grupal y partidista por encima de la decisión soberana equívoca o no del pueblo, nos negamos a tener que aceptar el cambio de los principios democráticos con cualidad de autoritas legitimada por la imposición de una interpretación mafiosa del poder sin ética en los asuntos públicos, tampoco aceptamos lo que plantea la actual situación "institucional" que no es otra cosa que el retroceso tenebroso a la vieja democrácia representativa de la cuarta.
Estamos seguros que en lo anterior coinciden plenamente la nueva oligarquía del madurismo psuv y la vieja burguesía progringa de la ultraderecha fascistoide, porque ambos gobiernos (el madurista y el interinato guaidosista) ya demostraron en la práctica que la democrácia participativa y protagónica no les conviene a sus intereses de clase, cuando por el contrario creemos que más bien hay que avanzar hacia una democrácia directa donde el ejercicio real del poder quede intransferiblemente en manos del pueblo soberano como el principal sujeto de cambio social y político activado, porque ya el voto a través de líderes artificiales no le es útil ni resuelve definitivamente el problema de fondo al pueblo trabajador; recuerden que: "solo el pueblo salva al pueblo".-