La modernidad occidental colonial y colonializadora, ha configurado la subjetividad colectiva de nuestros pueblos, desde una lógica moderna hegemónica que ha invisibilizó las civilizaciones de los pueblos de Abya Yala, subalternizados desde el “Encubrimiento de 1492”, imponiendo una visión homogénea del ser, el saber, el poder y la salud mental mirada colonialmente como enfermedad mental En este contexto, la Salud Mental Colectiva Decolonial se presenta como una propuesta crítica para desmontar los efectos y consecuencias de la colonialidad en la construcción de subjetividades, especialmente en sociedades modernas divididas en clases sociales, desde los postulados de Enrique Dussel sobre la subjetividad histórica, la ética y la filosofía de la liberación y su categoría de transmodernidad, que nos reivindicó como pueblos excluidos, invisibilizados e inexistentes para una historia eurocéntrica, con pretensiones de universalidad, con Europa como centro del mundo. Este artículo busca problematizar los análisis de una “crítica” de la izquierda “occidentalizada” solo del capitalismo, pero se olvida de la modernidad como proyecto colonizador del poder político como dominación, de la imposición de saberes euroanglocéntricos como únicos, universales y la alienación ideológica del ser, proponiendo una construcción alternativa de subjetividades colectivas decolonizadoras.
La Colonialidad del Ser y la Salud Mental Colectiva Decolonial
La salud mental ha sido históricamente concebida desde marcos euroanglocéntricos que han psicopatologizado las resistencias colectivas de los pueblos oprimidos. Dussel, al desarrollar su Filosofía de la Liberación, señala que la modernidad no solo se constituyó a través de la explotación económica, sino también mediante la negación ontológica de los sujetos colonizados. La colonialidad del ser, concepto desarrollado por Aníbal Quijano y retomado por Dussel, se expresa en la imposición de subjetividades modernas que fomentan la singularización del sufrimiento psiquico y despolitizan el malestar social.
La Salud Mental Colectiva Decolonial, implica una reapropiación de los procesos de subjetivación, comprendiendo que el sufrimiento psíquico y malestar social están directamente vinculados a las estructuras de opresión, explotación y extractivismo colonial, hoy día colonializadas. Desde esta perspectiva, la subjetividad no es un fenómeno singular ni meramente psicológico, sino una construcción colectiva histórica determinada por relaciones de poder como dominación vertical, del saber euroanglocéntrico como universal y único, la alienación ideológica del ser.