Constituyente de 1999 Fredy Gutiérrez: La República está siendo desdibujada y se pierde la venezolanidad
Por: Contrapunto
Lunes, 16/12/2024 07:00 AM
A 25 años de su aprobación Gutiérrez hace un balance de lo que en la práctica se ha logrado y percepción indica que no ha sido exitosa la gestión.
“Nosotros señalábamos en ese tiempo que ‘en nuestras manos no se perderá la República’, hoy podemos decir con pesar que la República se ha desdibujado”, señala el abogado constitucionalista.
“La iniciativa de cambio constitucional nació de un intercambio de civiles y militares que buscaron instaurar una sociedad equitativa o igualitaria fundada en los valores de una sala de administración de justicia, en el ejercicio de la libertad personal y de asociación en el marco de un nuevo pacto social constitucional”, reflexiona Gutiérrez al buscar en su memoria la esencia de esta acción que ha marcado la historia reciente del país.
Indica que la idea era garantizar desde la Carta Magna “una educación que estuviera acoplada a los desafíos de los nuevos tiempos y que se extendiese a toda la población sin exclusiones”.
“Queríamos blindar el respeto a la remuneración digna de los trabajadores activos y jubilados para caminar hacia la seguridad, incluyendo las situaciones sobrevenidas, buscar el apego al respeto de los derechos humanos y así ir edificando conceptos claros del desarrollo civilizatorio, por supuesto en el marco de una democracia protagónica y un franco Estado de derecho”, afirma Gutiérrez.
Sostiene que “ese debate político fue encaminado y en definitiva se plasmó en la Constitución de 1999”, sin embargo mirando el presente se queja de que “cada venezolano y la sociedad en la que se desenvuelve sienten que se ha producido una fractura ontológica en la República, es decir, fractura que tiene que ver con el ser social, el ser de la sociedad y con el ser personal porque cada ciudadano se siente infinitamente lesionado”.
EL EMPROBECIMIENTO
“Las políticas que se llevan a cabo, han defraudado a la población exceptuando a un 5% que se ha enriquecido de modo obsceno y goza de privilegios de todo orden. La ciudadanía se ha empobrecido y difícilmente puede llevar el pan a la mesa”, indica Gutiérrez.
En su análisis señala que se ha pasado de una deriva autoritaria a un “totalitarismo cada vez más asfixiante”. Sostiene que la “fractura” de la sociedad “toca una de las condiciones propias del ser venezolano. Ser venezolano es ser justo, es ejercer todos los días cotidianamente la política, es ser trabajador y con su esfuerzo ganar la remuneración o el salario digno, y por supuesto lo que ha devenido está tragedia que la sociedad ha vivido es en una sociedad dominada por un grupo de ocupación ajeno a esos valores y que ha incorporado los peores vicios es decir, se ha desnaturalizado la vida política”.
En su reflexión Gutiérrez cita los tres pilares para la creación de las repúblicas y la construcción de sus constituciones: “El territorio o espacio geográfico, las personas que pueblan ese territorio y la existencia de un Estado que es capaz de administrar las reglas de juego que se han definido en ese en ese pacto social y en esa Carta Magna”.
El constitucionalista percibe que hay “una desnaturalización de la existencia de la República de Venezuela. Nuestro espacio es de más de un millón de kilómetros cuadrados mutilados en diferentes momentos de nuestra propia historia y sobre ese espacio sobre el que se ejerce, repito la jurisdicción, merece ser defendido y no puede ser ocupado sin la sabiduría, la inteligencia de quienes van poblando la República. Ese Estado está lesionado en su vida interior y de afuera hacia adentro”.
“Hacia adentro cuando un decreto como el 2.248 logra mutilar 112.000 kilómetros cuadrados de territorio para crear el espacio minero del Orinoco que establece una tributación distinta a la tributación nacional. Que establece privilegios para quienes están en ese espacio sean nacionales o no nacionales, que establece la explotación de diamantífera, aurífera, de tierras raras, de coltán, es decir, ese es un ejemplo bien claro, de cómo el estado de ocupación actual, los actuales administradores han mutilado desde adentro nuestro propio espacio geográfico”, razona su interpretación de la realidad presente Fredy Gutiérrez.
Cuando se refiere de la acción “de afuera hacia adentro” coloca como ejemplo el tema Esequibo.
