Incapaces de decirle cara a cara a los pueblos, injurias y ofensas generalizadas que guardan en su política económica, (son cobardes para la contumelia), agentes del FMI politiquean y ganan elecciones soñando con la plata y no con la patria, (repito a Evo Morales y su frase), arriban mediante campañas de penetración social por medios de convencimiento masivo en redes de internet, amén de la hegemonía mundial en prensa impresa, TV y radiodifusión.
En Uruguay vence aunque por estrechísimo margen, un ex Presidente en gobiernos de la democracia representativa gatopardiana, traído de emergencia a defender el status quo. Con Luis La Calle revive el lenguaje engañoso de la democracia representativa de falacias y cinismo, repudiada bajo gobiernos del Frente Amplio uruguayo de izquierda.
Apenas oírlo o leer lo que opina La Calle Pou, es darse cuenta que viene para reimponer su país al redil del pitiyanquismo voraz y anti popular, disfrazado de democracia representativa. Basta con estas apreciaciones del nuevo Jefe de Estado uruguayo reelecto reencauchado, dichas al celebrar su triunfo.
Inicialmente luego de su ajustada victoria y aun sin haber asumido, este Presidente de la nación charrúa expresa "trabajaré por un Uruguay que se separe de dictadores y defienda derechos humanos". Obvia línea de adulantes del imperio, se une a electos, designados y autojuramentados maromeros de la palabra.
Tras fabricarnos desprestigio con mentiras, hechos sucedidos en otras tierras y fotografiados como en Venezuela, videos trucados, fake news y una serie de timos propios de traficantes de la política, se encierran en continuar siendo inservibles a los intereses del pueblo de menores recursos.
La Calle agrega "Cuando empecemos a trabajar por ese país, lo haremos porque necesita un gobierno proactivo, por ese país que necesita estimular la fuerza productiva, comerciales e industriales, abrirse al mundo, separarse de dictadores y defender los derechos humanos"
El uruguayo dejó claro que su relación con Venezuela será distinta a la que existía antes, y su administración girará a favor de la oposición venezolana, los bloqueos y la injerencia internacional, tomando en cuenta que el nuevo Presidente declaró para el canal gringo CNN "claramente Maduro es un dictador".
Para el socialismo venezolano Siglo XXI, esos politiqueros y sus argumentaciones, sus peroratas o adulaciones, nos refrescan la certeza de por qué estamos en el lado correcto de la historia y la justicia social. Soberanos siempre cínicos nunca.