Del libro azul al golpe de timón

Martes, 08/10/2024 05:19 AM

"Debemos ser más eficientes en el tránsito, en la construcción del nuevo modelo político, económico, social, cultural, la revolución, el socialismo venezolano, bolivariano del siglo XXI"

(Hugo Chávez Frías).

 

En una visita al Cuartel de la Montaña, le comenté al coronel que hizo toda la explicación del lugar, que faltaba un espacio dedicado al Golpe de Timón.

Lo anterior viene a cuento porque en momentos en los cuales se está hablando mucho del Libro Azul, importante es decir que el pensamiento del comandante se quedaría mocho o trunco si no damos cuenta de otros dos documentos que son fundamentales para estudiar y comprender el pensamiento del comandante: "Las líneas de Chávez" y el "Golpe de Timón".

El Libro Azul

El primero, el Libro Azul, tiene tres partes: la introducción, el árbol de las tres raíces: Bolívar, Rodríguez y Zamora; y una línea estratégica muy general del Proyecto Nacional Simón Bolívar, que luego se convirtió en Agenda Alternativa Bolivariana y, posteriormente, en el Proyecto Revolucionario que hoy está contenido, en buena parte, en la Constitución y en un conjunto de leyes.

Las directrices enmarcadas en El Libro Azul son pertinentes para la construcción de la doctrina cívico-militar que el líder de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez, visualizó para el futuro de Venezuela.

Está basado en la ruptura histórica devenida de la rebelión militar de 1992 y en él se define la necesidad de recuperar la conexión con lo originario y el subconsciente histórico del país.

El Chávez de comienzo de su mandato, es un gobernante que hizo esfuerzos por mantener buenas relaciones con EEUU. Fue tan así que mantuvo buenas relaciones con el Embajador de Estados Unidos, hasta de agosto de 2000, John Francis Maisto, quien sostenía la tesis de que a Chávez había que "juzgarlo por lo que hacia y no por lo que decía".

Ese Chávez habló del "capitalismo con rostro humano" y, luego diría: "yo llegué a creer en aquella tesis de una tercera vía y hasta lo decía porque yo creía en eso en verdad, yo creía que era posible buscar una vía intermedia entre capitalismo y socialismo o lo que algunos llaman todavía el capitalismo con rostro humano".

Aunque, debe decirse que durante su primera campaña electoral ya Chávez había dejado sentado su rechazo a lo que llamaba el "capitalismo salvaje", usando las palabras del Papa Juan Pablo II.

Quería una mayor intervención del estado en la economía, pero tendió puentes al sector privado para promover el desarrollo de la industria nacional.

El 16 de mayo del año 2004, declaró que la Revolución Bolivariana, tras superar varios ataques e intentos de desestabilización, asumía el carácter de antiimperialista.

A principios del 2005, en el Foro de Sao Paolo, dice el mundo sólo podía estar dividido entre "capitalismo y socialismo".

Importante a destacar es que el comandante siempre tuvo buenas relaciones con Fidel Castro, en un proceso que se fue profundizando desde los primeros años del gobierno de Chávez.

Las Líneas de Chávez

A partir del 22 de enero de 2009, conseguimos "Las Líneas de Chávez", donde cada artículo se convirtió en una referencia obligatoria para reflexionar sobre distintos tópicos del quehacer nacional, como historia, política nacional e internacional, economía y cultura. Allí, relataba anécdotas, vivencias y experiencias de su vida, en ellas poetizaba con alegría y carisma, características innatas en él, como representante de la ontología venezolana, lo que permitía que los lectores se trasladarán a esos recuerdos que compartía con el pueblo.

Golpe de Timón

Después del triunfo del 07/10/ 2012, hará un llamado a acelerar la transición, la crítica y la autocrítica, a multiplicar la eficiencia, fortalecer el poder comunal y desarrollar el Sistema Nacional de Medios Públicos.

En cuanto a la transición, dijo "el capitalismo tiene en su esencia lo antidemocrático, lo excluyente, la imposición del capital y las élites capitalistas. El socialismo no, el socialismo libera; el socialismo es democracia y la democracia es socialismo en lo político, en lo social, en lo económico" e insistió: "la transformación de la base económica del país, para hacerla esencial y sustancialmente democrática, porque la base económica de un país capitalista no es democrática, es antidemocrática, es excluyente y de allí la generación de riqueza y de grandes riquezas para una minoría, una élite, la gran burguesía, los grandes monopolios, y de allí también la generación de la pobreza y la miseria para las grandes mayorías".

