Las realidades geopolíticas globales estarían girando, sin posibilidad de detenerse, en lo fundamental, en sus praxis, en tres conjuntos geográfico-globales, a saber: la "vieja Europa", en su mejor comportamiento histórico. La complejidad histórica del continente donde emergió "la Cultura occidental". La Región del Asia-Pacífico pionera de las migraciones hacia el continente aún no-denominado como América. En tercer conjunto refiérese al denominado como continente americano por la "Cultura occidental".
Ello no significa que dejemos en el tintero a África pero lo imperativo por objetiva realidad, en lo que respecta a la geopolítica mundial en curso por razones sistémicas, será un álgido tema a ser tratado sí ello pudiera ser posible a futuro.
En referencia a nuestro continente, una propuesta de diseño de geopolítica la hemos decidido considerar en dos objetivas realidades históricas cuales fueron consecuencias de las evoluciones lógico-natural-históricas de las realidades sistémicas en su natural-evolución de tránsito de las etapas históricas desde la "Baja Edad Media" atravesando el Renacimiento e impactando en la Edad Moderna. Necesaria precisión es para las comprensiones teóricas a ser propuestas.
Es decir, las realidades contenidas en los "hechos históricos" que evolucionaron en todo el continente americano consecuencias de los procesos de Independencia se concluyeron en dos "conjuntos geopolíticos" cuales se fueron desarrollando con el proceso histórico post-Independencias. Es decir, una geopolítica muy bien precisada para la región norte del continente americano en lo que ha resultado ser lo que se ha denominado, en nombre propio, como los Estados Unidos de América.
La otra realidad tan importante como la previa se conjuga con el espacio geográfico que abarca desde el río Bravo y la península de la Florida hasta el Cabo de Hornos.
Ello significa que cada "conjunto estratégico" debe diseñar y contener en sí mismo, en permanente evolución perfectible, según los tiempos históricos, una geopolítica en función de sus particulares intereses geo-estratégicos. En sus praxis de sus correspondientes intereses, las realidades geopolíticas, "en ambos lados de la calle", se expresan de manera asimétrica, permanentemente se exponen confrontados dentro de conflictivos escenarios cuales, en última instancia, son realidades inevitables.
En ese orden de ideas, vienen al texto dos tesis precisas a considerar; en primera instancia, la histórica frase de Simón Bolívar referida a la "visión realista y objetiva", en su marco histórico, presente y futuro, referido a los Estados Unidos de América.
En ese orden, la segunda realidad en la conjunción de dos estadios a ser desarrollados por el gobierno de Washington: la "Conquista del Oeste" y la denominada como "Doctrina Monroe" en el marco de su política de Estado de permanente expansión, temporalmente, geográfica, para adicionarle una política de control semi-colonial, probablemente, copiada a las políticas semi-coloniales que le imponían las testas coronadas europeas a China durante la segunda mitad del siglo XIX.
Los procesos históricos son de conocimiento.
La aparición real y objetiva de Hugo Rafael Chávez Frías en los espacios nacionales con efectos continentales, catapultaron en su praxis el catalizador "revolucionario latinoamericano".
El "Impacto-Chávez" junto con el efectivo liderazgo de Nicolás Maduro Moros, en las presentes realidades políticas, aún no son de toda su comprensión política como geopolítica con extremos impactos en las geo-estrategias, según cada actor continental.
En ese orden, el espacio político-histórico en su continuo proceso político-venezolano, desde el triunfo electoral de Chávez Frías (diciembre, 1998), hasta la re-elección de Maduro Moros del 28 de julio (2024), se expresa en la continuidad continua del proceso revolucionario bolivariano, en su etapa inicial, adicionando los contenidos explícitos del "chavismo" como línea revolucionaria.
Los procesos contra-revolucionarios que se manifiestan enfrentando los gobiernos de Chávez y Maduro Moros, son de toda lógica político-ideológica por tanto deben ser vistos y analizados en su propia lógico-histórica con sus propias características y praxis dentro de las experiencias correspondientes a la aplicación de la "Guerra Política".
Es decir, las acciones y reacciones contra-revolucionarias se corresponden a los paradigmas sistémico-ideológicos sustentados en el concepto teórico-político de la "Democracia Representativa" junto con los contenidos que se expresaron durante la "Guerra Fría" en sus tratamientos como en sus cursos actuales dentro de su comprensión de los significados político-ideológicos contenidos en el seno de los gobiernos de Chávez Frías-Maduro Moros.
Ante esas realidades son de toda lógica los procesos conspirativos para sus praxis que se ejercen desde Washington sobre sus gobiernos adeptos latinoamericanos. Lo importante es cómo se expresan esas adopciones. Es decir, en lo repetitivo histórico, el proceso argentino es de un desarrollo diferente además de interesante de analizar en su permanencia como gobierno anarco-capitalista (¿?).
