Columna Prestes #10

Lecciones políticas de la cuestión boliviana en el río revuelto de Nuestra America:

Domingo, 17/11/2019 07:59 PM

 El Golpe, la democracia, el estado y la revolución Popular

 

En las aguas turbulentas del rio revuelto nuestro-americano atravesado por la marcha, la indignación y la denuncia de los pueblos frente al despojo imperialista, se movilizan contundentes protestas sociales en Ecuador, Chile, Haití, Costa Rica contra esos gobiernos, generan turbulencias políticas en Perú, obtienen contundentes triunfos electorales en México, Argentina y en las municipales y distritales de Colombia, presionan y obtienen la liberación de Lula Da Silva en Brasil, y justo cuando estas energías potentes de la movilización popular llegan a un límite y tienden a desordenarse, aparece la situación boliviana con todo su brillo para colocar en el centro de las rebeliones, lo medular que une y clarifica los objetivos de estas luchas, y es a nuestro juicio la cuestión relativa a los estados nacionales.

¿Qué enseñanzas y nutrientes nos trae la situación boliviana? Que las mayorías votan por Evo Morales a la presidencia aventajando por más de 10% a su principal contrincante, pero esas mayorías no pueden mantenerlo en el poder, porque las mismas no cuentan con los instrumentos de poder que por el contrario se encuentran en manos de una casta militar y de un entramado burocrático que se atribuyen las funciones de guardianes de la paz y de la soberanía.

Apenas la oligarquía y el imperialismo ejercen una presión sobre "estos guardianes", logran resquebrajar, revertir y defraudar lo que fue una clara decisión de las mayorías sociales. Esto es un claro mensaje de la coyuntura boliviana para todos los pueblos en rebelión; el golpe de estado fue directamente contra el sufragio universal y dejó en evidencia la fragilidad de la democracia y la presenta como lo que es, una envoltura del poder del estado, órgano puesto por encima de la sociedad para organizar la dictadura de la propiedad privada, el mercado y el capital contra los trabajadores y el pueblo.

Ciertamente la clase obrera, los campesinos y los indios llevaron a Evo Morales a la dirección del estado, y efectivamente fue esa fuerza histórica reunida, activa y participante que se pudieron realizar en 14 años de gobierno importantes transformaciones económicas: detener las privatizaciones y las desnacionalizaciones, lograr la expropiación y estatización de la industria gasífera, la priorización de los programas sociales, el reconocimiento histórico de la plurinacionalidad, los derechos de la madre tierra entre otras que contribuyeron a disminuir taras como la miseria, la exclusión y el atraso económico.

Es por ello que, en una de las tantas manifestaciones de protesta de los indígenas bolivianos contra el golpe, uno de ellos expresaría una definición muy profunda de democracia dijo: "para nosotros la Democracia es la justicia social". Estas definiciones que son simples, se hacen más profundas en los grandes duelos y contradicciones entre dos clases sociales cuyos intereses son irreconciliables, o justicia social o despojo, así están presentadas las cosas, y dado que las riquezas del imperialismo y las oligarquías se sostienen sobre la presión a la miseria ejercida contra las grandes masas explotadas, oprimidas y excluídas de las naciones dependientes, como diría nuestro gran Alí Primera: "Subdesarrollados no, superexplotados si".

Y esta presión a la miseria de nuestro continente, la ejerce el imperialismo a través de la caída de los precios de las materias primas, los endeudamientos y la desestabilización de las balanzas comerciales de cada país que empuja a la devaluación de las monedas, todas estas, presiones para asaltar a nuestros pueblos para atenuar la caída de sus tasas de ganancias y la caída del hiperconsumo de las naciones industrializadas.

Estas son las contradicciones irreconciliables que hacen tambalear a los estados nacionales nuestro-americanos y que a través de miles de hilos que los atan y sujetan a la dominación de clases de las oligarquías y el imperialismo, es que los estados nacionales son forzados a capitulaciones denigrantes como la imposición de programas neoliberales y a la vez a voltear los fusiles contra sus propios pueblos y programas de independencia, democracia y justicia social.

Estas grandes tensiones hacen retroceder la principal bandera del reformismo y de los progresismos liberales que se sustentan en las tesis que los sufragios universales dirimen y reconcilian las contradicciones de clases, bien, los indios ganaron las elecciones y el estado boliviano con apoyo de sectores reaccionarios de las capas medias, la OEA y el gobierno de Estados Unidos desconocieron el triunfo de las mayorías del pueblo, y de inmediato voltearon los fusiles forzando la renuncia de Evo Morales y de Alvaro García Linera abriendo campo para la represión más brutal que aun está en pleno desarrollo.

En un sentido más profundo las contradicciones políticas son contradicciones de clase, y he aquí la función esencial de los estados nacionales: no a conciliar, sino a mantener la dominación económica de la burguesía sobre el pueblo trabajador y demás clases oprimidas, y mientras estas condiciones persistan habrá rebelión popular, movilizaciones sociales y mucha lucha.

Llega la hora, en que frente a estas condiciones, los pueblos resistentes y rebeldes de nuestra América reconozcamos el reto que nítidamente presenta la cuestión boliviana, y es que un pueblo que se ha movilizado y derrocado a mas de 20 presidentes, lo que necesita en realidad es romper esa organización estatal y sustituirla por un nuevo estado basado en la organización estable y dominante de las mayorías del pueblo y su programa de liberación nacional y social. Es exactamente por estas razones, que el comandante Chávez dejó plasmado su opinión firme y plena sobre el problema del estado en el plan de la patria 2013/2019: "si queremos preservar la independencia y avanzar al socialismo tenemos que pulverizar el estado burgués y sustituirlo por una nueva forma de la gestión de la política".

Este nuevo poder ya ha sido develado por la historia, a través de la Comuna de París y los soviets de Rusia entre otras grandes experiencias, en la que los pueblos no se conformaron en poseer la maquina del estado burgués y usarla para sus propios fines, sino que necesitaron romperla para construir un nuevo poder basado en la organización de la unidad de los campesinos y los obreros, de que otra forma podía ser?, la comuna era en palabra de Marx "la forma política al fin descubierta para la emancipación económica del proletariado".

Entre tanto la situación boliviana se siga desarrollando vendrán lecciones más importantes y más profundas, hasta el momento, ya los campesinos bloquearon las vías agrícolas haciendo difícil el traslado de alimentos, la población de El Alto se ha organizado para que no pase el combustible, los obreros han planteado la huelga y el asedio de la capital boliviana, los mineros no se reservaran mayores amenazas para usar sus explosivos, y en medio de esto, los denominados pochos rojos, milicia indígena, marchan al trote proclamando la guerra civil, del otro lado las fuerzas policiales y militares no han dudado en asesinar al pueblo, ya hoy suman más de una decena de manifestantes asesinados, ya veremos cuanto aliento más le queda al golpe, y una vez que sea derrotado veremos que nuevas enseñanzas nos traerá el glorioso pueblo boliviano.

 

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