Me limito en esta opinión crítica a copiar y comentar brevemente una información que no han indicado con la cobertura que debería tener, porque prensa venezolana de oposición disociada le teme a los intereses crematísticos de las grandes corporaciones del capitalismo mundial, y no se convencen de ayudarnos, a evitar que falsamente entusiasmados, muchos se quieran ir de su tierra natal, personas útiles y muchos muy bien preparados, que ponen en riesgo a sus hijos, pero se van a pasar trabajo a la nación vecina.
La madrugada del jueves 25 de julio 2019, las autoridades colombianas encontraron una casa en el municipio Soacha, Cundinamarca, donde se desmembraron personas, entre ellos venezolanos encontrados recientemente en Bogotá. En la vivienda, los investigadores hallaron hachas y puñales, y tuvieron que aplicar técnicas para encontrar rastros de sangre. "Varias habitaciones fueron lavadas y pintadas, pero gracias a técnicas de laboratorio se vieron trazas de sangre abundantes", afirmó el general Hoover Penilla, comandante de la Policía de Bogotá.
De acuerdo a fuentes policiales los responsables de estas prácticas homicidas son "Los Paisas", banda criminal que controla el narcotráfico en 11 municipios cercanos a Bogotá. La Policía Metropolitana bogotana explicó que la estructura del crimen organizado es la autora de varios desmembramientos de personas registrados este año, entre ellos tres de nacionalidad venezolana, cuyos restos han sido encontrados en bolsas y maletas en diversos sectores de la capital colombiana.
A esa nación y a su gobierno, no le cuestionan internacionalmente a pesar de tener cifras de terror, no solo en el narcotráfico, pues son la nación mayor productora de cocaína en el mundo, sino en violaciones a menores de edad y asesinatos a niñas y niños por esta causa, terribles accidentes por exceso en el consumo alcohólico, y muchas situaciones incidentales o de violación a derechos humanos de las que usted solo se entera viendo la TV colombiana no comprometida, que (es poca). Tales hechos no son presentarlos en las prensa como ocurre en Venezuela, para derrocar gobiernos legítimos. Es historia menuda de comunicación social difusa, en estos tiempos de hipocritocracia capitalista.