Chávez señala el camino

Lunes, 16/12/2024 05:34 AM

Todo por lo que vale la pena luchar en este mundo es porque no existe en este mundo y hay que crearlo. Si Chávez no fuera un ideal no valdría la pena imitar o copiar lo hecho por él. A lo que estamos acostumbrados no está acabado y el ideal es crear, inventar lo nuevo a cada instante, perfeccionar la gran obra humana. Cuando decimos que hay que cambiar no es sustituir lo que ya existe por lo mismo, es por lo que no existe. Lo que ya existe no vale la pena imitarlo, hay que sustituirlo por lo inédito; así sea en una pequeña proporción ésta sustitución debe ser nueva e importante.

Lo que existe es la vulgaridad de la ignorancia, la envidia enmascarada, lo celos enmascarados, la ausencia de respeto por la vida de los otros y el desprecio por la vida, en años consecutivos han muerto demasiados presos por la desidia de sus carceleros, se ha hecho costumbre ante la severidad del fiscal que presos mueran sin piedad, lo que existe es la mediocridad y la pacatería, vale más un gran hipócrita que tiene algo importante qué esconder que el pacato que se cree sus mentiras, que se cree bueno, como son estos falsos líderes que nos gobiernan.

Chávez fue una pasión que tuvieron que frenar, y sus “hijos”, simples imitadores de sus modales, de la superficie de su vida,  y de todo lo que ya estaba instalado en el país: el capitalismo, la explotación, el odio, la indolencia, el desprecio por el ser humano, nada de eso vale la pena ser imitado, ni si quiera lo que se considera bueno, que, al no estar sometido al cambio constante, ya no sirve, como pasa con el sistema de salud pública y el sistema de educación pública. Chávez fue una pasión, o junto al socialismo es una pasión, un ideal  que ilumina el camino a seguir. El socialismo que llaman “real” es herencia pero ya está viejo y no sirve, nada en él sirve si no se pudo reinventar cada instante.   La tarea del revolucionario es, más que cambiar, inventar una nueva sociedad todas las veces que sea necesario, es la perfección de la sociedad, eso debe ser nuestra guía infinita.

La revolución socialista no es para gente sin imaginación. Al conformista le toca repetirse en el tiempo como si viviera un solo día. Los que ahora creen que avanzan con las zonas económicas especiales reproducen el mismo sistema que dicen que quieren vencer, mienten y se mienten creyendo que prosperan pero dan vueltas como un burro amarrado a una noria. El crecimiento económico del país es el del OTRO país, el país de los ricos, de Fedecámaras, Lorenzo Mendoza y ahora Alex Saab. Tontos sin imaginación y sin voluntad para crear e inventar un mundo nuevo. Lo más fácil de mundo es dejar las cosas como están y aprovecharse de ello de forma personal, egoísta y mezquina, sin permitir que nadie pueda sobresalir por encima de la mediocridad, de la medianía de los actos y la inteligencia de los petulantes, que son como bombillos quemados.

Hoy recordamos a Chávez confiscando galpones y empresas sin miedo, expulsando trasnacionales depredadoras, confiscando el Sambil de la Candelaria permisado por Jorge Rodríguez, enfrentando al  contrabando del “control obrero” en Guayana y presionando a sus ministros para que dijeran dónde estaba el socialismo en sus planes y proyectos, educando, leyendo, lleno de angustia al ver que no podía con todo, rodeado de muchos malcriados y traidores. Otro Chávez,  sería encender de nuevo la llama del socialismo, poner en movimiento al rey de la invención, de la imaginación, de la creación infinita, la pasión por la humanidad.

El gobierno de Maduro es la ratificación de lo mismo, de la cuarta y la tercera república, un gusto por la vulgaridad y una voluntad de mediocridad pasmosa. Pero a la gente a medio educar le viene bien vivir en la esclavitud de sus instintos básicos, son libres de ser esclavos.

¡CHÁVEZ ES UN IDEAL, UNA FORMA DE SER MEJOR PERSONA!

 

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