Hoy el estado Zulia está de fiesta porque hoy es el día de su patrona, de la Virgen del Rosario de la Chiquinquirá popularmente conocida como “La Chinita”, pero hoy quiero hacer una invocación a la memoria histórica y colectiva.
Y esto porque un paso delante de la conciencia nos cuesta el alma, un paso delante de la justicia nos costó hace 20 años un hombre.
Un paso delante de la Patria Buena nos cuesta llanto. Un grito mudo fuerza inclemente que retumbó al mundo.
Rezó mi pueblo y cuenta el silencio de un temor profundo. Que no sea él, quien dice que es, que aparezca pronto.
Las horas pasan, la angustia crece se hace evidente.
Él es Danilo, mi hermano, mi hijo, que aparezca urgente.
Así empieza ese hermoso tema “La Ley tiene nombre se llama Danilo” de Lloviznando Cantos.
Con esto inicio homenaje al Fiscal Valiente. A Danilo, al que enfrentó a los poderosos, a los apellidos, como buen combatiente.
Parece mentira, pero escribo estas líneas con lágrimas en el corazón, con dolor desgarrador como si fuera ayer. Que rápido se nos pasa el tiempo y ya transcurrieron 20 años de ese vil crimen.
Le fue colocado 250 gramos de explosivo C-4 el cuál fue activado por el chispazo que emite el repique de un teléfono celular, él que cargaba Danilo Anderson. En la calle Vargas de Los Chaguaramos en la Avenida Las Ciencias fue donde sembró su vida.
Los hermanos Guevara, ex PTJ hoy CICPC fueron catalogados como los autores materiales de ese sicariato. Que formó parte del Plan “Shadows” de la CIA para acabar a la Revolución Bolivariana.
Al encontrar su cadáver totalmente calcinado y prácticamente desprendido por la mitad por el impacto de la explosión, el imperialismo lo hizo así pensando que además de acabar con el ejemplo del Fiscal Valiente, sería a la vez el ejemplo y que atemorizaría a las fuerzas revolucionarias. Y vaya que no solo se conformaron con el asesinato físico de Danilo sino que cada vez que pudieron, trataron de asesinarlo moralmente y manchar su memoria.
Pero lograron el efecto totalmente contrario. Además de hacerlo eterno e infinito, su ejemplo se agiganta y trascendió los tiempos. Y no lo detuvieron ni con la muerte.
Danilo nació un 29 de octubre de 1966 en Caracas, dedicando su vida a la formación como abogado, herramienta que siempre puso a la orden de los más humildes y menesterosos con el desarrollo de jornadas de trabajo voluntario, que consistían en asesorías gratuitas a comunidades y personas de bajos recursos.
Terminó la carrera de Derecho en la Universidad Central de Venezuela en 1995, especializándose más tarde en criminología y leyes ambientales. Trabajó para varios bufetes de abogados y fue fiscal tributario entre 1993 y 2000. Fue el primer funcionario en abrir un caso de delitos ambientales ocurridos en Caracas.
Con la llegada de la Revolución Bolivariana, y producto de su conocida trayectoria en post de la justicia, es promovido como fiscal, donde se destacó por ser el primer funcionario del Ministerio Público en abrir casos de delitos ambientales, demostrando su vocación humanista.
El 13 de abril de 2002, el mundo pudo ser testigo de la actuación de este valiente hombre que llegó a las puertas de Venezolana de Televisión (VTV), para cumplir con la función de exigir como fiscal se garantizara el retorno de la señal que había sido interrumpida por los golpistas.
Esta acción le hizo merecedor del amor del pueblo y el odio de la oligarquía que pusieron sus ojos sobre este fiscal incorruptible que había decidido encabezar una investigación para juzgar a quienes habían financiado este golpe contra la democracia bolivariana.
Este odio los llevó a planificar el más grotesco y cobarde asesinato contra Danilo Anderson, a quien le colocaron en su vehículo una bomba que se accionó mientras este conducía por una avenida de Caracas, causándole la muerte de manera instantánea como hemos indicado.
Danilo ya había sufrido incidentes y amenazas. En una ocasión con su novia en El Sambil en el municipio Chacao fue agredido por personas que hasta le arrancaron la camisa que llevaba puesta. En esa oportunidad fue rescatado por sus guardaespaldas y seguridad del referido centro comercial.
Pero lamentablemente estaba solo y no lo cuidamos lo suficiente. Y esto no debe seguir ocurriendo en nuestro proceso revolucionario.
Pudiera escribir más cosas de Danilo. No lo conocí personalmente porque no me dio chance, pero si estuve en el sitio donde fueron hallados sus restos y hace dos años estuve en un homenaje que el Concejo Municipal y habitantes de la parroquia San Pedro donde él vivió y yo también se le hizo. En esa oportunidad de su homenaje fui invitado por un hermano de vida, doblemente colega que si conoció a Danilo y que en estos momentos debe estar con él: Bladimir Hernández.
A 20 años del vil asesinato de Danilo Anderson, además de honrar su memoria debemos culminar la tarea que dejó pendiente. Los autores materiales están presos pero los intelectuales aun siguen libres e impunes. Hay que hacer justicia de una vez por todas y para siempre.
Seguimos honrando la memoria de quien sigue vivo en nuestros corazones de millones de venezolanos y venezolanas que día a día batallamos por la construcción de una Patria donde como lo dijo el Padre de la Patria Grande, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte Palacios Blanco, reine la justicia.
¡Bolívar, Danilo y Chávez viven y sus luchas y la Patria que nos legaron sigue!