Como la falacia de la carga de la prueba, que ocurre cuando alguien intenta evadir la responsabilidad de probar su afirmación, y en cambio exige que quien se opone tenga que demostrar lo contrario; es cuando se trata de esta falacia común, entre los debates y discusiones jurídicas o procesales, que se consideran como una forma de argumentum ad ignorantiam. Ejemplos más comunes de este tipo son: "Dios existe, demuéstrame que no existe." También lo sería un argumentum ad ignorantiam: "No hay pruebas de que los ovnis no existen, por lo tanto, existen." En ambos casos, la persona que hace la afirmación inicial está eludiendo su responsabilidad de proporcionar evidencia y, en su lugar, está trasladando esa carga al oponente.
En la actualidad hay una especie de falacia de seleccionar solo lo conveniente, y se conoce como "cherry picking" o falacia de evidencia incompleta, que lleva a error lógico, al hacer una elección de forma selectiva, de sólo evidencia que respalde determinada postura, ignorando las pruebas en contrario por contradictorias. Un tipo de falacia distorsionadora de la realidad, que se enfoca únicamente en los datos que respaldan una idea preconcebida, sin considerar la totalidad de la información disponible. La falacia de evidencia incompleta se manifestaría destacando casos individuales, o datos que parecieran confirmar una conclusión; mientras se omiten aquellos que lo cuestionan, lo que pudiera llevar a resultados sesgados y distorsionados, engañosos, y no considerados de toda la gama de pruebas disponibles, y seleccionando solo la información favorable, con riesgo de no tener una comprensión completa ni exacta de la situación, pudiendo conducir a tomar decisiones erróneas o afirmaciones falsas. El análisis científico en rigor toma todas las pruebas y las coteja entre las que estén disponibles, sin seleccionar sólo las que favorecen lo preconcebido como idea, lo que garantiza una evaluación imparcial y objetiva sobre la realidad. En resumen, la falacia de seleccionar, si solo toma aquello conveniente, lleva a un error lógico, distorsionando la percepción de la realidad al omitir evidencias importantes y relevantes en respaldo de determinada posición. Es fundamental evitar este tipo de falacia en el análisis de la información para tomar decisiones informadas.
¿En cuáles contextos observamos la falacia de seleccionar solo lo conveniente?
En diversos contextos de la vida cotidiana si seleccionamos solo lo que conviene, ocurre un error lógico observable en ámbitos más especializados, entonces la falacia de seleccionar se manifiesta eligiendo selectivamente ciertos elementos, argumentos o información, que beneficia solo a determinada posición o interés, sin considerar de forma integral la totalidad de opciones y variables en juego. Por ejemplo, en el ámbito de la justicia penal internacional en el siglo XXI, se pueden identificar tales falacia, pues al intentar utilizar solo ciertos indicadores o argumentos favorables a una parte involucrada del proceso judicial, obviando otros elementos relevantes que pueden dar una visión más equilibrada de la situación. De igual modo, en el ámbito de la toma de decisiones, y en especial en la recopilación y análisis de información, esta falacia puede distorsionar la evaluación de las situaciones actuales y conducir a decisiones sesgadas. También la falacia puede manifestarse en el ámbito medioambiental, al seleccionar solo los datos o argumentos que respaldan una postura determinada en base a la sostenibilidad, no considerando completamente los recursos naturales y el medio ambiente. En general, esta falacia de selección conveniente puede observarse en cualquier situación donde la parcialidad y el interés personal influyen en la elección de la información a tener en cuenta.
Diferencia entre selección selectiva de evidencia y análisis objetivo de todas las pruebas disponibles.
La diferencia entre ambas, la selectiva de evidencia y el análisis objetivo de todas las pruebas disponibles radica en un enfoque imparcial del proceso, y como su nombre lo indica, la selección selectiva de evidencia implica elegir deliberadamente solo algunas pruebas o datos, en respaldo de cierta conclusión o punto de vista, mientras se ignoran otros datos que podrían ser contradictorios. Se trata de un enfoque sesgado que puede llevar a conclusiones inexactas o distorsionadas. Por su parte, el análisis objetivo de todas las pruebas disponibles recopiladas y evaluadas de manera imparcial, de todas las pruebas relevantes, sin importar si respaldan o no una hipótesis específica, es un proceso que implica revisar exhaustivamente la literatura, y considerar todas las fuentes de información disponible, y así llegar a una conclusión fundamentada con la totalidad de las evidencias disponibles. En la práctica, la selección selectiva de evidencia puede llevar a una falacia conocida como "falacia de selección de sólo lo que conviene", con tendencia a elegir solo los datos que respaldan una proposición preexistente, ignorando información que pueda cuestionarla o refutarla; pudiendo conducir a conclusiones sesgadas y erróneas. Es fundamental priorizar el análisis objetivo e imparcial, de todas las pruebas disponibles, de forma que se garantice la validez y fiabilidad de las conclusiones alcanzadas. Práctica que son respaldadas por las fuentes, y que promueven la transparencia e integridad al evaluar dichas evidencias.