Considera que se ha muy laxo en la defensa del territorio, aunque reconoce que desde “hace un año y medio, dos años, se hizo un alarde de ocupación del estado Esequibo, has con una consigna: ‘Venezuela nace en el Esequibo’, pero durante muchos años de gestión, a pesar de que nuestra Constitución sí establece la jurisdicción sobre el estado Esequibo, sencillamente, quienes han administrado la República, no fueron capaces, ni son ni van a ser capaces realmente de rescatar el estado Esequibo”.
LA GENTE
Al hablar de la población Gutiérrez señala que existe un estado de caos en las relaciones cotidianas de los ciudadanos porque no hay respeto por las normas que rigen las relaciones cotidianas.
“Hoy no hay modo de qué se respeten los acuerdos, bien los que nacen de los hábitos particulares o bien de los que nacen de las relaciones formales en actos autenticados como los contratos, sea de arrendamiento de propiedad o comodato y otro tipo de contrato. Sencillamente hay una inexistencia del Estado de derecho”, afirma.
Llama la atención sobre el debate en la Asamblea Nacional sobre la posibilidad de suprimir la nacionalidad a los extranjeros acusados de delitos contra la nación.
“Hoy se debate en el AN un asunto que hubiese sido impensable debatirlo desde 1811 hasta este momento que corre de 2024. Se ha pensado en despojar a los venezolanos que han adquirido su nacionalidad cumpliendo las formalidades legales de su condición de ciudadanos venezolanos y se ha llegado al exabrupto de decir que aún los venezolanos por nacimiento, a pesar de que de por sí lo son naturalmente, lo son jurídicamente, que se les despoje de la nacionalidad por haber incurrido en actos delictivos”, señala sin esconder su asombre Gutiérrez.
Con la idea de ilustrar lo que considera una exageración señala que en 1992 le tocó defender a civiles y defender a militares “y nunca a ninguno se le llegó a imputar el delito de terrorismo”.
“A ninguno se le imputó el delito de traición a la patria, sencillamente se les imputó el delito de rebelión militar y tuvieron su procesamiento, y en algunos casos no hubo procesamientos. Finalmente hubo el sobreseimiento de sus causas. Pero hoy a pesar de no haber delinquido, sino que sencillamente haber disentido, se le imputa a una persona el de ser traidor a la patria o de ser terrorista y se le amenaza con despojarlo de la nacionalidad, cuestión que contraviene lo que se dispuso en la Constitución y contraviene, por supuesto, tratados internacionales ratificados libremente por la República”, alerta el abogado constitucionalista.
Considera que se “amenaza a los venezolanos con la muerte civil, con la ausencia del nombre, a la ausencia de la nacionalidad, de la posesión de estado identitaria, que es la existencia de una de una República. Eso es un disparate mayúsculo”.
Con respecto a la administración del territorio y de las relaciones entre la población indica que “el Estado realmente no existe, es solo la presencia de una organización política que ocupa los espacios con gentes que no se distinguen por las mayores luces y eso va desde el Poder Ejecutivo ejercido por la Presidencia de la República y el Consejo de Ministros”.
“Si yo le pregunto a cualquier venezolano de Caracas del estado Táchira, de Corozo Pando, o que vive en Rio Negro en el Amazonas el nombre de cuatro o cinco ministros, no lo sabe. No los conoce sencillamente porque no existe información sobre la existencia del Estado y quienes lo administran”, acota Gutiérrez.
Indica que esa carencia no es exclusiva del Poder Ejecutivo y se traslada a los otros Poderes Públicos.
Indica que el Poder Legislativo “es un una ocupación por un partido político del Palacio Federal Legislativo”.
“El Poder Ciudadano que originalmente se concibió como un Poder Moral y en grandes discusiones se dijo que debida ser el Poder Ciudadano en el que concurre el poder contralor que ha brillado por su ausencia; el Ministerio Público está desgarrado”.
Describe al Poder Electoral como un órgano supeditado al Ejecutivo y cuestiona su actuación en el proceso del 28 de julio.
“Yo creo que el Estado venezolano está perdiendo su condición republicana. La República está siendo desdibujada y la venezolanidad en el sentido sustantivo igualmente se está perdiendo. La Constitución no es perfecta, pero si es perfectible y ojalá y en tal sentido la sabiduría de la sociedad venezolana sea capaz de reivindicar nuestro pacto social constitucional”, sentencio Fredy Gutiérrez.