Economista criollo explica la implosión neoliberal en Suramérica

Miércoles, 09/10/2019 07:10 AM

Entramos en el mes de octubre de 2019 y la sociedad latinoamericana sigue dando respuestas de intolerancia hacia el modelo económico neoliberal que han querido imponer a la fuerza los gobiernos de derecha de la región. Lo que ha venido ocurriendo en Brasil, Argentina, Ecuador y ahora en Perú es el destello de un malestar social ocultado por los grandes medios de comunicación a nivel internacional.

Se está develando la inconsistencia de los indicadores económicos maquillados por los Gobiernos de derecha con la venia del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y las calificadoras de riesgos estadounidenses, que contrasta con la realidad económica de esas sociedades.

La economía de élites viene en picada. Esa idea falsa de que los mercados por sí solo pueden resolver los problemas políticos y sociales vuelve a ser una hipótesis nula o ha probado ser lo contrario de lo que han pretendido que sea.

La empírea vuelve a demostrar que es un grave error reducir el rol fundamental del Estado en la economía; que dejar actuar de manera libre a las corporaciones transnacionales y monopolios dentro de las economías ha vuelto ser un error nefasto y que no garantiza el bienestar de la población. Que disminuir los sindicatos y reducir la seguridad social a los trabajadores no es la mejor opción para estimular el crecimiento y el desarrollo.

Todo eso ha sido una falsedad. Son puras manipulaciones promovidas por las grandes corporaciones financieras y militares del mundo; así como por las grandes universidades y académicos financiados por estas.

La primera rebelión anti-neoliberal de estos últimos meses en la región se dio en Argentina, cuando el pueblo fue a las urnas y masivamente se abalanzó hacia los centros de votación y manifestó mediante el voto que no toleraba más el paquete neoliberal impuesto por el Fondo Monetario Internacional y el Gobierno de Donald Trump a ese país.

Fue así que el Gobierno de Macri salió derrotado en las pasadas elecciones primarias presidenciales y tuvo que echar para atrás la serie de medidas neoliberales que empobrecieron al pueblo y beneficiaron a los grandes capitalistas nacionales y extranjeros en los últimos años.

A eso se le suma la reciente crisis política vivida en Perú, donde el sistema político dominado por la derecha liderada por Martín Vizcarra explosionó, generado por una fuerte lucha de ambiciosos por ostentar el poder. Ante esa situación nefasta el pueblo se lanzó a las calles para exigirles que tanto el Parlamento Nacional como el Ejecutivo Nacional renuncien y se hagan nuevas elecciones.

También le tocó el turno a otro gobierno lacayo del imperio del Norte, al traidor mayor de América Latina, el ecuatoriano Lenin MORENO, quien llegó con los votos revolucionarios y que luego se vendió al gobierno de Donald Trump.

Este presidente anunció el pasado martes 1ero de octubre, en cadena nacional, un paquete neoliberal diseñado por el Fondo Monetario Internacional, que en menos de 72 horas terminó en una implosión social. Un paquete que incluía el aumento de la gasolina, reformas laborales que afectan los trabajadores entre ellos descuentos de un día de salario al mes para los empleados públicos.

No obstante, las medidas incluían más beneficios para el sector privado que el sector público, entre ellas la eliminación o reducción de aranceles para maquinaria, equipos y materias primas agrícolas e industriales, la eliminación de aranceles de importación para celulares, computadoras y tabletas.

Pero lo que realmente generó indignación de la población y la implosión social fue que un día después de las medidas, el Fondo Monetario Internacional a través de un comunicado de prensa avalara las medidas aplicadas por el Gobierno nacional.

Como ven, ya la aversión hacia el FMI a escala planetaria es algo determinante. El rechazo mundial a las siglas FMI es irreversible. Donde ese organismo enemigo de los pueblos y amigo de las mafias financieras internacionales meten la mano y aparecen tomándose fotos con los gobernantes, inmediatamente ocurre una implosión social.

Y eso fue lo ocurrido en Ecuador. El pueblo cargado de miseria salió a saquear a pocos días de la aplicación de las medidas neoliberales. La primera reacción del Gobierno fue aplicar un estado de excepción y por las redes sociales ruedan cualquier cantidad de violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas policiales y militares. Una verdadera rebelión popular parecida al "caracazo de 1989". Por su parte, la bancada parlamentaria de la Revolución Ciudadana pide adelanto de elecciones presidenciales y parlamentarias para salir de la crisis política.

Lo que viene ocurriendo son importantes destellos libertarios de los pueblos de América Latina que han encontrado un camino para manifestar el fuerte rechazo que sienten por el modelo económico que ama la derecha internacional basado en el saqueo de la nación, las privatizaciones de los servicios públicos, el recorte del gasto social y el aumento de los impuestos que pagan los trabajadores, pensionados y jubilados.

El pueblo ha encontrado una rendija para manifestar su rabia por la miseria inducida por esos gobiernos que como se dijo arriba, comúnmente ocultan los grandes medios de comunicación.

La hipótesis alternativa basada en el proceso de emancipación de los pueblos, las grandes llamaradas revolucionarias ha vuelto a renacer en la región. Por el contrario, el injusto sistema económico de maquillajes de cifras macroeconómicas está llegando a su fin. Porque el verdadero índice económico de esos países se refleja en las calles con la insatisfacción social y no en los índices de riesgo país manipulados desde el FMI y las calificadoras de riesgos dominadas por Estados Unidos.

Sobre los países de derecha dicen mentiras sobre supuestas bonanzas en esos países, mientras que en el caso de Venezuela, dicen mentiras para justificar sanciones y bloqueos que dañan su economía.

Como apéndice de toda esa revolución que ocurre en el mundo contra el neoliberalismo tenemos que en Brasil persiste una huelga nacional, en Estados Unidos está en proceso un Impeachment contra Trump, en Ecuador hay saqueos y un paro nacional, en Perú se disolvió en Congreso y el Presidente está inhabilitado, en Argentina hay una crisis económica con una pobreza colectiva, mientras que en Venezuela a pesar del bloqueo y sanciones imperiales desde hace 4 años atrás, la revolución sigue mandando y resistiendo junto a un pueblo que es leal y anti neoliberal.

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