Fascismo, burguesías, izquierdas y derechas en la Venezuela de hoy

Domingo, 01/09/2024 05:55 AM

Parodiando a Pellegrini, escribo estas notas quizás para contribuir a la confusión general, o mejor por la necesidad imperiosa, ética y política, de intentar saber dónde estamos y para donde queremos ir....desde la izquierda. Es un debate al cual estamos obligados.

Así como no es lo mismo liberalismo que neo liberalismo, tampoco podemos usar como sinónimos fascismo y neo fascismo. El fascismo correspondió a un momento histórico determinado, con características muy claras y no repetibles hoy:

El neo fascismo aparece, al menos en los elementos que lo caracterizan en la segunda década de este nuevo siglo. Aunque conserva elementos del fascismo presenta rasgos que lo definen de una manera específica y propia, tales como la judicialización de la política (lawfare), coexiste con la democracia política liberal, el aparentar respeto por el imperio de la Ley. Con claros elementos de represión, populismo, presencia de masas, liderazgo mesiánico (líder narcisista), estatista, burocrático, centralista, extractivista, perfil militar, policial, fuerte presencia del crimen organizado y corrupción política, con importante apoyo social. Son elementos típicos que han sido expresados en figuras y gobiernos como Trump, Bolsonaro, Bukele, Le Pen, ahora Milei; y de la misma manera, y aunque parezca contradictorio, esos mismos elementos son patognomónicos de figuras y gobiernos que se muestran como de izquierda, socialistas, o hasta revolucionarios. Tal es el caso de Daniel Ortega o Nicolás Maduro, en Nicaragua y Venezuela respectivamente. Sin duda, todos ellos, unos y otros, son gobiernos de derecha. El socialismo, el poder popular, el anti imperialismo, y otros elementos discursivos son retórica, trampa de cazar incautos, en medio de la confusión ideológica que ha caracterizado al movimiento progresista internacional desde la caída del muro de Berlín y el derrumbe de la Unión Soviética. Por doquier encontramos gente del común, y aun entre intelectuales o militantes que se asumen progresistas o de izquierda, hablar y defender a capa y espada el comunismo chino de hoy, el líder sandinista Ortega, adalid de la revolución Nicaragüense, o al Presidente Obrero Nicolás Maduro, conductor de la Venezuela socialista del Siglo XXI. El socialismo que se anuncia desde el triunfo de la revolución rusa en 1918 devino , a nivel mundial, en capitalismo de estado, o , en la oleada de gobiernos progresistas de America Latina desde principios de este siglo, en una especie de Estados de Bienestar (Welfare States) capitalistas del subdesarrollo. Recordemos a Marshall definiéndolos como una combinación de democracia, bienestar social y capitalismo democrático, y su expresión económica de pacto Keynesiano, que surge en la post guerra como respuesta al avance del socialismo en el mundo.

El neo liberalismo, a su vez, aparecería como una respuesta al Estado de Bienestar Social, cuya intervención estatal amenazaría los intereses del capital, con su cohorte de medidas y propuestas (reducción del papel del Estado, flexibilidad laboral, disminución del gasto social, disminución de impuestos sobre ganancias, etc). Es un conjunto de medidas económicas, pero además un proyecto social, político e ideológico que acompaña la actual globalización capitalista. Nace en Europa y Norteamérica en la segunda post guerra (Thatcher, Reagan,….) o Pinochet en Latinoamérica.

En la Venezuela de hoy se nos muestra con claridad esta amalgama de procesos que han recorrido el mundo. En Venezuela hoy hay un auto golpe de Estado, con un gobierno de derecha, de perfil neofascista y política económica neo liberal, que se disfraza de socialista y anti imperialista. La oposición está liderada por una ultraderecha pro norteamericana, igualmente neofascista y neoliberal; el pueblo sufriendo las consecuencias de tan terrible situación.

El madurismo traicionó al chavismo, y en sus prácticas anti populares llama a elecciones las cuales pierde y recurre a un megafraude electoral ya evidenciado. Sólo les quedó asumirse ahora como un gobierno dictatorial militar policial civil con prácticas de terrorismo de Estado.

La burguesía juega a las dos opciones. La geo política internacional coloca en el tablero el nuevo reparto del mundo entre los dos polos, ambos capitalistas. Uno, el imperio norteamericano y su nuevo patio trasero, la decadente Europa, y por el otro lado el imperio chino ruso, con su expresión político económica de los BRIC.

Venezuela es una buena expresión de esta pugna inter capitalista. El gobierno juega igual con ambos bandos. De una parte, le brinda todo tipo de concesiones y ventajas económicas al Imperio Norteamericano, y por la otra suscribe cualquier alianza con China, Rusia, Irán, y otros países, en su afán de sobrevivencia, en su desesperado afán por preservar el poder y el dinero mal habido. La burguesía venezolana, subsidiaria del capital transnacional, de igual manera se posiciona en defensa de sus intereses, con el gobierno y con la oposición. Claro está, la burguesía bolivariana, surgida con la ^^revolución^^, apoya de manera irrestricta al gobierno madurista, forma parte de él.

El pueblo, víctima por ambos lados de este juego diabólico es sin duda el gran perdedor. Los sectores avanzados y progresistas, lo que puede ser considerado como izquierda, lucen dispersos, fragmentados, con niveles importantes de confusión sobre la estrategia a seguir y la política de alianzas necesaria.

¿Qué hacer…desde la izquierda? La tarea planteada luce la de contribuir a la construcción de un frente social y político muy amplio, y actuar en lo inmediato por una salida pacífica, democrática y popular a la crisis; teniendo como propósito recuperar la vigencia de la Constitución y sus garantías y el respeto a la soberanía popular consagrada en su artículo 5. Hoy no se propone como objetivo la lucha por el socialismo, por lo demás asociado en el imaginario colectivo al caos y desastre gubernamental. La lucha de hoy se plantea en términos de la defensa de la democracia frente al autoritarismo y la dictadura que asume el actual gobierno. No es plegarse ni apoyar el bloque ultraderechista pro norteamericano que representa MCM. Es, en primer lugar, que se respete el resultado electoral que el pueblo haya decidido, luego, teniendo la Constitución como Programa, proponerse acompañar al pueblo en la defensa de sus derechos y el rescate de la institucionalidad, asumiendo que una vez derrotado el proyecto autoritario y dictatorial vendrán nuevos combates por los derechos del pueblo trabajador si el nuevo gobierno, como es de esperar, no asume políticas que respeten y promuevan sus intereses.

 

leonuzcategui2015@gmail.com

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