1. Por pura casualidad me topé con un pasaje de la película "El extra" de 1962 con las actuaciones del mexicano superestrella de la comicidad en el cine, Mario Moreno "Cantinflas"; de otro gran estrella de la televisión, el "niño" animador "Chabelo"; ambos acompañados por la artista de cine nacional Alma Delia Fuentes y dos niños de 10 y 12 años. Me llamó tanto la atención aquel pequeño pasaje de 15 minutos que me hizo pensar en la relación política que se vivió la semana pasada entre el gobierno de Trump y el gobierno mexicano al amenazar Trump a México con la imposición de aranceles a las mercancías.
2. El primer cuadro de la cinta muestra a Alma Delia, junto a sus dos pequeños hermanos, desesperados porque llegará a la casa Chabelo, un estudiante grandulón, fuerte y agresivo, a cobrar un dinero por un daño que los niños causaron a su bicicleta. Estaban temblando y sufriendo miedo, pero no se acobardaron y se prepararon para pegarle con unas sartenes, palos y lo que tenían en las manos cuando entrara, como lo hicieron contra Cantinflas, el amigo, que fue el primero en llegar. Éste de inmediato se declaró el defensor salvador, aunque también estaba "muerto" de miedo. Les habló de paz y de la estrategia de defensa.
3. A los pocos minutos tocó la puerta Chabelo, el estudiante grandulón. Cantinflas, el autonombrado defensor de la familia, le abrió la puerta mientras los tres hermanos continuaban temblando y escuchando las terminantes amenazas. Al cómico actor se le caían los pantalones al ver a tan desarrollado y decidido muchachón que exigía el pago de la bicicleta o de lo contrario les caería a golpes. Intervino entonces el personaje inteligente (Cantinflas) con el objetivo de dejar muy claras las cosas, hablar de paz y diálogo y luego pagar lo que se debe. En el transcurso de los arreglos el fortachón Chabelo no dejó de amenazar y prometer que regresaría.
4. Al parecer no pasó a más y solo fue sufrido el susto. El prestigiado mimo luego de entregarle unos "bonos" al grandote estudiante en cuenta de la reparación de la bicicleta, comenzó a presumir de su estrategia. Luego los tres hermanos pensaron que si se hubiesen preparado mejor pudieron derribar con un golpe en la cabeza al grandulón, desnudarlo y atarlo hasta hacer que prometa que no los volverá a amenazar. Parece que la estrategia de pacifismo del mimo hizo que el grandulón obtenga lo que quiso y al mismo tiempo burlarse, porque cuando quiera acudirá a la misma estrategia al comprobar que todos le tienen miedo. (15/VI/19)