"Tenemos que asociarnos con los pequeños productores, pero tenemos que injertar la propiedad social, el espíritu socialista, a lo largo de toda la cadena, desde el trabajo de la tierra, donde se produce el mango, la guayaba, la fresa, hasta el sistema de distribución y consumo de los productores que de ahí salen".

"Todo eso hemos hecho en aras de la transición, pero no debemos perder de vista, compañeros y compañeras, la parte medular de este proyecto: no debemos seguir inaugurando fábricas que sean como una isla, rodeadas del mar del capitalismo, porque se lo traga el mar".

Chávez contextualizando la lucha contra el viejo modelo que se niega a morir dirá: "no nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo".

Y agregó: mientras no diversifiquemos el modelo económico y el rentismo petrolero siga marcando las pautas de desarrollo de la economía y la sociedad venezolana, todos los esfuerzos que hagamos se desvanecerán y se caerán como un castillo de naipe.

En cuanto al poder comunal, sentenció: "La comuna, el poder popular, no es desde Miraflores ni es desde la sede del ministerio tal o cual desde los que vamos a solucionar los problemas. No creamos que, porque vamos a inaugurar la fábrica de Cemento Cerro Azul o la fábrica de fábricas en Guanare, o la fábrica de computadoras, o la fábrica de satélites, o la fábrica ésta y aquella, o porque nacionalizamos cementos, ya estamos listos, no. ¡Cuidado!, si no nos damos cuenta de esto, estamos liquidados y no sólo estamos liquidados, seríamos nosotros los liquidadores de este Proyecto. Nos cabe una gran responsabilidad ante la historia a los que aquí estamos. Véanse las caras, véanse los ojos en el espejo cada vez que vayan al baño o a donde haya un espejo. Yo de primero."

"Y allá en Ciudad Belén, seguimos entregando las viviendas, pero las comunas no se ven por ningún lado, ni el espíritu de la comuna, que es mucho más importante en este momento que la misma comuna: la cultura comunal".

"Creo que tenemos unos nuevos códigos; creo que tenemos una nueva arquitectura legal, jurídica, empezando por la Constitución; tenemos leyes de consejos comunales, leyes de comunas, economía comunal, las leyes de los distritos motores de desarrollo; pero no le hacemos caso a ninguna de esas leyes; nosotros, que somos los primeros responsables de su cumplimiento. Yo espero ver respuestas a estas reflexiones y a esta autocrítica pública que estoy haciendo".

En cuanto a trascender la cultura del puntofijismo, abogó por acabar con el compadrazgo, el amiguismo, el clientelismo y la corrupción, males que siguen presentes en nuestro país, particularmente en la administración pública venezolana. Mientras esos males no los desmontemos —y aún más los derrotemos— siempre tendremos un plomo en el ala.

Por eso debe acabarse con los elementos indeseables de la corrupción y de la burocratización que siguen presentes en muchos organismos del Estado puesto en evidencia en la atención diaria a los miles y miles de venezolanas y venezolanas, que lo único que esperan son respuestas rápidas y oportunas.

Sobre la autocrítica, dijo: "La autocrítica es para rectificar, no para seguirla haciendo en el vacío, o lanzándola como al vacío".

A veces podemos caer en la ilusión de que, por llamar, yo soy enemigo de que le pongamos a todo "socialista", estadio socialista, avenida socialista, ¡qué avenida socialista, chico!; ya eso es sospechoso. Por allá alguien le quería poner a una avenida "socialista", panadería socialista, Miraflores socialista. Eso es sospechoso, porque uno puede pensar que, con eso, el que lo hace cree que ya, listo, ya cumplí, ya le puse socialista, listo; le cambié el nombre, ya está listo".

Al mejor estilo gramsciano, el comandante diría: "El socialismo en el siglo XXI y una de las cosas esencialmente nuevas en nuestro modelo es su carácter democrático, una nueva hegemonía democrática, y eso nos obliga a nosotros no a imponer, sino a convencer, y de allí lo que estábamos hablando, el tema mediático, el tema comunicacional, el tema de los argumentos. El cambio cultural".

Sobre lo último dirá: "Veo algunos programas de nuestro canal, el canal de todos los venezolanos y seguimos aferrados a aquello que ya pasó, incluso dándole vocería a quienes casi no tienen nada que decirle al país, poniendo videos, que esta persona dijo tal cosa". "No tenemos en verdad, aunque hablamos de ello, un Sistema Nacional de Medios Públicos, no lo tenemos".

Por eso, hablar de Chávez, es hablar del Libro Azul, de "Las Líneas de Chávez", pero, sobre todo, hablar del "Golde de Timón".

*Sociólogo. Doctor en Ciencias Sociales. Profesor Titular jubilado, ex director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV y analista nacional e internacional.

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