El fraude va por supuesto, pero parece todo decidido para que la fase de indignación que parece consolidarse frente a un sentimiento de derrota que no pueden alcanzar. Esto creará las condiciones para que la abrumadora victoria obligue a retroceder los mecanismos frauduletos técnicos y de manipulación individual, como es el regalar pollos a quien muestre su voto por maduro, los registros paralelos de votación. Damos entonces como un hecho la victoria de este señor visto por muchos como el tapon de MCM. Nos adelantamos entonces a las circunstancias que parecen visibles a partir del 29 de Julio.
Serán casi seis meses de negociaciones entre fuerzas que no distan mucho en sus políticas. La situación podrá mejorar o empeorar. Se supone que debe mejorar ya que el reconocimiento de Urrutia como ganador seria un canal directo para eliminar las sanciones, pero también una vía para que se vuelva a iniciar la devaluación y la inflación.
En todo caso estemos bien claros que bajo ningunos términos de negociación el gobierno estará dispuesto a dejar el poder así le juren que podrán quedarse con sus fortunas que constituyen la base del saqueo a la nación. Todo parece inclinarse a que después del veredicto de la sala electoral en favor del triunfo de Maduro, este sea verificado por la sala constitucional sin derecho a apelación ninguna…fraude consumado sin actas ni registros de votación bajo un paso consumado de manera absolutamente inconstitucional pero acatado y asumido por quienes bajo la forma estado se asumen como los guardianes de la constitución. Evidentemente que la reacción va a ser inmediata, pero aun no existe la fuerza para que esta reacción sea lo suficientemente contundente como para hacer retroceder el fraude y maduro deje la presidencia. Ellos tienen su tiempo, en caso de darse una reacción importante ya las estrategias están cantadas. Trataran de generar la mayor violencia posible con sus actores fuera y dentro del estado y culpar a MCM de ser la provocadora de la misma. Urrutia ya anciano no será aceptado como presidente, y esto le dará las razones incluso de llamar a nuevas elecciones teniéndola seguridad de que la gente o va creer en ellas subirá a los cielos la abstención teniendo Maduro garantizada la elección.
Digamos que aún estamos a merced de su tiempo, su fraude y su barbarie. Ese es el punto que tenemos que cambiar y para ello existen derechos constitucionales que pasan por encima de la eficacia legal del TSJ en sustitución del CNE. Se trata del derecho a la rebelión garantizada por el 333 de la constitución. Acordemos que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, por ello todo cuanto decida el TSJ habrá un principio que supera el cuerpo judicial cual es la soberanía popular. A la vez esa misma soberanía tiene todo el derecho de expresarse en rebelión, y eso es lo que garantiza el 333, y es seguramente lo que se pondrá en practica una vez ejecutado y judicializado el fraude.
Por supuesto esto no será un reto nada fácil. Sin la convergencia de una pluralidad de actores políticos y sociales una masa de gente que exprese por su tamaño la imposibilidad de que la violencia y con ella la maniobra de una nueva elección se lleve a cabo, el acto de rebelión pacífica será un fracaso. Alli tenemos un reto fundamental. Pero bajo el supuesto de que si funcione el acto de rebelión tenemos de por medio lo que vendría siendo el programa de un eventual gobierno de Gonzáles Urrutia. Nada han dicho al respecto y las obvias relaciones que MCM guarda con el anglosionismo, el partido republicano en su versión Bush, nos hace prever la reanudación del conflicto social en muy poco tiempo bajo el hiperliberalismo que suponen Gonzáles y MCM. El gran cambio que necesita este país, una democracia protagónica soberanista patriótica y justiciera la reforma constitucional en función de aumentar los derechos sociales, la reconstrucción del estado por un verdadero estado de derecho social, bajo este eventual nuevo gobierno será imposible. Por ello el tercer excluido y ya hemos hablado mucho de ello tendrá que aparecer en el escenario y este nuevo presidente ganador de las elecciones sobre nuestro punto de vista tendrá que abandonar el cargo bajo una nueva demostración de soberanía popular. Esa es una alternativa que por supuesto puede pensarse solo a mediano plazo, es la llegada de aquel tercer excluido que se hace presente ya en una primera rebelión aquella que impide el fraude apelando al 333 de la constitución. Como vemos la incertidumbre es total, con una economía que por falta de inversión por esa incertidumbre jamás llegará al menos que uno de los dos polos triunfantes regale nuestras riquezas como ya comenzaron con el caso de la Chevron. Esperemos de todas formas que los dos triunfos vendrán, cosa que de todas formas tendrá que expresarse bajo la expresión soberana del pueblo en la rebelión o en el voto. Pero sea lo que sea y en el tiempo que sea que nadie nos lo va a regalar, la soberanía y la república como un todo ordenador habrán de trunfar.