Tiempo atrás escribimos un ensayo sobre la eventualidad del desarrollo de tres repúblicas en nuestro país… Tres repúblicas en nuestro país. Esto parece ser una especulación imposible ya que no pueden haber tres repúblicas sobre un mismo estado, mas si pueden haber tres órdenes distintos que de alguna manera ejercen poder y de alguna forma participan en el poder y por otro lado se lo disputan. No estamos hablando de partidos políticos, quienes se encuentran en una escala mas baja, mientras uno de ellos o coalición de ellos asume la plenitud del poder del estado. En este caso el estado mismo se va resquebrajando y empiezan a promoverse ordenes distintos que luchan por tomar la hegemonía dentro de una historia específica y un estado en particular.
Por la situación que estamos viviendo, la lucha es un hecho hasta que no se resuelvan tres pleitos que están a la orden del día, teniendo en cuenta que uno de ellos lo que llamaríamos la república totalitaria (maneja descaradamente todos los poderes institucionales) es en su resquebrajamiento el cuerpo hegemónico pero sigue manejando nuestro país. Su deterioro va acompañado a un deterioro en todos los ordenes del estado como tal y allí es donde, se abren las compuertas de lo que llamamos una segunda república muy apegada a esta por cierto, le garantiza su mando, pero no es el mismo orden civil hegemómico. Es lo que llamaríamos la república militarizada. Manejada por la primera pero al mismo tiempo autónoma en sus funciones y jerarquías. Ligada a las prácticas mas nefastas que se han creado en la república como totalidad en los últimos años (contrabando, narcotráfico, represión, desaparición, etc)
Pasamos a la metáfora de la tercera república, espacio de poder que para entonces llamamos “república autogobernante“ quizás para el momento no sea el concepto apropiado para retomarlo pero se trata de aquel poder que ciertamente ha roto con todo totalitarismo y todo militarismo. Siendo una republica eminentemente igualitaria y en cierto modo comunal se aparta de las imposiciones globales que se enmascaran ya sea tras los viejos comunismos que perdieron toda la verdad original del movimiento comunista en movimiento del siglo XIX, para convertirse en dictaduras de estado, o su contrario perfectamente igual como lo es el capitalismo financiero propio de la ideología neoliberal. En otras palabras la república autogobernante como es el caso de los kurdos, es un poder revolucionario originario. En otras palabras, frente a dos mundos o repúblicas que le conceden todo el poder a la burocracia y el capital, a pesar del desgano y la cuasi rendición de la población, perseveramos en calidad de resistencia tendiendo un terreno fraccionado de espacios no controlados por el Psuv y que establecen el principio de la autogobernaza de sus comunidades. El Maizal salió derrotado y desecho su proyecto agrícola por la ambición de su líder rendido a la burocracia, sin embargo fue el comienzo, después de la derrota de los consejos comunales, para su reinicio como proyectos de territoriales en tanto comunas desde El Tocuyo, Portuguesa, Trujillo, sirviendo para la reproducción de espacios que hemos llamado repúblicas autogobernantes.
La callada guerra civil que vivimos y que cada vez se acerca a las fronteras de una violencia generalizada esta sostenida en estas tres formatos de república. Por supuesto apostamos por la tercera, por ella luchamos hacia mas de dos décadas y desde ella se visualizó el proyecto original bolivariano que años después se fue descomponiendo en un estado profundamente burocrático y radicalmente corrupto, frente a los ojos del propio Chávez. Una desgracia para este país y este continente. Es hora de la unidad autogobernante, de expulsar el psuv madurista del espacio organizado popular, de recoger ese chavismo disidente y se rete al gobierno de una vez por todas, hasta terminar con la tragedia que el capital monopólico mundial y sus secuases nacionales le han impuesto a este país.