Los años transitados en el presente siglo han tenido en el escenario global un despuntar de guerra de última generación. Las más denodadas cúpulas imperialistas han puesto en marcha sus laboratorios bélicos en aquellos pueblos con gobiernos que se arrodillan al Fondo Monetario Internacional. Gobiernos que sin pestañear se han prestado a los más bajos intereses; agrediendo en ocasiones en forma gratuita a sus connacionales, como lo hemos observado en varios países. Pero también esos mismos laboratorios desarrollan ensayos contra pueblos que inspirados por la lucha en defensa de su soberanía y sus más caros intereses se niegan a ser colonia. Este es nuestro caso. Nos hemos negado a ser serviles al imperialismo al luchar por la independencia y nuestra soberanía al igual que Cuba, Bolivia, Nicaragua.
Los ensayos de guerra económica, financiera, mediática, las artimañas jurídicas, los bloqueos y sancionan; buscan en lo fundamental desmoralizar y acorralar a los pueblos que se resisten a sus pretensiones imperialistas. Se respiran nuevos aires hacia cambios favorables a la democracia participativa; como es el caso del pueblo de Salvador Allende, donde una joven generación y todo un pueblo, tomo el camino de luchar hasta tanto en ese país no se llame a una Asamblea Nacional Constituyente, que de al traste con la vetusta constitución pinochetista.
Los excrementos finalmente llegaron a Bolivia y con mucho parecido a los desarrollados en Venezuela y Nicaragua. El funcionamiento del imperio y el diseño de las acciones son una copa al carbón. Las presiones paramilitares del uribismo gobernante en Colombia pone al descubierto los planes antidemocráticos de esta oligarquía santanderista que cada día hace esfuerzos contra la paz en ese país; ya los colombianos dieron el primer paso en las urnas electorales departamentales, donde el gobierno recibió una soberana paliza; solo es de esperar, mas temprano que tarde la luz de la paz y la democracia brillara también en este hermano país.
Analistas de la derecha, del centro y de la izquierda estudian estos diferentes escenarios y nuestro pueblo esta obligado a pelar el ojo ante las formas y el contenido de esta lucha de clases que hoy experimentamos y que en su esencia tienen muchos elementos parecidos; aunque el objetivo sea el mismo; el imperialismo tiene metido entre ceja y ceja recobrar el control perdido al mejor estilo de su doctrina Monroe. Las movilizaciones internacionales, grandes y pequeñas; las organizaciones sociales impulsadas hoy son de gran importancia como el encuentro indigenista realizado en nuestro país y el encuentro antiimperialista llevado a cabo en Cuba, son eventos de unidad, lucha batalla y victoria en nuestros pueblos para vencer a quienes buscan junto al imperio sembrar terror fascista en América Latinas y el Caribe.