Un traqui-traqui no es en este momento una buena figura para describir el estado de ánimo de Trump. Cualquier calorcito que su humanidad capte por la parte de atrás de su carrocería, o sea la maleta o desaguadero, Trump explotara como un traqui traqui. Esta explosivo, pero un traqui traqui no lo describe.
Desde que Pompeo anunció que a los cristianos líderes de la oposición, que dicen amar a Venezuela y luchar por ella, ni el rey de la oscuridad es capaz de juntarlos sin poder evitar malos olores, Trump entró como en una crisis de identidad que está a un pasito de convertirse en una esquizofrenia.
Trump no admite que hayan bicharrangos o vivos mejores que él. Ya eso lo tiene agarrando tierrita. Imagínese, como se pondría Trump al saber que 40 posibles candidatos a la presidencia de Venezuela por parte de la oposición son un largo rato, más vivo que él. La única posible diferencia es que estos más o menos 40 posibles candidatos, no han tenido la suerte que tuvo Trump.
El Washington Post al enterarse que Trump entró en un especie de trance con esta situación, casi que se apropia indebidamente de la particular iniciativa que tenía Últimas Noticias de titularizar las noticias. El Washington Post, casi dice: Trump Revienta como un topo topo por acción "ética-humanitaria" de la oposición venezolana.
Imagínese el nivel de depresión colérica que pudo tener Trump, cuando se le torturó con el audio de Gaby Arrellana y oyó, que esta destacada dirigente de la oposición de Voluntad Popular, decía sin pestañar, que su mamá le había dado lecciones de ética y que un supuestamente apartamento, que según dicen tiene en Colombia, simple y supuestamente se lo encontró en una calle de Colombia. Trump, solo alcanzo a decir: ¡Le había!
Seguidamente, Trump pidió que le colocarán en alta resolución el audio en el cual, Lester Toledo dice, que él no sabía nada de los 100 mil dólares que otro operador de la oposición se había espalillado.
Dada estas circunstancias, se sabe que Trump ordenó (y con urgencia) crear un dispositivo para evitar en lo posible, que la dirigencia opositora venezolana llegue en estos días a ser peor que Trump, Pompeo, Bulton, Abrams y Marco Rubio juntos. Trump es de la idea, que si esto llega a ocurrir y hay seguras probabilidades que esto ocurra, que esto es, como si los EEUU saliera con las tablas en la cabeza en una guerra en los huecos galácticos.
La CIA tiene listo el dispositivo. Es un supositorio que Trump ordenará colocárselo a los líderes alto y medio de la oposición en el lugar acostumbrado. Orrellana al enterarse, instintivamente cerró las piernas y no apretó aquello. Ismael García apretó los dientes. Lo que no sabe Trump, es que ya la oposición venezolana, creo un ungüento o pomada como el mentol chino, que despitaría la señales que enviaría el supositorio a las oficina de la CIA, cuando los opositores digan que no saben nada de los dólares de la crisis humanitaria. El supocitorio tenía como misión poner a los líderes de la oposición como una gallinas cluecas, pero la CIA no está a la altura de la inteligencia de los opositores venezolanos. Trump, definitivamente no puede con Maduro y menos puede, con los 40 candidatos presidenciaes de la oposición y sus asistentes privados.