¿Cómo afecta la falacia de seleccionar solo lo que conviene a la credibilidad de un argumento?
Es el caso en que solo se elige de manera selectiva cierta información o argumentos favorables a una posición particular, y se ignora deliberadamente el resto de datos relevantes, los cuales podrían desafiar aquellas posturas. Esta práctica puede tener un impacto negativo en la credibilidad de un argumento, ya que distorsiona la objetividad y la imparcialidad que se esperan en la construcción de un razonamiento sólido. Según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la credibilidad es fundamental en el ámbito judicial, pues seleccionar solo lo que conviene puede minar la confianza en la justicia y en los actores involucrados. Además, en la Corte Constitucional de Colombia se menciona que la credibilidad se basa en la honestidad y transparencia de las afirmaciones, por lo que una selección sesgada de información puede afectar la percepción de veracidad. Cuando se comete esta falacia, se corre el riesgo de que otros cuestionen la integridad del argumento presentado y la intención detrás de la elección selectiva de datos. En el ámbito legal, como se menciona en el Manual de Prueba Pericial, la credibilidad de un perito puede estar en entredicho si se selecciona solo la información favorable sin considerar el panorama completo. Para resumir, la falacia de seleccionar solo lo que conviene, puede socavar la credibilidad de un argumento al comprometer la objetividad y transparencia esperadas en la argumentación y toma de decisiones. Por tanto, es importante mantener la integridad y presentar una visión equilibrada al construir un argumento sólido.
¿Cómo evitar caer en la falacia de seleccionar solo lo que conviene al construir un argumento sólido?
La forma de evitar caer en la falacia de seleccionar solo lo que conviene al construir un argumento sólido, se fundamenta en seguir ciertos principios y técnicas en la redacción de textos argumentativos. Primero, es importante definir claramente la tesis, que es el punto de vista o conclusión principal del argumento, lo que debe estar respaldado por argumentos sólidos y coherentes; por tanto, la tesis debe estar fundamentada en razones variadas que le den sustento. Por lo demás, es necesario considerar diferentes posturas y puntos de vista en el tema que se está argumentando, siendo crucial conocer todos los argumentos a favor o en contra de la tesis que respaldan o refutan tales posturas. Esto ayudará a enriquecer el argumento y evitar sesgos al seleccionar únicamente la información conveniente. El consejo es que se utilice la lógica argumentativa, a fin de estructurar el razonamiento de manera coherente, como en un ensayo argumentativo en el cual la tesis se sustenta mediante un conjunto de argumentos, los cuales deben estar bien organizados y presentados de forma clara. Además, se recomienda revisar y cuestionar constantemente la validez de los argumentos utilizados, para evitar caer en la trampa de seleccionar únicamente la información que respalda la tesis, sin considerar otros puntos de vista. Siguiendo estos consejos y técnicas, se puede lograr construir un argumento sólido, y evitar la falacia de seleccionar solo lo que conviene, promoviendo así un debate más enriquecedor y riguroso.
Será que hay que esperar hasta el 10 de enero de 2025 para ver si se aclara el panorama y surge la sindéresis entre la gente honesta, responsable, que asume sus actos y enfrenta con su cara bien lavada y mirando a los ojos del pueblo, lo que corresponde en honor a la verdad verdadera y la verdad de los hechos, es decir, que las elecciones del 28 de julio de 2024 están plagadas de incertidumbre y de falacias de todo tipo, que hasta ahora no han sido aclaradas fehacientemente ante los venezolanos y las venezolanas, y antes todo el mundo, atónito y anonadado por tanta falacia, por tanta mentira, tanta manipulación, tanto engaño continuado a lo largo de once años de un gobierno que se ha plantado como si de un autócrata necesario del siglo XIX se tratara, cuando se pierde de vista, nada más y nada menos que estamos en el XXI, y hemos tenido como guía del proceso de cambios en revolución bonita, prístina en su cometido, que surgió de aquel ¡Por Ahora¡ y para siempre, que asumió desde el primer momento su plena y absoluta responsabilidad, y enfrentó a la canalla sin cejar ni retroceder frente al verdadero enemigo, que agazapado tras el poder, le dio el zarpazo de muerte a chavismo, para en su lugar edificar el propio NiMaMo, su nimamismo con los pies de barro, y ante esta crecida de evidencias, no tardará en venirse abajo todo el entramado de falacias que lo sustentan como error lógico.