En el escenario político del pueblo venezolano, encontramos una opinión compartida por la mayoría de venezolano, que dice: el presidente Nicolás Maduro “tomó una decisión inteligente” al entregar el salvoconducto para que el excandidato Edmundo González Urrutia, saliera del país el pasado sábado 7 de septiembre, luego de solicitar asilo al Gobierno de España. La acción tomada por los actores para este caso expresa el regreso a la búsqueda de una solución negociada a la crisis política y económica, que vive el pueblo venezolano. Estamos en presencia de una decisión de González Urrutia de exiliarse es “personalísima” y tiene que ver con muchas variables. Que son parte del desarrollo político en la confrontación que vive Venezuela, entre el gobierno Chavista y el oposicionismo venezolano.
Cuando analizamos la confrontación política en Venezuela, entre el gobierno Chavista y los sectores oposicionistas en nuestro País. Vemos que hay unas desviaciones cuando opera la confrontación política, encontramos la ausencia en el ejercicio de la política, de la honestidad, de la ética y la verdad, tal ausencia le quita calidad a la confrontación. Un comportamiento moral, en política, es el que intenta realizar en la sociedad valores que son objeto de un interés colectivo. En este sentido, una ética política trata específicamente de los valores que satisfacen el interés general de la asociación política. La ética política resulta vital para cualquier sociedad, ya que según defienden los expertos, no puede existir un buen trabajo de servicio público sin una base ética que persiga el bien común.
La ética política se refiere al comportamiento de los servidores públicos y su puesta en práctica en los asuntos de gobierno. Se trata de una disciplina de la filosofía y de la filosofía política, que se refiere a la conducta humana y su relación con las nociones del bien y el mal, aplicado a las personas que trabajan para los demás. En una sociedad en la que los casos de corrupción en cargos públicos están a la orden del día, parece más necesaria que nunca la formación en ética política, porque según la consideración de los expertos, la práctica de la política sin ética pierde totalmente su función de servicio público. El origen del término ética política se remonta a la antigua Grecia, puesto que son los filósofos clásicos Platón y Aristóteles quienes relacionan estos dos conceptos:
En este momento que estamos viviendo en Venezuela, una confrontación política inconveniente para nuestro País, nos preguntamos hacia dónde vamos: a una dictadura que sea expresión del fascismo o le damos continuidad a una democracia participativa y protagónica. En este sentido el pasado lunes 9 de septiembre el secretario general nacional de Acción Democrática, Bernabé Gutiérrez, indicó que el dirigente de la extrema derecha Edmundo González, siempre fue un candidato para encubrir los planes criminales de aquellos que lo manejaron. “La huida de Edmundo González a Madrid no sorprende a nadie, eso se veía venir, en sus planes jamás pretendió ser presidente de Venezuela”, declaró el diputado, quien agregó que tampoco buscaba “ser líder de la llamada oposición sangre azul”.
La mentira, la traición a la patria y el odio, no son herramientas para construir un estado nación. En este orden de ideas, con bastante tiempo hemos denunciado sobre las andanzas del “Guaidó envejecido”, el cual se “prestó para ser el bufón de la reina del pop María Machado, irresponsable que pretendió incendiar el país, desconocer los poderes públicos y llevarse todo por delante, incluyendo jóvenes que hoy están tras las rejas, con tal de imponer su voluntad”.