Se trata de una llamada en la que el diputado Jesús Faría Tortosa, miembro de la Dirección Nacional del Psuv, asegura que continúan en algunos estados del país las denominadas “asambleas” organizadas por el Gobierno de Nicolás Maduro para intervenir al PCV.
La primera de estas «asambleas» se realizó el pasado 11 de febrero en un lujoso hotel de Maturín, donde un puñado de mercenarios políticos sin vínculo alguno con las filas del PCV, aseguró en una rueda de prensa que eran el grupo promotor del «rescate» de la organización comunista.
Esta maniobra no fue un hecho aislado. El pasado 4 de febrero, el primer vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, orquestó un montaje fallido para proyectar ante la opinión pública un falso apoyo del PCV a la política antiobrera y antipopular del Gobierno. Para este fin, disfrazó a unos funcionarios de su organización con una indumentaria que simulaba los símbolos del PCV y los presentó como supuestos militantes comunistas.
En el audio difundido a través de redes sociales, Faría Tortosa reconoce que numéricamente son pocos en esta aventura antidemocrática pero que tratan de sortear esta debilidad buscando a descendientes de exdirigentes del PCV, así como también tratan de ganarse el favor de exmilitantes.
El diputado -cuyas apariciones públicas se centran en la defensa de la política de destrucción del salario del Gobierno- también reveló a su interlocutor que se preparan otros montajes en estados como Trujilo.
A finales de febrero, medio centenar de Partidos Comunistas y Obreros de todo el mundo han repudiado «la pública y aviesa intención» de la cúpula del PSUV de ejecutar «un plan dirigido a asaltar al Partido Comunista de Venezuela y usurpar sus siglas y personalidad jurídico-electoral».
En un comunicado, organizaciones integrantes del Encuentro Internacional de Partidos Comunistas y Obreros (Eipco) calificaron de «inaceptable» la maniobra de utilizar individuos que no forma parte del PCV, con el fin de presentarlos como supuestas «bases del partido» para crear la ilusión de que existe alguna clase de división orgánica dentro de la tolda del Gallo Rojo.
«La política del PCV la deciden sus militantes y organizaciones de acuerdo a sus estatutos internos, y no los intereses de los gobiernos de turno. Reclamamos que se respete la independencia del PCV y su derecho democrático a decidir autónomamente su política», concluyeron.