Es en ese orden cómo se expresa la geopolítica continental.
Los Estados Unidos de [Norte]América, como excelente "imperio-to-be" en su permanencia imperial-histórica, en su continuada búsqueda permanente de su presencia global aspirada como "único imperio histórico ad eternum", mantiene su praxis de su Política de Estado, "puesta en mesa", desde sus propios orígenes como nación, con lo cual solo es necesario siempre tener presente como analizar "las variaciones lógico-históricas en las realidades evolutivas perfectibles sistémicas en su referencia como imperium".
En esa línea de desarrollo geopolítico, aparentemente, según Washington, ha dividido al sur continental americano en varios y diferentes sub-conjuntos según intereses, capacidades y confrontaciones históricas.
En primer lugar, México junto a Centroamérica. El segundo subconjunto el denominado como "Caribe" con sus particularidades geopolítico-históricas. El tercer subconjunto lo que hemos denominado como "la costa del Pacífico" entre ambos estrechos. Por último, Brasil como "hermano menor".
El "caso Venezuela" es "caso aparte", es por ello que debería ser analizado, siempre, en una exquisita precisión geo-estratégica no solo por los procesos revolucionarios actuales como también sobre las bases explicativas de la Historia en su plena realidad histórica desde antaño.
Para Washington el "obligante más que necesario" control de Venezuela es de "muy alta prioridad".
Cierto que ésta aseveración podría ser muy discutible pero sí con la humildad requerida nos atrevemos a analizar en sus contextos las relaciones bilaterales venezolano-norteamericanas, podríamos abstraer algunos paradigmas que nos permitirían comprender esas particularidades que abarcarían desde las confrontaciones de Simón Bolívar con Washington y viceversa pasando por las actitudes y decisiones históricas con serios y severos daños a la Nación venezolana continuando por el "petróleo" y el proceso de impulsar permanentemente las "tesis-Betancourt" en contra de "lo militar venezolano", fundamentalmente, como es el profundo significado del "Golpe de Abril" en "lo militar".
Las "tesis conspirativas" en curso en contra del Gobierno de Maduro Moros siempre contienen "lo militar" en su cuadro conspirativo aun cuando la burda utilización de "lo social-civil" sea el paradigma que se exponga en su fundamento en la conspiración.
En última instancia, el uso continuado y permanente de la "Doctrina Betancourt" en la praxis conspirativa para nada sorprende ni extraña cuando el contenido teórico-práctico de dicha tesis siempre se dirige a confrontar para destruir "lo militar venezolano". Es, en esa línea, que reiteradamente los estamentos civil-políticos contra-revolucionarios venezolanos se adscriben a "lo militar norteamericano" como a los paradigmas ideológicos significados por la definición de la "Democracia Representativa" aun cuando se expresan serias diferencias ideológicas entre ellos.
En ese orden, controlar las "costas pacíficas" es tratar de controlar y confrontar lo que podría ser un diseño geo-estratégico sustentado por el Gobierno de Beijing en el marco de lo real-descriptible de la evolución sistémica del capitalismo en reforma en curso en el marco de la lógica confrontación de los "poderes internacionales" lo que nos lleva a preguntarnos cuál podría ser la importancia de Venezuela en los escenarios en pleno desarrollo.
Es evidente que el Mar Caribe tiene su propia realidad e importancia geopolítica como en sus desarrollos geo-estratégicos en el marco de su "independencia geográfica" comparativa con el resto del continente meridional americano. A título de ejemplo, las "nunca acabadas ansias" de Brasil y Colombia.
A ser un "cluster", Venezuela, en si misma con sus propias realidades y características, se convierte para Washington en "su verdadero y único patio trasero" lo cual tiene y contiene una profunda significación geopolítica como en su praxis geoestratégica lo cual requiere de un diseño político geopolítico como geo-estratégico por parte del proceso revolucionario bolivariano y chavista bajo la dirección del Gobierno de Nicolás Maduro Moros.
UNIDAD, LUCHA, BATALLA, VICTORIA.
Notas:
1 .Nos permitimos suscribir el concepto-definitorio de los Estados Unidos de Norteamérica cuando concluye con exquisita precisión el espacio geográfico actual del imperio del Norte de América.
2 Sería interesante definir sí esos gobiernos adeptos a las políticas de Estado impuestas por Washington son considerados como "socios" y/o "aliados" o sencillamente "semi-colonias en lo Contemporáneo" del siglo XXI.
3 Estrictamente apegado al significado concepto propuesto.
4 En nuestros estudios para nuestra tesis doctoral hemos podido abstraer lo que consideramos lo sicológico de la animadversión del denominado como el "Padre de la Democracia" (representativa) hacia el estamento militar conjugado en su "anti-gomecismo", en primera instancia, como sus adhesiones a las tesis político-ideológicas de la OEA.