LULA UN POCO DISONANTE Y FUERA DE LUGAR
Yo realmente no sé que problema personal tiene el presidente Lula Da Silva con Nicolás Maduro. No se sabe que hay detrás de su ataque frontal que ya pasa a ser algo visceral. Recientemente vi un vídeo donde Lula dice que no reconoce a Nicolás Maduro como presidente reelecto de Venezuela. Algo muy preocupante que evidentemente mella las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Hay que recordarle a Lula, que Maduro actualmente es el presidente de la República hasta el 10 de enero de 2025. Y él tiene en sus manos la credencial de presidente reelecto emitido por el árbitro electoral que es el Consejo Nacional Electoral, más allá que hoy está siendo cuestionado a nivel nacional e internacional por falta de transparencia y por no publicar resultados en su página web. Pero le toca a la oposición en el marco de la Constitución y las leyes electorales venezolanas, demostrar que hubo fraude, no cantarlo sin formalizar la denuncia como lo están haciendo actualmente.
Creo que es un grave error lo que viene haciendo Lula, atacando el sistema democrático venezolano sin conocerlo. Sus declaraciones son un tanto temerarias y subversivas, que lejos de contribuir a la paz de nuestro país más bien le hecha leña al fuego.
Más bien, ha develado que él y sus asesores desconocen cómo funciona el sistema electoral venezolano, y sobre todo, su jurisdicción, como único escenario para dirimir democráticamente cualquier controversia sobre resultados, denuncias de lícitos electorales o impugnaciones.
SOBRE EL INJERENCISMO ELECTORAL DESATADO POST 28J
Ustedes me conocen, no soy defensor de Nicolás Maduro. Me he declarado públicamente Chavista no madurista, pero como analista crítico, como votante y venezolano defensor de la Constitución y de los intereses de la patria, de su soberanía e interés de la nación, no puedo tolerar el nivel de injerencismo que está sufriendo mi país en los últimos días, debido a que uno o varios candidatos hayan cantado fraude a vos populis, porque los resultados electorales no los beneficiaron.
Es un deber de todo venezolano y venezolana dentro y fuera del país, rechazar el injerencismo venga de donde venga, porque se pone en riesgo el principio de la soberanía nacional. Hay que recordarle a Lula Da Silva que así como en Brasil resuelven sus problemas internos sin la necesidad de que otros los tutele, también nosotros tenemos la capacidad de resolver los nuestros, en primer lugar, porque Venezuela es un país libre y soberano.
En segundo lugar, en ninguna parte de nuestra Constitución ni en las leyes de nuestra República, dice que el Poder Electoral de Venezuela, como una de las ramas del poder público nacional, tiene como Jurisdicción Electoral la presidencia de Brasil, de Colombia, la ONU, el Centro Carter, la Unión Europea, el Pentágono, la casa de cualquier senador anti Maduro en Miami u otro órgano supranacional.
SOBRE LA JURISDICCIÓN ELECTORAL VENEZOLANA
Nuestra propia Constitución establece una Jurisdicción Electoral, separada de la Jurisdicción Contencioso Administrativa y de la Jurisdicción Constitucional, con la finalidad de controlar la constitucionalidad y legalidad de los actos del Poder Electoral y sus órganos subordinados.
El Artículo 297 de la Constitución, que se réplica en el Artículo 197 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales establece que “La Jurisdicción Electoral la ejerce el Consejo Nacional Electoral, la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia y los Tribunales competentes en la materia electoral.” Esos son los 3 espacios para consignar denuncias electorales, no hay otra en Venezuela.
A tal efecto, el artículo 27 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, le atribuye a la Sala Electoral las competencias para: Conocer las demandas contencioso electorales que se interpongan contra los actos, actuaciones y omisiones de los órganos del Poder Electoral, tanto los que estén directamente vinculados con los procesos comiciales de todos las índoles, como aquellos que estén relacionados con su organización, administración y funcionamiento.
Por lo tanto, no es como están diciendo algunas personas dentro y fuera del país: que la Sala Electoral está usurpado funciones del Consejo Nacional Electoral. Porque, si bien es cierto, que nuestro marco constitucional establece un Poder Electoral con completa autonomía en materia de administración y control de elecciones, sin embargo, le otorga funciones de control de las actuaciones de dicho Poder público y sus órganos subalternos, a la Jurisdicción Electoral, que encuentra en su cúspide, como instancia superior a la sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, quien en este momento está realizando una comparación de la actas de escrutinio consignados por algunos candidatos para develar quien está diciendo la verdad sobre las actas electorales.
He allí presidente Lula Da Silva y otros líderes extranjeros seudos injerencistas, no se dejen asesorar mal y tampoco cometan el error de seguir la matriz de opinión de los que realmente no quieren que se conozca la verdad de los resultados electorales con intenciones ocultas y subversivas.
¿CÓMO AVANZA LA INVESTIGACIÓN SOBRE LOS RESULTADOS DE LAS PRESIDENCIALES DEL 28J?
Actualmente, el proceso de investigación de las elecciones presidenciales del 28J se encuentra en la Sala Electoral del TSJ con base en la Ley, porque le corresponde jerárquicamente.
Pero, presten atención a esto: Una vez que la Sala Electoral decida, de seguro el Consejo Nacional Electoral no se va a poder escapar de cumplir con las leyes y ante los 3O días de la proclamación tendrá que publicar los resultados en la Gaceta Electoral como lo manda la ley.
Sin embargo, ojo con esto, desde mi perspectiva crítica y como votante, al igual que el resto de los más de 21 millones de electores venezolanos, tenemos el derecho de conocer los resultados del 28J. No obstante, si de la investigación que arroje la Sala Electoral no coinciden las actas de escrutinios de la oposición con las del Gobierno, y los actores políticos no quedan satisfecho y felices, tarde o temprano, se tendrá que realizar una auditoría 1OO por ciento, mesa por mesa, maquina por máquina, pendrive por pendrive, contar de nuevo voto a voto con observadores nacionales e internacionales como ocurrió en el año 2O13.
Es por eso que decimos, que tarde o temprano se sabrá la verdad, y eso debe ocurrir antes del 1O de enero de 2O25, que es la fecha prevista para que el nuevo presidente sea juramente ante la Asamblea Nacional.
Esa es la única garantía para la paz que todos queremos en nuestro país. Lo quieren los votantes, los militares, los militantes de los partidos políticos, sus testigos de mesa, los jóvenes, los asalariados y empresarios, para el bien de todos y no para grupos de intereses nacionales o internacionales.
¡Mosca con eso!